Si hubo algo que caracterizó al kirchnerismo durante sus 12 años de gobierno fue hacer exactamente todo lo contrario a lo que predicaban, por un lado, y por otro acusar de sus propios defectos a los demás.
Hoy esas dos cuestiones son las únicas políticas que siguen implementando, tratando de entorpecer cualquier medida que pueda tomar en nuevo gobierno y acusando de "revanchistas" a quienes critican sus horrorosos desastres.
El "chiste populista" pergeñado por la dupla Cristina Kirchner/Axel Kicillof de no pagar a los holdouts tras el fallo de la Corte de Apelaciones de EEUU nos costará a los argentinos varios cientos de millones de dólares. Pero claro, el kirchnerismo es eso, populismo barato, y hacerle creer a un sector de la población que por no cumplir nuestras obligaciones somos una nación libre y soberana. Eso fue lo único que lograron con semejante error político/económico. Nada más lejos de la realidad que ser libres y soberanos por no pagar deudas internacionales, sino todo lo contrario.
En primer lugar, las obligaciones hay que cumplirlas. Segundo, ese acto de pura irresponsabilidad no hizo más que aislarnos del mundo, en todo sentido.
Sin embargo, la "resistencia kirchnerista" sigue haciendo de las suyas, y como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer, sigue haciendo lo único que sabe hacer, meter palos en la rueda. Eso es, lisa y llanamente la impotencia de los incapaces.
La clara síntesis de esto fueron las respuestas del Ministro de hacienda, Alfonso Pratt Gay a la patética intervención de Kicillof en el plenario de Comisiones de Diputados para presentar la propuesta efectuada a los fondos buitre.
Pero la incoherencia, aunque en realidad, más que incoherencia la actitud de los k es maldad, no termina aquí.
Ahora, viendo que quedan a la luz, mucho más visiblemente que antes, todas sus tropelías, no tienen mejor idea que hablar de revanchismo.
Para los hoy opositores, el hecho de despedir a los miles de ñoquis por ellos contratados, por ejemplo, es revanchismo, como lo es también llevar a la justicia a un personaje nefasto como Milagro Sala, o que los jueces actúen con total libertad, o que cierto sector de la prensa deje de recibir dádivas, o que hoy los gobernadores tengan un trato normal y dialoguen con el gobierno central para solucionar problemas.
Evidentemente, para ellos, todo lo que es normal es de golpistas, enemigos de la república, y eso, según el criterio kirchnerista es revanchismo.
Cuando Cristina recibió a Macri en Olivos, luego de ser electo, nadie esperaba que esa reunión, que duró alrededor de media hora, haya sido lo que fue. "No valió la pena" fue el único comentario a la prensa por parte del Presidente electo. Después se supo que el único interés de Cristina era no tener problemas con la Justicia cuando ya no sea Presidenta. Evidentemente, como la respuesta fue negativa, se ven los resultados, tratar de entorpecer al nuevo gobierno, o sea, verdadero revanchismo.
Como corolario de todo esto, ahora piden "debatir ideas". Es realmente raro que personas que nunca debatieron absolutamente nada con nadie, y que siempre hicieron todo de prepo y con autoritarismo, hoy quieran debatir ideas, cuando en realidad, además, ideas son lo que precisamente menos tienen.