Me encantan los dichos populares por la sencilla razón que de manera simple plasman ideas y pensamientos hasta filosóficos que, por lo general, nos muestran la realidad en pocas palabras.
Uno muy conocido dice: "La confianza mata al hombre", y en honor a la verdad, no encuentro nada más claro como para sintetizar lo que le pasó al kirchnerismo. Se confiaron, se creyeron impunes, jamás pensaron que en algún momento iban a dejar el poder.
Desde hace muchos años —más precisamente desde que el kirchnerismo empezó, no solo a demostrar sino a confirmar abiertamente lo que era, puntualmente a partir de la crisis con el campo y la apropiación de los fondos de la ANSES estatizando nuevamente las AFJP— quedó demostrado que no iba a desaparecer ni por razones políticas (perdiendo elecciones), ni por causas judiciales que sean llevadas a cabo por los carriles normales de la justicia mientras ellos estuviesen en el poder. Esto es por dos simples razones:
Era muy difícil ganarle en elecciones a un gobierno populista que se dedicó, fundamentalmente, a estatizar y crear empresas para tener votos cautivos, solo por citar un ejemplo. Ni hablar del descalabro de los planes sociales que beneficiaban a personas que eran utilizadas para hacer número en cualquier acto público bajo amenaza de perder el subsidio que recibían si el populismo kirchnerista perdía el poder.
La razón legal quedó demostrada claramente con el manejo que ejercieron sobre la justicia que, todavía hoy, se sigue padeciendo. Gils Carbó, los Jueces y Fiscales de "Justicia Legítima" son el más claro ejemplo.
Era sabido que iban a dejar de existir por alguna estupidez. Sin embargo, fueron tan burdos, tan brutos y se creyeron tan impunes, que no van a dejar de existir por una estupidez, sino por varias:
Fariña, Elaskar, José López, Perez Corradi, Chueko, incluso los millones de dólares de Florencia kirchner en dos cajas de seguridad, y por supuesto, las cientos de propiedades de Lázaro Báez.
Seamos honestos. Si no hubiese sido por los errores cometidos por estos personajes, no hubiese pasado nada. Todo fue obra de la estupidez de ellos mismos. De su propia torpeza. Y en el caso del golpe final, gracias a la casualidad de que una estupidez, ideológica si se quiere, que fue la de inventar un enemigo —en realidad uno de tantos— que fueron los fondos buitre.
Inventaron ese enemigo para victimizarse y fue ese enemigo, en definitiva, quien descubrió todo el entramado de la ruta del dinero K. ¿Quién lo iba a imaginar?
Hoy hay pruebas de sobra para demostrar lo que se le ocurra, desde el enriquecimiento ilícito de muchísimos funcionarios, con Cristina a la cabeza, pasando por innumerables hechos de corrupción hasta lavado de dinero y la asociación ilícita del tipo que usted prefiera. Solo falta, aunque parezca mentira, la decisión política que, tarde o temprano, va a llegar.
Me encantan los dichos populares y, como así comenzamos la nota, la terminaremos con otro: "Al mejor cazador se le escapa la liebre". Aunque parecería que a los cazadores kirchneristas se les escaparon varias. Sin embargo, creo que este sería más apropiado: "No hay nada más peligroso que un idiota con poder. Y no hay nada más ridículo que lo que queda cuando el idiota ya no tiene el poder".