El día después de que apareciera el cuerpo sin vida de Araceli, se supo que encontraron un bebé muerto en un locker del Hospital Fernández
La mujer que lo había parido es una empleada de una empresa de limpieza privada; tiene 9 hijos y está en pareja con un hombre golpeador y adicto a las drogas.
Pero además, ese mismo día, encontraron una beba en la Confitería del Molino, cuyo edificio está en proceso de refacción y restauración.
La beba es de una pareja que dormía en ese edificio que, al parecer estaban utilizarían como vivienda. La nena, que estaba durmiendo junto a sus padres, despertó y caminó hasta el lugar en el que la encontraron; luego fueron los tres al hospital.
Lamentablemente, casos parecidos a estos existen a diario, y son cientos, y todo esto, sumado a la delincuencia, a los femicidios, y muertes por accidentes de tránsito causadas por jóvenes drogados y/o alcoholizados, hasta las muertes en los estadios de fútbol, forma parte de lo mismo, del deterioro social en el que estamos inmersos.
No solo la sociedad se ha deteriorado en estos últimos años en nuestro país, especialmente después de 2001/2002, también se deterioró el prestigio de las instituciones, y lamentablemente, estos dos factores se nutren uno del otro y conforman un círculo vicioso del que será realmente muy difícil salir.
Parecería demasiado frívolo comparar las muertes de mujeres con la violencia en el fútbol, o las muertes causadas por accidentes de tránsito, pero todas son muertes, y lamentablemente son todas, como dijimos, producto de lo mismo, de la desidia, del desprecio, de la cultura a la incultura, de que casi nada, en nuestro país funciona de manera correcta.
De la misma manera que llevan detenidos a cien barras brava de un estadio, y al otro día quedan en libertad como si nada, no pasa absolutamente nada cuando una mujer denuncia violencia de género.
A todo esto debemos agregar que tenemos cuerpos policiales ineficientes, y ni hablar de la justicia.
Podríamos citar dos de los últimos casos de femicidio a modo de ejemplo. Sebastián Wagner, el violador y asesino Micaela García, debería haber estado preso por violaciones anteriores. Sin embargo, un Juez lo dejó en libertad.
Por su parte, Darío Badaracco, el acusado de matar a Araceli Fulles, ya tenía antecedentes penales en el fuero de San Martín. En 2012, cayó por tentativa de robo. En 2013, tuvo una acusación por encubrimiento, y en 2014, fue nuevamente acusado de cometer un robo.
Volvemos al principio. Bebés abandonados, asesinatos en estadios de fútbol, cientos de asesinatos en ocasión de robo a manos de delincuentes que están en libertad gracias a salidas transitorias, reducción de pena o libertad condicional, muertes en accidentes de tránsito, todo tiene un mismo hilo conductor, el deterioro social y cultural en el que estamos inmersos.
Las muertes de Micaela y Araceli, también son parte de lo mismo.