La agroindustria argentina exporta hasta el 65% del total de ventas del país al exterior, pero en estos tiempos surgió la necesidad de aumentar la presión vendedora con la búsqueda de nuevos mercados.
"La Argentina tiene que vender al mundo todos los productos que pueda, es la única salida para la reactivación económica", indicó a Agencia NA el empresario y exRey de la Soja, Gustavo Grobocopatel, quien mostró su interés en el derrotero del país.
El escenario de la conversación fue una nueva edición del programa "Del Territorio al Plato" de la Fundación ArgenInta mientras pasaban tragos tropicales con frutos del NEA y bocadillos realizados con quinotos y queso, carpincho y yacaré (que pudimos averiguar son de criadero en obvia intención de preservar la fauna vulnerable).
La pregunta a Grobocopatel fue por el desembarco argentino masivo en Asia que en la semana incluyó desde el presidente Mauricio Macri, ministros, gobernadores, funcionarios diversos, productores, exportadores y empresarios entre otros.
El traslado fue expansivo a China y Japón y a Grobocopatel le pareció muy bien porque opina que la Argentina debe vender al exterior todo lo que pueda.
Algunos datos son alentadores, a pesar del retraso cambiario, principal escollo exportador y la falta de competitividad de los productos argentinos, por ejemplo Fecovita estuvo en Chile en un encuentro internacional y aceitó contactos comerciales.
El dato no es menor ya que es actualmente la cooperativa vitivinícola más grande de América; nuclea a 29 cooperativas, 54 bodegas y 5.000 productores con 25.000 hectáreas de viñedos.
Como parte de su plan estratégico de crecimiento cerró un acuerdo con la cooperativa francesa Vinadeis que permitió abrir oficinas comerciales en Shanghai (China) y en San Pablo (Brasil) para ampliar la penetración de los vinos franceses y argentinos en ambas organizaciones.
Así como también se destaca la reciente apertura de Brasil para nuestros cítricos, en donde hubo un fuerte trabajo de la cartera de Agroindustria que conduce Ricardo Buryaile para lograrse después de años de no poder acceder a ese mercado.
Por otra parte, la intensa actividad que desarrolló el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), particularmente en Shangai, donde funcionó la feria de alimentación más importante de Oriente, la Sial China 2017, terminó con satisfacción para las 24 empresas exportadoras argentinas que estuvieron en el Pabellón Argentine Beef de 800 metros cuadrados.
Hubo buenos negocios y precios: lo que se vende en China es mayormente garrón en cuadraditos desgrasados (a 4.000 dólares la tonelada) y brazuelo congelados, porque ahora falta que se abran los protocolos para carnes enfriadas y termoprocesadas entre otros.
En Japón se avanzó con firmas de memorandos que atañen a las economías regionales (las que mayor esfuerzo tienen que hacer para exportar).
Así en Tokio, Buryaile se reunió con el ministro de Agricultura, Forestación y Pesca, Yuji Yamamoto, con quien firmó un Memorando de Cooperación en las áreas agrícola, ganadera, pesquera, forestal y agroindustrial, frente al presidente Macri y al primer Ministro nipón, Shinzo Abe.
Este acuerdo establece un mecanismo de diálogo entre los Ministerios de ambos países, con el objetivo de impulsar la agenda de cooperación en materia sanitaria y fitosanitaria, que se encontraba paralizada desde hacía varios años.
Los funcionarios argentinos también mantuvieron reuniones con representantes de grupos empresariales líderes locales, como Marubeni Corp., Mitsui & Co; y Nipponham Group (NH), algunos de los cuales ya cuentan con presencia de larga data en el sector de la comercialización de granos en nuestro país y que se mostraron muy interesados por expandir su cartera de negocios en la Argentina.
Mientras que en la búsqueda de exportaciones, en el marco de la feria agropecuaria Nampo, en la ciudad de Bothaville, Sudáfrica, representantes de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), el INTA y Fundación Cideter firmaron esta semana también un convenio de Cooperación Técnica con GRAIN SA con el propósito de mejorar la productividad de los cultivos en Sudáfrica utilizando tecnología argentina.
La expectativa de buscar cada vez más mercados para la producción argentina es imperiosa. No es estratégico quedar encerrados en un destino como lo que pasa con la persistencia de enviar limones a Estados Unidos que son resistidos por los productores de ese país y el biodiésel acusado de dumping.
Por ahora y no tambalea, la Argentina es el primer exportador mundial de harina y aceite de soja y mejora en el ranking internacional de ventas externas de maíz, trigo, semilla y aceite de girasol.