Ficha Técnica / Artística
Título original: Madre Amadísima.
Dramaturgia: Santiago Escalante.
Dirección / Puesta en escena: Daniel Cinelli.
Reparto: Oscar Giménez – Género: Unipersonal / Drama.
Voz over: Femenina, Pepa Luna / Girasol, Santiago Escalante.
Vestuario: Paula Molina – Diseño gráfico: www.conamor.org
Operación de luces: Matías Canony, Mario Gómez.
Sonido: Alejandro Piar – Fotografía: David Rosso.
Prensa y RR.PP.: Alfredo Monserrat / www.alfredomonserrat.com.ar
Sala: Teatro Buenos Aires, Rodríguez Peña 411 Esq. Corrientes / CABA.
Web: www.teatrobuenosaires.com.ar
Costo localidades: $ 300 – Reservas: 5218-5214.
País: Argentina – Año: 2017– Duración: 90 min.
Fecha de estreno: 03-07-2017 – Hasta: 28/08/2017 –Funciones: lunes 21 hs.
El dramaturgo español Santiago Escalante, estrenó en el Teatro Buenos Aires su obra “Madre Amadísima”. El unipersonal interpretado por el multifacético actor Oscar Giménez, tiene la nueva versión del texto original y montaje adaptados por el propio ibérico. Una prosa con elementos simbólicos lorquianos, que fusiona estilos narrativos de lo gestual, lo metafórico y lo flamenco. El resultado: una profunda-dramática y entretenida pieza teatral.
De la pieza expresa el autor: “es un caso atípico, con un texto que nace como obra teatral, que luego se convirtió en película, luego en novela, y que ahora se estrena en Buenos Aires. Pero también hay otras vías abiertas para estrenarla en México, Brasil o Cuba”. ¿Qué encontrará el espectador en este unipersonal con acento español y algo más? Una historia minimalista, de un costurero /modisto, atravesada por el franquismo y la tortuosa relación de una familia disfuncional. Los prejuicios de época; una sociedad pacata y el humor ácido andaluz que se las trae. Una buena opción de literatura teatral y entretenimiento. No es poco.
Argumento: Es la historia de Alfredito – en la epidermis de Oscar Giménez (”El Buen Canario”, de Zach Helm): un “maricón de pueblo” (SIC), nacido en 1954 en la Baja Andalucía, con una madre estupenda, un padre de férrea disciplina tradicional y conservadora, en una sociedad pacata y prejuiciosa. De oficio sastre /vestidor de la virgen. Transforma los recuerdos tristes y penosos en jocosa alegría andaluza. Crece durante el régimen político de Francisco Franco. Su tortuosa infancia; el despertar homosexual; el servicio militar; la militancia en el Partido Comunista; sus amistades, la adorada madre y la virgen negra (el maniquí), su confidente. Alfredito lucha por ser feliz, sufre y ríe con las mismas emociones que cualquier otro ser humano, en cualquier tiempo y lugar.
Como todo unipersonal /monólogo / soliloquio, hay que tener en cuenta los siguientes guiños que el dramaturgo monta en el espectáculo: hay un sólo discurso que genera el protagonista (Giménez). El personaje no se dirige a un interlocutor material sino ideal. Es auténtico y desenfadado. Se expresa con la voz y el pensamiento. Hay voz over desde el exterior del espacio escénico que juega con el público y enriquece la puesta. El monólogo de Alfredito enmascara otra realidad: hay diálogos que efectúa el personaje consigo mismo y con el fetiche, el maniquí de la Virgen. El texto posee la impronta del culturalismo español y la riqueza de los poetas de su clase. Así, articula con éxito la expertez del Régisseur Daniel Cinelli.
El spot publicitario reza: “Todos tenemos derecho a nuestra parcela de felicidad”. Es el deseo del protagónico. En un montaje minimalista, el sastre, la silla y el maniquí de la Virgen. Asistimos al «Teatro Conceptual», como una manera de cuestionar la naturaleza del arte escénico. El monólogo de Alfredito es una crónica de momentos buenos y malos. De violencia doméstica, de tensión. Es una crítica social al oscurantismo español. ¿Pero cómo sale de la retórica pesimista? Con la poderosa fuerza del humor que alecciona y descomprime contracturas. Nos amiga con otra realidad y sus sueños.
La crítica literaria encontrará obstáculos cuando una obra – como “Madre Amadísima” – hecha con modismos de un terruño determinado no universal, de forma que la asimilación entre nación y lengua quede en entredicho: la nación española y los otros países donde se monte la pieza. Hay mucho ornamento y poca elipsis /síntesis: 90 minutos es redundante. 60 minutos sería superador. Lo bueno, si breve, dos veces bueno ¿verdad?
Cae el telón de la representación artística. El trabajo de Oscar Giménez es demoledor. Un saber-hacer para transformar la ficción en realidad y su construcción de verosímil con autoridad. En ese maridaje de literatura contemporánea, la metáfora del poeta Evaristo Carriego en “La costurerita que dio aquel mal paso”. La costurerita/to deberá distinguir entre vestido y disfraz, uno de los mayores desafíos de su oficio.
“¡Qué cara tenía la costurerita,
qué ojos más extraños, esa tardecita
que dejó la casa para no volver!”
Oscar Giménez (Alfredito) en “Madre Amadísima”: «Trabajo de Aguja», dramaturgia y picaresca andaluza en Calle Corrientes. La virgen negra –su confidente – en la convulsionada España de los años ´50.
Puntaje de la obra de teatro: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Oscar Giménez 5 Tribunas ¡Imponente!
Referencias:
5 Tribunas: excelente /imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta / buena
2 Tribunas: regular
1 Tribunas: mala /pésima
Gustavo Contarelli
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