Si siguen dándole a esta paranoia de la gripe aviar, aparecerá un pollo por
ahí y todos van a salir corriendo. Pero sobre Argentina, una pandemia se
abate, silenciosamente, casi imperceptible, sobre las mentes y voluntades de
sus habitantes: la gripe del pingüino. “Parece
más devastadora que la del pollo, porque contagia ideológicamente. Porque se
nutre de la sabiduría de los arcanos tales como Jorge Abelardo Ramos, Hernández
Arregui, y los traviste de tal modo que quedan vaciados de contenido. Y esto
desemboca en un Felipe Pigna, algo así como la versión light de la historia
aggiornada para el paladar del kirchnerismo. Sin
embargo, Kirchner es un emergente de la mentalidad argentina con ribetes
fascistoides, donde no hay lugar para el beneficio de la duda. O se está con
Kirchner, o se es enemigo automático. Es la patria con vocación fascista,
con un discurso marketinero permanente de fuegos de artificio, mucho ruido y
nada de nueces”, opina
A mí no me la pusieron
En
la tarde del martes 18, día
de San Perón, la temperatura salta a 28° y nuevamente se quema
intencionalmente la Reserva Ecológica. Una gruesa columna de humo es visible
hasta la intersección de Independencia y San José, donde en un bar unos
parroquianos matizan la pesada jornada tomando algo y charlando. La televisión
está clavada en Todo
Noticias, que cada hora transmite un informativo. A eso de las 15
hrs. la imagen de Cristina Elizabeth Fernández aparece en pantalla, anunciándose
que quedan sólo cinco días para las elecciones. Uno de ellos interrumpe su
café, mira la tele y musita: “Alguien
de la calle, no puede votarla”. “¿Porqué?”, pregunta su
interlocutor.“Mirala
bien, no representa a la moza que te sirve el café, ni a la otra que está
lavando los platos. Ni aún al dueño de este bar”. ¿Filosofía
de estaño?. Es muy probable.
Domingo
16 de octubre. Juegan River y Boca en el Monumental, y el cotejo de súper clásico
pasa a un inductor del sueño. Tres amigos, hartos de semejante latrocinio,
evocan a Nerón y al Coliseo romano donde meterían a esos 22 maestros de la
estafa. Para compensar el aburrimiento, salta a la palestra el tema político
y las elecciones del domingo siguiente. Como votan los tres en Capital
Federal, el dilema surge a quién otorgarle el óbolo del sufragio. Descartado
Macri por cuestión de piel, Bielsa por su postura de híbrido liquen y el
resto por payasesco, quedan “la
Gorda” Elisa Carrió o consagrar al impugnado o al consabido voto
bronca de octubre de 2001.
En
esa misma postura, se encontrarán seguramente millones de eventuales votantes
que cuando estarán en la soledad del cuarto oscuro, sentirán que nadie
parece representarlos.
Quizá
en su memoria, aparezcan las veces en que sus esperanzas quedaron en el suelo,
luego de la mañana luminosa del 10 de diciembre de 1983. Pero si en los
corazones de mucha gente se siente esto, no es precisamente por su exclusiva
responsabilidad, como tampoco toda la culpa del actual estado de cosas las
tiene la corporación política.
Fernando
Paolella