No descubrimos nada nuevo si decimos que el nuestro es un país único, curioso, donde casi todo funciona al revés y de una manera vertiginosa.

En menos de una semana pasamos por varios estados que, en cualquier país medianamente normal, serían motivos de escándalos políticos históricos, pero que en Argentina son algo así como cuestiones que entran dentro de la normalidad.

Operación Maldonado

Debemos comenzar, claro, por la "Operación Maldonado". A esta altura de las circunstancias, es justo decir que la desaparición del joven Santiago Maldonado no se debe tratar como "El caso Maldonado", sino como lo que lo han transformado: "La operación Maldonado".

En el caso (operación) Maldonado nadie pudo demostrar que el del video era Santiago, ni que estuvo en el lugar, o que lo detuvieron, y mucho menos que lo hayan subido a un móvil de Gendarmería. Por supuesto tampoco nadie pudo demostrar que lo hayan torturado, matado o desaparecido.

Sin embargo, queda claro que hasta la propia familia de Maldonado aporta pruebas falsas, el juez se niega a realizar allanamientos, hay testigos falsos, con relatos inverosímiles y con binoculares que no aparecen.

Decretaron la "desaparición forzada" sin media prueba ni confirmación, sólo por testimonios de encapuchados con larga vistas.

Gustavo Vera, titular de la Fundación La Alameda, con el apoyo de la Procuradora Gils Carbó intentó plantar pistas falsas en la causa, sin embargo ambos están libres como si nada.

Ahora bien... ¿La familia la familia de santiago Maldonado y el CELS le pidieron explicaciones a Gils Carbó y Gustavo Vera por el delito cometido? No, ¿por qué? Porque el culpable, según el kirchnerismo, la izquierda en general, las "organizaciones sociales" y las organizaciones de Derechos Humanos, es Macri.

Dos detalles muy llamativos. EL primero es que es muy curioso que quienes ante las decenas, claras y contundentes evidencias de la existencia de hechos de corrupción durante los más de doce años de kirchnerismo, sistemáticamente respondan -y repitan- que se debe esperar la decisión última de la Justicia, sean los mismos que en el caso del joven Maldonado ya hayan determinado, con categórica certeza, que es todo responsabilidad del gobierno.

¿Será que el caso (operación) Maldonado eclipsa la baja de la inflación, el crecimiento en casi todas las actividades y, fundamentalmente, el buen desempeño que viene desarrollando el Ministerio de Seguridad?

Más peritajes en contra

También, durante esta semana se conocieron los resultados de dos peritajes muy importantes. El primero fue que no se encontraron restos de ADN de Maldonado en los vehículos de Gendarmería en los que supuestamente el artesano podría haber sido llevado. El segundo, es el que determina que el fiscal Alberto Nisman no se suicidó, sino que fue asesinado. Creo que no es necesario agregar nada sobre el asesinato de Nisman y a quien o quienes compromete. Es tan obvio como que al fiscal lo mataron y no se suicidó. Ahora debemos esperar que la Justicia encuentre a los responsables, materiales e intelectuales del aberrante hecho, cosa que, tratándose de nuestra Justicia puede demorar décadas.

Inseguridad para todos

El premio Nobel de la Paz, Pérez Esquivel, fue víctima de una "entradera". Hasta acá, una noticia común y corriente para cualquier argentino. Los delincuentes fueron atrapados y se logró recuperar todo lo robado, pero lo curioso no es ni el robo ni la detención de los ladrones, sino lo que le habían robado a Pérez Esquivel: Joyas, 4.500 dólares, 3.000 pesos, 3.000 euros, ocho teléfonos celulares, armas, cartuchos, un handy para escuchar frecuencias policiales y un binocular. Realmente -excepto las joyas y los 3.00 pesos- elementos muy extraños, todos, para estar en posesión de un premio nobel de la paz.

Un detalle: En declaraciones al periodismo, Pérez Esquivel dijo: "No descarto que sea un mensaje. Eran de pelo corto como de una fuerza" queriendo instalar que era algo armado por el gobierno, en lugar de justificar porque tenía lo que tenía.

Médico asesino

Como ya hemos dicho, en Argentina casi todo funciona al revés, especialmente en la justicia. Como ejemplo de ello, podemos citar el ejemplo del médico que mató a un ladrón e irá a juicio pudiendo ser punible de una condena de hasta 25 años de cárcel. Se trata del episodio protagonizado por Lino Darío Villar Cataldo, de nacionalidad paraguaya, que el año pasado reavivó el debate en torno a la legítima defensa, junto a otro caso, el del carnicero Daniel "Billy" Oyarzún, ocurrido en la ciudad de Zárate.

Recordemos que el cirujano alegó legítima defensa cuando un delincuente irrumpió en su casa para llevarse su auto. Sin embargo, la fiscal pidió que el médico vaya a juicio oral, pero acusado de un homicidio agravado por el que podría ser condenado, como dijimos, a una pena de hasta 25 años de cárcel.

Tomas de colegios

Como ocurre casi siempre antes de las elecciones, a los alumnos se les da por tomar colegios.

Esta vez es porque están en contra de la reforma educativa que propone pasantías. Realmente, no hay mucho para analizar.

Lo único que podemos agregar es que, como casi todo en nuestro país, esto también pertenece al mundo del revés.

Finalmente, Cristina dio una entrevista

Tampoco se puede agregar demasiado sobre la entrevista de Cristina, donde vimos a la ex presidenta como realmente es, una abanderada del cinismo. De hecho, no dijo nada nuevo, nada que uno no sepa.

Hizo lo que hizo siempre: mintió descaradamente. Tal es así que luego de la entrevista, fue más comentado el rol de su entrevistador, Luis Novaresio, que las declaraciones de CFK.

La frutilla del postre, el mapuche flogger

Para finalizar la semana, el periodista Nicolás Wiñazki presentó en el canal de noticias TN, un informe —que en realidad es una historia tragicómica— mostrando el pasado flogger del líder del grupo terrorista RAM. ¿Es necesario agregar que todo esto es un gran circo?

Repito: No descubrimos nada nuevo si decimos que el nuestro es un país único, curioso, donde casi todo funciona al revés y de una manera vertiginosa. Todos estos hechos, realmente patéticos, y muchos más, transcurrieron en Argentina en menos de una semana.