La otrora presidenta, Cristina Kirchner, encabezó en el día de hoy una caravana en el emblemático y ultra kirchnerista partido de La Matanza.
La partida de la caravana fue celebrada con fuegos artificiales, papelitos y gritos de los vecinos y militantes, algunos con banderas argentinas, y la marcha peronista interpretada por una orquesta musical.
La candidata a senadora nacional por el frete Unidad Ciudadana, ratificó su compromiso de representar a los sectores que “quieren recuperar la Argentina del trabajo, la escuela pública y la producción” y culpó al gobierno nacional de “apostar por la división”.
Vale aclarar que durante la entrevista que tuvo con el diario El País de España mencionó textualmente: “¿Cómo puede ser que una fuerza estigmatizada, perseguida, sin recursos económicos pudo ganar en la provincia de Buenos Aires a un Gobierno que cuenta con todos los medios de comunicación y todos los recursos?, la verdadera hazaña democrática es lo que hizo Unidad Ciudadana con absolutamente todo en contra”.
De ser real esta declaración, no podría haber producido actos de tal índole ni podría contratar la publicidad que ostenta.
Otra frase que habría que analizar es la de “apostar por la división” culpando al oficialismo, cuando, sin ánimos de favorecer a ningún partido político, el peronismo está hoy más dividido que nunca.
Mientras continuaba con la caravana citó “Vengo a La Matanza con el recuerdo de Néstor (Kirchner) que en 2003 me decía que tenía que conocerla y ver lo grande que era ese lugar donde el pueblo te abraza. Acá estamos los candidatos de Unidad Ciudadana, asumiendo el compromiso de representar a los sectores que quieren recuperar la Argentina del trabajo y la educación pública”, aclaró la exmandataria al hablar desde un camión con acoplado frente a una nutrida multitud.
En la caravana que tuvo un recorrido de 20 cuadras acompañaban a Cristina su compañero de binomio, Jorge Taiana, el candidato a diputado nacional, Fernando Espinoza y la intendenta del distrito, Verónica Magario.
Cada vez que la ex jefa de estado habla se mete más y más adentro de un agujero que parece no tener fondo, mostrándose incoherente frente a sus mismas palabras, las cuales se contradicen constantemente y de manera grotesca y haciendo parecer que no tiene memoria.