“Trabajamos para fortalecer la ética y la integridad en la administración pública nacional, a través de la prevención e investigación de la corrupción y la formulación de políticas de transparencia”.
Así es la presentación de la página web de la Oficina Anticorrupción de la Nación. Lo curioso es que, para hacer su trabajo, el organismo ha decidido contratar a una consultora por el desorbitante monto de un millón trescientos veinte mil pesos ($1.320.000).
O sea, la Oficina Anticorrupción le paga a un tercero para que le diga dónde está la corrupción.
Ello se dio a conocer a través del Decreto 1030/16, en su artículo 9, donde se habla de contratar un "servicio de consultoría para la elaboración de un mapa de riesgo de corrupción de un organismo público de complejidad”.
Nada que agregar. Nada.