El ex titular de la AFIP -dicen quienes lo conocen íntimamente-, no es un hombre de reacciones intempestivas, pero cuando lo acosan indiscriminadamente y lo traicionan serialmente es capaz de arremeter como león salvaje enjaulado que le abren la reja y arremete contra todos y contra todo. Y para que eso ocurra falta muy poco.
Es sabido en varios círculos del poder que Echegaray era asesor de Mauricio Macri (aún estando al frente de la AFIP, algo indebido), porque ambos eran amigos desde hace años.
El propio Echegaray decía que la embestida contra él propiciada después del cambio de gobierno tenía en el Presidente un aliado incondicional en base a su relación íntima y un supuesto afecto mutuo.
No se trataba de que Macri moviera influencias para salvarlo de los presuntos ilícitos cometidos al frente del organismo recaudador. Pero Echegaray nunca pensó que Macri iba a nombrar en ese organismo al verdadero salvador y protector de los Lázaro Báez, Cristóbal López y otros grandes evasores al que le perdonó la vida y no los sancionó. ¿Quién fue? Alberto Abad, quien estuvo al frente de la AFIP de Cristina Kirchner.
Y menos pensó que le iban a enrostrar a él todas las irregularidades cometidas por Abad. Entre ellos había una diferencia sustancial. Mientras Abad propiciaba el cierre de todas las empresas que evadían impuestos con la nefasta consecuencia de dejar miles de personas sin trabajo, Echegaray fue de la idea de darles condiciones de pago para permitir que las firmas permanecieran activas y sus trabajadores no perdieran el empleo.
Luciano Botto es un funcionario de la AFIP de extraños procederes en favor de Echegaray. Realizaba fastuosos viajes a Miami junto con su suegro y 11 familiares más para supuestas vacaciones pero había más que eso, según dicen en la AFI que ahora se encarga de investigarlo. Se trata que Echegaray tampoco orinaba agua bendita pero creía que tenía cierta inmunidad o que nadie sabía a ciencia cierta sus movimientos non sanctos.
Cuando se fue de la AFIP Echegaray llevó copias digitalizadas y embaló miles de carpetas de maniobras sucias que eran perdonadas por el organismo. Hasta documentos sobre la familia Macri.
¿Si Luciano Botto las llevó al exterior, entre otras de sus tantas maniobras? Eso estará por verse.
Lo cierto que es hoy Echegaray se cansó de la persecución por delitos que él no cometió (está probado que a Báez y López y Macri entre muchos les perdonó la vida Abad).
Pero Echegaray acorralado está dando a entender que toda la documentación sobre evasiones multimillonarias saldrá muy pronto a la luz y no son pocos quienes se verán perjudicados y deberán ser llamados por la justicia para declarar por delitos impositivos gravísimos. Quizás, hasta el propio Presidente Macri.
Algo así como decir… “si me tocan a mí, me los llevó puestos a todos, incluido a Abad”.
Esta historia sigue.