Ficha Técnica / Artística
Título original: Corazón de Titanio – Género: Drama psicológico.
Dramaturgia: Miguel Ángel Diani – Dirección Alejandra Galdame.
Reparto: Julia Azar (Cristina) y Gabriel Nicola (Lorenzo).
Iluminación: Mario Bruno – Escenografía y Vestuario: Asociados Eugenio Zanetti, Iván Salvioli y Cecilia Carini.
Música: Luis Sticco – Producción: Hnos. Warnes.
Fotografía y video: Plano Tres Toma Uno /Lacio Splendiani.
Prensa y RR.PP.: Alfredo Monserrat.
Sala: Teatro del Pueblo. Av. Pres. Roque Sáenz Peña 943, CABA. Reservas: www.alternativateatral.com – Funciones: domingos 20 Hs. Costo localidades: $250.- Reservas: 4326-3606 – País: Argentina. Año: 2018 – Duración: 70 min. Estreno: 30-04-2018.
El dramaturgo Miguel Ángel Diani (“Serial”, 2006), con su pluma irreverente y desprejuiciada – acostumbrada a hurgar en lo profundo de la condición humana –, nos obsequia otra pieza de autor sui géneris: una familia disfuncional y sus turbios secretos doméstico que emergen de la fusión del incorruptible metal y de la humanidad abatida. Asistimos a la narrativa en clave dramática-psicológica, cruzada de humor negro y grotesco porteño. La obra “Corazón de Titanio”, es una pequeña muestra que con escasos recursos de producción, cuando la solidez del libro despunta, se pueden obtener excelentes resultados en el espacio escénico. Historia minimalista del teatro Off, que atrapa, entretiene y emociona.
Anatomía de la obra. En un montaje austero, son dos actores que juegan a la convención teatral. La “mater familias” Cristina (Julia Azar) y su hijo Lorenzo (Gabriel Nicola). Con parlamentos duros y de confronto, darán luz a la verdad. Una madre y un hijo se conectan con sarcasmo e inteligencia, en los lugares más oscuros de sus vidas, repensando aquellos hechos que creían superados y que vuelven y cuestionan (¿?). El perfil de madre castradora y dominante, versus el hijo sumiso y con cierto retraso madurativo. Toda vida de relación posee secretos que salen a la luz, al menos si una parte lo desea. Pero al hacerlo, dejan huellas indelebles. Una trama visceral de reproches y burlas cruzadas, de amor filial, humor negro y absurdo. Bajo un modelo narrativo inteligente, el autor, nos propone un orden cronológico conjugado: de in media res al modelo alternante. Juega con las secuencias del espacio-tiempo narrativo. Así, mantiene la intriga de una acción principal y los hechos secundarios. Pasado, presente y futuro, se condensan en un mismo lenguaje teatral.
Se aproxima Cristina que entra a escena desde el “fuera del campo” (escenario). La estética del guión, se asocia al mito griego de la Caja de Pandora. El dios Zeus había dotado a Pandora – la primera mujer de la historia, hecha por Hefestos – de una gran curiosidad. Al abrir la caja, se escaparon de su interior todos los males del mundo. Cuando atinó a cerrarla, sólo quedó en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza. Lo que se juega en “Corazón de Titanio” es justamente eso. Las cajas de titanio de la puesta, como metáfora de las consecuencias catastróficas de la verdad, pero también de la catarsis liberadora de lo que subyace en el relato.
La partitura musical de Luis Sticco, es un vehículo incidental que suma suficiencia. Condensa la narrativa en un teatro que pone el cuerpo a las emociones y conceptualiza. La gestualidad del personaje Nicola, bien secundada por su partenaire, Azar, conduce un dueto sólido a la hora de caminar el espacio escénico. Es la incertidumbre de la Caja de Pandora en la nueva modernidad. Ella la enfrenta y hace catarsis con el hijo. Hoy todo se visualiza, y se expone. Es la instantaneidad de lo temporal que asedia y asfixia. El lenguaje teatral está impregnado de voces catafóricas: “tu padre sí que conoció el dolor”; “¡siempre fuiste mala, mamá!”; “Tu vida es una mierda” (SIC). Es el realismo y la violencia verbal que explota y trasciende. Momentos de angustia y tensión, pero dura poco: la comicidad y la ironía – como fuerzas arrolladoras – descomprime el dolor y la incertidumbre. El público disfruta de ese crujir sobre tablas.
La Caja de Pandora se cierra. ¿Qué ha quedado ante los ojos de los espectadores? Una sátira en progreso, de un modelo de modernidad que no deja escapar casi nada. Como en la física teórica de los agujeros negros, que nada escapa, ni siquiera la luz. Que transforma los sentimientos humanos en la interminable comedia de la vida. ¿Qué lugar juega la autocrítica en la representación artística? ¿Y en nuestras vidas? Ecuaciones que deberá cerrar el soberano. Ya que el autor – como buen mensajero del suspenso– hizo mutis por el foro.
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Puntaje de la obra de teatro: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Gabriel Nicola 4 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente /imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta / buena
2 Tribunas: regular
1 Tribunas: mala /pésima