En las últimas horas, la Corte ecuatoriana ordenó prisión preventiva de Rafael Correa. Su detención tiene que ver con el secuestro de un ciudadano de su país en Bogotá.
La decisión, polémica para muchos, fue tomada por la jueza de garantías penales de la Corte Nacional de Justicia, Daniella Camacho, a petición de la Fiscalía de ese país.
La víctima del secuestro, Fernando Balda, es un ex asambleista opositor de Correa, a quien presuntamente integrantes de la inteligencia ecuatoriana intentaron secuestrar en el barrio Cedritos de Bogotá, en 2012.
Balda, que acompañó a Correa en su partido Alianza País, se convirtió en crítico de Correa en 2009, pasó a la oposición y terminó refugiándose en Colombia.
En Bogotá, se radicó con su pareja, Vanessa Castelo, y sus cuatro hijos en el barrio Cedritos, al norte de la capital colombiana. Allí, fue víctima de dos ataques. En una primera oportunidad, hombres lo interceptaron y lo llevaron a las autoridades de migración con el fin de deportarlo a Ecuador, pero quedó libre a las pocas horas, pues no había orden de captura de Interpol en su contra.
En la segunda, un grupo de hombres intentó secuestrarlo, pero varias patrullas y vehículos de servicio público persiguieron el vehículo en donde lo llevaban secuestrado e hicieron que los captores lo dejaran libre y escaparan.
Las investigaciones que adelantaron las autoridades colombianas mostraron que detrás de la operación había agentes de la inteligencia ecuatoriana que actuaron ilegalmente en Colombia.
Las investigaciones continuaron en Ecuador en donde las autoridades capturaron a varios agentes de inteligencia que participaron en la operación, estos contaron detalles del caso y delataron a los demás involucrados, entre ellos altos funcionarios de ese país.
Todos afirmaron que la orden provino de Correa y la propia Presidencia destinó los recursos económicos necesarios para ejecutar el plan.
En estas horas, Correa se encuentra viviendo en Bélgica, país que no tiene extradición.