Que un sábado a la tarde te llame una fuente tribunalicia harto confiable para darte lo que dice ser la primicia de la semana, no es algo que pasa seguido.
Pero en tiempos donde todo puede ser cierto y corren "fakes nwes" a granel, el rumor no suena desechable.
Nos dicen que dos empresarios arrepentidos confesaron hace horas que hicieron negocios millonarios con dos gobernadores a los cuales la Justicia quiere llevar al calabozo antes de que cante el gallo.
Uno de ellos es Gildo Insfran, del que se podía esperar esto y mucho más.
El otro ex gobernador sacudiría todo el andamiaje político social. Se trata de Daniel Scioli, cuyos desmanejos fueron denunciados casi al comienzo de su mandato por María Eugenia Vidal.
Pero ahora, con la confesión de un empresario que quiere salvar el pellejo a toda costa, el ex motonauta está en la mira del juez Claudio Bonadio y nos dicen que su ida a prisión en horas es un tema confirmado.
No hay mucho más que decir ahora, pero viniendo de una fuente judicial harto confiable la noticia no parece estar errada.
Aunque ya no lo quiere ni Cristina Kirchner ni muchos peronistas, la noticia está por sacudir el arco judicial como ningún otro hecho coyuntural.
Solo hay que esperar unas horas para ver si se confirma. Porque los empresarios empiezan a hablar y se viene algo más que el diluvio para la patria corrupta.