Creo haber tenido el honor de bautizar a la Asociación Argentina de Actores (AAA) como la “Triple A”, por sus conductas rayanas al fanatismo dialéctico y por su metodología de propaganda política. Luego escuché el mismo vocablo y acepción, al colega periodista Jorge Lanata. El talentoso actor Luis Brandoni, tras su renuncia a la institución tomada por el integrismo populista los calificó: “Es una mamarrachada kirchnerista. Desde hace uno años a esta parte la AAA son la Asociación kirchneristas de Actores, con lo cual no me representan hace mucho”. En otra oportunidad, el actor de “Esperando la Carroza” (Alejandro Doria, 1985), los trató de unidad básica peronista. Estos eventos de crítica a la institución - presidida por la señora Alejandra Darín-, se registran a la fecha como aluvión.
El que escribe, confirma las palabras de Brandoni. Por mi trabajo, tengo la oportunidad de dialogar con actores todas las semanas, y según me cuentan, la mayoría piensa igual: “a mí no me representan estas personas”, escucho decir y quejarse sobre la manipulación política y torpe de una entidad (ONG) que tendría que ocuparse de gestionar beneficios de sus afiliados artistas, y no ser alcahuetes de una ideología que ya no está en el poder. En otra oportunidad fue la insólita defensa del periodista “militante” K, Víctor Hugo Morales, siendo estas actitudes poco serias, por no decir impresentables.
Esta semana recibí un e-mail de la Asociación Argentina de Actores, donde no sé si tomarlo a risa, o pensar que son los delirios cósmicos de enajenados que cooptaron una asociación de profesionales del arte escénico. Bajo el título: “Apoyo a las Abuelas de Plaza de Mayo. Rechazo a las declaraciones públicas de Alfredo Casero”, una breve nota donde expresa los siguientes conceptos: “ Las inadmisibles declaraciones públicas de nuestro afiliado Alfredo Casero / que pone en duda la honorabilidad de las Abuelas de Plaza de Mayo / nos obliga en nombre de nuestro gremio, a pedirles perdón / la inestabilidad e incapacidad por dicho afiliado para ponerle un límite a su incomprensible odio /es una conducta abominable / cercano a la apología del delito / [….] Concluye con el consabido relato mitológico: “Por los 30 mil desaparecidos. Memoria, Verdad y Justicia”. Firmado: Consejo Integral.
En primer término, el actor Alfredo Casero habla como ciudadano, no involucra a todos los actores, como sí lo hace de forma maniquea la asociación gremial. En una república libre y democrática, los individuos hablan y se expresan sin censura. Cuestiono: ¿Por qué el artista Casero debería considerar “patrimonio moral de nuestro país” a Estela de Carlotto y su grupo? Esta mujer hace política partidaria y en forma rayana al delirio: se abrazó con dictadores de la talla de Fidel Castro, Hugo Chávez, que apoya a Nicolás Maduro, al tiempo que reivindica la lucha armada de los ´70. (1)
¿Quiénes están cercanos a “la apología del delito”? En todo caso, el que rinde pleitesías y genuflexión a quienes fusilaron y violaron todos los derechos humanos en sus países. Son crímenes de lesa humanidad que Carlotto no mira y se hace la distraída. AAA y Señora de Carlotto: una bala de fusil no tiene ideología, mata por igual a personas de derecha o izquierda. Claro está, la racionalidad y la ciencia es enemiga del negocio y la industria de los derechos humanos. ¿Señora de Carlotto, quién “tiene una conducta abominable”? Ud. jamás le pidió perdón a Ernestina de Noble, cuando supo que los hijos de la otrora dueña de Clarín, no eran de desaparecidos. Y por último, ¿Quién tiene la vara más alta, cuando Ud. señora de Carlotto, defendió a los políticos del gobierno kirchnerista, y aquí y ahora, aparecen bolsos con plata de la corrupción K que Ud. señora aplaudió en Casa Rosada? Hoy, los mismos están en la cárcel o procesados. Señora de Carlotto, ¡los pañuelos blancos no se manchan!
En conclusión: a la “unidad básica peronista” de Actores que al menos lean y no sean ignorantes: El Informe Nunca Más de la CONADEP (2) estima en 8.960 el número de personas desaparecidas. Al tiempo que el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) promovido por Néstor Kirchner, en 2006, estipula: 8.377 víctimas. ¿Quiénes son señores de la AAA “inestables e incapaces”? ¿Quiénes ponen en duda “la honorabilidad” del Informe Nunca Más? Basta de propaganda política berreta y agitadores mesiánicos, para sembrar el descontento y la indignación popular. El kirchnerismo duro profundizó la grieta de los artistas llevado su encono a una triste mascarada: se valió de la industria del Arte como instrumento de dominación cultural. Actores, ¡Zapatero, a tus zapatos!
El talentoso actor y humorista Alfredo Casero, atacado por la dirigencia sindical ultra K de la AAA: ¿quiénes están cercanos a “la apología del delito”? En todo caso, Estela de Carlotto, que se abrazó con dictadores de la talla de Fidel Castro, Hugo Chávez, que apoya a Nicolás Maduro, al tiempo que reivindica la lucha armada de los ´70.
Censurado por pensar diferente. Alfredo Casero pide respuestas y los llamados organismos de derechos humanos hacen lobby para que levanten su obra de teatro: “¿De qué no se puede hablar? Título premonitorio que ilustra la censura más reaccionaria. El unipersonal fue bajado de cartelera en Salta y Tucumán, impidiendo su legítimo derecho a trabajar. El arte no es “militante” y no resiste chicanas.
1) Estela de Carlotto y los años ´70: "Reivindicamos el valor de la lucha"
2) Conclusiones Informe CONADEP
Gustavo Contarelli