La Convención de la UCR debatirá mañana al menos tres posturas: La primera, ampliar la coalición de electoral, una segunda que apunta a ir a unas PASO con candidato propio contra Mauricio Macri, y la tercer, dejar en libertad de acción a los afiliados.
A partir de las 14, los 347 convencionales de la Unión Cívica Radical se darán cita en Parque Norte para definir qué estrategia tomar con vistas a las elecciones de octubre.
Todos parten de un mismo diagnóstico: la mala gestión económica de Cambiemos, y el retroceso que viene mostrando el partido de Yrigoyen y Alem en los últimos comicios.
“No se puede gobernar con la polarización, y tampoco ganar elecciones”, dijo la semana pasada Alfonso Prat Gay, quien se mostró partidario de que “Cambiemos deje de ser una coalición electoral para que pase a ser una de Gobierno”, con mayor poder de decisión del radicalismo.
Esta postura es seguida por los radicales porteños, algunos de Santa Fe, y los cordobeses de Mario Negri, quienes impulsan una eventual PASO entre Mauricio Macri y Martín Lousteau.
Esta postura recibió la reprimenda de su némesis, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien dijo que un presidente “no va a internas”, y muchos convencionales no ven a Macri como un mal candidato, y consideran que una elección lo podría debilitar de cara a octubre.
Otro grupo, que impulsa el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, quiere “ampliar Cambiemos”, y para ello busca a los peronistas, socialistas, y a Roberto Lavagna.
Pero lo malo de esta postura es que los propios peronistas no quieren quedar “pegados” a una fórmula en la que no tiene protagonismo. Para eso, que primero gane las elecciones, y que luego los convoque.
Además, el propio Lavagna dijo que no quiere unirse a uno de los dos sectores de “la Grieta”.
Por último, están los convencionales que responden a Ricardo Alfonsín, Federico Storani, y Juan Manuel Casella, entre otros, que directamente plantean salir de Cambiemos y que la UCR en su conjunto apoye directamente a un candidato radical, que podría ser Lousteau, o una alianza interpartidaria, con Lavagna a la cabeza.
Esa es la postura más clara y definida, pero de la cual no se sabe cuánto apoyo tendrá, ya que la Convención Bonaerense, territorio del cual provienen estos dirigentes, votó hace 15 días, continúa en Cambiemos sin ningún tipo de modificación.
Ante este juego de posturas, existe la posibilidad de que la Convención no llega a un acuerdo satisfactorio que reúna la mayoría de los votos y los radicales terminen dejando en “libertad de acción” a sus afiliados.
Lo que se sabe que a diferencia de la Convención de Gualeguaychú, hace cuatro años, ahora habrá siete minutos para cada orador, con un máximo de 10 minutos, como para que a final del día se sepa el resultado del centenario partido. Fabián Quintá