La campaña electoral que tendrá como primer destino las PASO del próximo 11 de agosto, se está poniendo cada día más caliente, los cortos audiovisuales ya comenzaron a cubrir la gran parte propagandística y las balas cada vez se cruzan con mayor rabia.
Los spots son asaz llamativos por su inusitado grado de desprovisión de fehaciente información hacia el votante.
Los tres frentes que más caudal de votos suman son: el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y Consenso Federal y al repasar, casi sin análisis, la publicidad política, se puede encontrar que ninguna de las tres propuestas con mayor probabilidad de acceso al Gobierno, son del todo sensatas.
En el caso de Alberto Fernández, precandidato presidencial del Frente de Todos, habla de Néstor y la unión para sacar al país de la crisis, eso sí, no menciona a Julio de Vido, Roberto Baratta, Lázaro Báez y toda esa “asociación” que buscó insaciablemente poder y dinero.
Tampoco explicita, por obvias razones, el por qué se le pagó al Fondo Monetario Internacional, la respuesta es escueta: para que el organismo prestamista no se meta en las arcas económicas del país y puedan llevar adelante el latrocinio sistemático que dejó a un Estado en quiebra profunda.
“soy profesor de la UBA, fana del Bicho y me gusta pasear a Dylan. Soy un tipo común” menciona en otra parte del video.
Es de dudar que un tipo “común” haya tenido vínculos mientras ejercía como jefe de Gabinete k, ya sean por acción u omisión, con el narcotráfico, o que llame a los medios para apretar a periodistas críticos, por lo que no se puede describir como “conciliador”.
Por último asevera que, junto a Cristina, va a ordenar el caos. Si se tiene en cuenta el desorden que dejó el kirchnerato al salir del poder en el 2015, es dudoso que ello pueda pasar.
Mas allá de lo mencionado, el spot va dirigido a generar empatía, simplemente eso, no hay mucho más para ahondar ya que de propuestas carece.
En el caso del oficialismo, que intentó y fracasó dar una visión de apertura al abrirle la puerta al senador nacional peronista Miguel Ángel Pichetto, la cual se cerró detrás de él, la publicidad se basa en la obra pública. Es lógico, Mauricio Macri es un ingeniero.
Sin embargo se le puede endilgar otro sentido, es dable mencionar que en el tópico de la obra pública, el kirchnerismo no está bien visto. Entre las obras que nunca se realizaron, las que no se terminaron, los sobreprecios, los retornos, las licitaciones apócrifas en beneficio de Báez, etcétera; deja al principal opositor del macrismo en un muy mal lugar.
No obstante ello, nada se habla respecto de la economía, una bomba que le explotó en la cara al actual Gobierno y que perjudicó al ciudadano, ya sea por impericia o por falta de recursos para manejarla.
Por último, pero no menos importante, está Consenso Federal, que lleva a Roberto Lavagna como precandidato a presidente y a Juan Manuel Urtubey como precandidato a vice.
“Elegir entre el miedo y el dolor no es alternativa” se puede escuchar en un fragmento del spot de campaña, lo extraño es que lo dice un frente que como opción para la vicepresidencia lleva a un gobernador que dejó a la provincia de Salta con el narcotráfico en constante ascenso.
A quien le quepa alguna duda de la “vista gorda” de Urtubey, solo debe buscar alguna referencia de él contra el tráfico de estupefacientes. No encontrará nada, ya que no existe.
Y también menciona una frase que da cuenta de que su única opción de ganar es el miedo de una eventual victoria de cualquiera de los otros dos Gobiernos: “¿los vas a dejar volver?, ¿los vas a dejar seguir?” se menciona en otra fracción.
“Solo vos podes terminar con esto y solo se puede hacer con consenso”, lo dice quien no supo consensuar para armar lo que llegó a llamarse “Alternativa Federal”.
En ese sentido hay algo en lo que las tres publicidades políticas coinciden: el “no votes al otro”. Ya sea de forma directa o indirecta todos hacen una referencia a otro partido de forma crítica con el objetivo de que la corriente los oriente hacia la victoria.
Con la escasa oferta electoral, el miedo al otro se convierte en la mejor propuesta, y sobre todo en el mejor aliado.