Argentina tiene, a nivel de ingresos, números que no le cierran. La recaudación hace agua y alcanzamos un desbalance de varios puntos del PBI, aunque se nos quiera disfrazar la situación con el subterfugio del publicitado "déficit primario", donde no se cuentan los servicios de la deuda, por ejemplo.
Lo cierto es que, en un país de monotributistas, donde el trabajo que se crea es de pésima calidad, llevo casi una semana tratando de pagarle mi deuda al AFIP sin poder alcanzar mi objetivo.
Día uno: para que no me den de baja y me quede sin poder facturarle a mis "clientes", ingresé a mi cuenta en afip.gob.ar y calculé lo que debía pagar sumando meses atrasados e intereses.
Entonces, empezaron los problemas. La Administración Federal de Ingresos Públicos me anuncia que no puedo abonar en Pago Fácil, Rapipago o cualquier entidad crediticia pública o privada como hacía hasta hace pocos meses.
De hecho, en esos sitios puede pagarse de todo (luz, gas, cuentas del gobierno de la ciudad, cuotas de empresas privadas, planes de pago, etc) pero ya no se acepta dinero destinado al Estado Nacional.
Día dos: dejo de lado mis actividades laborales y voy hasta la sede de AFIP de Balvanera, sobre Rivadavia al 2400.
Me llama la atención que ya no atienden en las cajas doce empleados. Apenas, hay un solitario jovencito. Tampoco existen ochenta o noventa personas sentadas en el amplísimo hall esperando que les toque su número. Solamente son hoy dos o tres. ¿Por qué? Porque el AFIP ahora te obliga a hacer todos los trámites online.
Le cuento a la empleada de informaciones que quiero pagar mi deuda y, amablemente, me da un papel para que siga instrucciones y haga todo desde mi casa o un ciber.
Le insisto en que tengo el dinero en el bolsillo, que por favor me cobren la deuda. Con una gran sonrisa, me dice de manera sobradora que "esos trámites sólo se hacen por home banking". Le digo que no tengo ese servicio y, entonces, me manda a mi banco a empezar el trámite.
Día tres: vuelvo a postergar mis ocupaciones diarias y voy hasta mi entidad para depositar dinero en mi caja de ahorro y trato de dar de alta el home banking. Concurro a un cajero electrónico y pido una clave.
En mi casa, una vez más no puedo pagar, porque me faltan "las coordenadas" que se pide para generar la clave definitiva. Vuelvo a la institución y me dan un papelito impreso para que intente ahora sí tener mis números en orden.
Día cuatro: ahora sí, ya cumplí mis deberes. Ingreso en mi cuenta y, una vez más, el AFIP me dice que no puedo pagar.
Tengo el dinero en mi caja de ahorros, tengo mi home banking, tengo voluntad de estar al día pero la página me niega la cancelación.
Me dicen que tengo que emitir un VEP, Volante Electrónico de Pago. Como no sé hacerlo, debo llamar a un contador amigo, a quién deberé abonarle honorarios por su gestión.
Día cinco: con el VEP que me dio el día anterior el CPN y recordando a Joe Rigoli en su célebre gestión para plantar un arbolito, pruebo y, una vez más, no tengo éxito porque el VEP se calcula día por día y como ya pasaron 24 horas, no puedo abonar.
Ergo, debo volver al profesional y gestionar un nuevo BERP. Harto y enceguecido, me siento en mi PC y compruebo que hoy tampoco me acepta el pago.
Ya fui al AFIP en persona y en vano.
Ya deposité el dinero en mi caja de ahorro.
Ya generé, a desgano, mi cuenta de home banking, luego de varias visitas e mi banco.
Ya contraté un CPN para que me confeccione un VEP
No sé qué hacer. Llevo gastado un montón de dinero en taxis, subtes, colectivos, contadores, cibers y sigo como al principio.
Mi cuenta se puede caer en cualquier momento.
Si me dan de baja ya no podré facturar y sé que los trámites para "levantar" una cuenta en AFIP son más que tortuosas.
Desde el escenario de la 9 de Julio, ante cientos de miles de personas, el presidente me dice que han "desburocratizado y despapelizado" los trámites.
¿Saben qué? Quiero que vuelva el viejo y querido burócrata. Quiero una persona para hablar face to face.
Quiero poder explicarle lo que me pasa. Quiero que me cobren y se vayan a la reputa madre que los re mil parió.
Coincido en que en muchas ocasiones, las explicaciones en la página de la AFIP para realizar los trámites no son suficientes. Yo también soy monotributista y la primera vez siempre cuesta (Y eso que tenía 29 cuando empecé a realizar los trámites). En la sucursal de mi ciudad, hay un par de personas y cuentan con un par de computadoras in situ. Si pedís ayuda, te dan una mano indicandote los pasos a seguir. Aunque no hace falta pagarle a un contador para eso. Si su contador generó el VEP, debe ingresar a la página de su Home Banking y empezar a remover entre los menúes hasta encontrar la opción. En mi caso está dentro de una pestaña de la AFIP propiamente dicha. ¡Suerte!
Soo todos unos ¡nutiles inservibles, como no vas a poder pagar con la moneda de uso legal; una locura, lo mismo que los aportes jubilatorios los tenes que pagar por tarjeta de debito. Toda una nueva forma de esclavitud del siglo xxi, son seres desquiciados y quieren enloquecer al resto. Lo quieren imponer como si esta bien y es normal, no no es normal el Estado tiene que ofrecerte varias opciones y el ciudadano elegir la que mas le conviene. Es un desproposito, una falta de respeto al ciudadano imponerle compulsivamente este sistema siniestro, ejecutado por seres siniestros que no tienen ningún tipo de empatia con el ciudadano que les paga sus sueldos.