Hace unos días redacté una columna disculpándome con algunas personas a quienes mencioné en un artículo al que titulé “Denuncian a un familiar del ‘Rey de la Salada’ por Contrabando y narcotráfico”.
Aquella nota se encontraba estrechamente vinculada con una serie de artículos titulados “gremios portuarios y delincuencia”, en los mismos hago mención de algunas personas que, nuevamente, no pude involucrar en la trama que allí se cuenta.
Por caso, uno de los allí nombrados, el señor Hipólito Benso, tuvo la amabilidad de comunicarse conmigo para manifestarme sus inquietudes.
La información que publiqué en las mencionadas columnas se desprendían de información que me habían hecho llegar algunas fuentes reservadas, sin embargo, la misma parece haber estado parcial o, directamente, errónea.
No fue de forma malintencionada que este cronista vinculó a personas que parecen no tener conexión con la trama que se cuenta en los artículos antes referidos, por el contrario, se actuó de buena fe en consideración a la información que aterrizó a esta redacción.
Es necesario insistir en las irregularidades encontradas luego de que otras personas manifestaran su preocupación por aparecer en las líneas allí escritas. Por caso, pude verificar que algunas de las informaciones que me habían hecho llegar no eran del todo certeras, ¿Si existían datos viciados, cómo confiar en lo que había recolectado?
Más aún, ¿Cómo podría ser ajeno al perjuicio causado hacia un grupo de personas y empresas que no parecen tener vínculo alguno con la trama contada?
Es en ese contexto que me encuentro obligado a redactar esta columna, conforme dicta la ética personal, para desvincular a las personas, reales y jurídicas, que allí menciono.
Por lo pronto deshabilité las notas en cuestión, no sin antes eliminar las líneas que podían encontrarse adentro ya que, por razones que desconozco, y a pesar de no aparecer en el diario ni en la herramienta (la parte interna), aún seguían apareciendo al ser buscadas en google.
Sin más que agregar, pido nuevamente disculpas sinceras. Se las pido a los perjudicados por lo publicado como así también a los lectores que confían cada día en nuestro medio entendiendo la independencia y confiabilidad con la que nos manejamos.
Lo acontecido fue un error propio que, con toda seguridad, puedo aseverar que no volverá a ocurrir y que, para evitarlo, chequearé la información por otros métodos no utilizados a la hora de escribir el artículo en cuestión.
Mis más sinceras disculpas y un cordial saludo a todos los que pude causarles algún problema.
Cuánto te pagó Vendo Hipólito para sacar esta nota rectificando y puliendo su nombre. Si bien no anda más en negocio turbios, sí estubo metido. Pero bueno te vino bien esa platita, ja ja ja
Benso Hipólito, chorro ladrón. Robó a dos manos en el puerto de Zárate. Donó millones y millones a los Testigos de Jehová por el complejo que están haciendo en el Tigre. Esa plata es toda plata de lavado de dinero del grupo Indalo. Y se hace el santo, ja ja dos una risa Benso.