Los casos de la mal llamada “justicia por mano propia” va in crescendo en la Argentina y promete escalar, ante la ausencia de respuesta del Estado.
El caso emblemático fue el de Jorge Adolfo Ríos, un jubilado de 71 años que baleó a Franco Martín Moreyra (26), un joven que había entrado a su casa, en Quilmes, con fines de robo.
Moreyra murió minutos después y la autopsia reveló que había recibido dos disparos que ocasionaron su deceso.
Días más tarde, un grupo de vecinos interceptó a un ladrón cuando intentaba robar un estéreo, lo redujo, se sumaron vecinos y el delincuente terminó golpeado y empalado.
ocurrió en la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza, donde el joven delincuente hizo lo que hizo en un estado calamitoso, “pasado de rosca” según los testigos.
Frente a este nuevo fenómeno, la polémica no tardó en surgir. ¿Está bien o está mal ocupar el lugar del Estado, legítimo dueño del monopolio de la fuerza?
Es una discusión que volvió a darse en las últimas horas en las redes sociales por la aparición del video que puede verse al pie de esta nota. Es otro hecho de justicia por mano propia, registrado en Berazategui, provincia de Buenos Aires, zona donde más está creciendo el delito, casi junto a la CABA.
Allí vecinos redujeron a un delincuente que había robado un almacén y lo golpearon, para luego entregarlo a la Policía.
El debate está abierto: ¿Está bien hacer justicia por mano propia? Ustedes tienen la palabra.