Entre tantas cosas anormales en un año anormal que ya termina sin que siquiera sepamos cuál será la nueva normalidad que nos espera, una de las cosas anormales ha sido ver gobernar al peronismo con una oposición sólida.
El 41% que votó la reelección de Macri no desapareció, no se diluyó, no se dividió al infinito, como había sucedido tras los gobiernos de Alfonsín o de De la Rúa. Esos votantes protagonizaron los banderazos y tuvieron la fuerza suficiente para congelar varias iniciativas del gobierno. Y los políticos que quieren representar a esa tajada tan interesante del electorado se preocuparon por no sacar los pies del plato. Por eso hubo poco borocotazos, los bloques legislativos de Juntos por el Cambio en Diputados y en el Senado no se partieron y sus pocos gobernadores no se pasaron al kirchnerismo. Hubo diferencias y tensiones entre macristas, radicales y lilistas, pero la sangre no llegó al río.
Sin embargo, ese estanque tranquilo de la oposición recibió esta semana un piedrazo. Y ha sido la propuesta de un gran acuerdo político que tiró Cristina Fernández en la carta en la que se despega de Alberto Fernández.
¿Qué hacer frente a esa propuesta? En la oposición hay de todo. El senador Miguel Ángel Pichetto, hoy Auditor General de la Nación, fue el primero en estar de acuerdo. “Creo que no es posible rechazar la convocatoria”, dijo Pichetto, un peronista proclive a aplicar la razón de Estado, por ejemplo a usar al Senado como cámara de protección de expresidentes acosados por causas de corrupción a la que algunos consideran un efecto inevitable del ejercicio del poder.
Es todo lo contrario a lo que piensa el radical Alfredo Cornejo, exgobernador de Mendoza. Para él un acuerdo es difícil porque, para eso, el kirchnerismo tendría que olvidarse de la reforma judicial y de todas las iniciativas que tiene en marcha para garantizar la impunidad.
Elisa Carrió calificó a la propuesta de CFK directamente como un “mentira”. Es más. Carrió dio a entender que para ella la carta implica que la expresidenta acaba de quitarle su respaldo a Alberto Fernández. “Yo lo sostengo porque es el presidente”, pese a criticarlo con dureza.
Las posturas más reticentes, claros, son de quienes no tienen responsabilidades de gobierno en medio de la crisis y no están a tiro de la extorsión presupuestaria de la Nación. Los gobernadores radicales hasta ahora no han tenido definiciones.
Algo parecido sucede en la mitad PRO del planeta opositor. Allí predomina el silencio, pero la carta de CFK fue recibido con mucho mayor escepticismo por quienes plantean diferencias de principios y tienden a hacer política en la grieta (desde el expresidente Macri hasta la exministra Patricia Bullrich), mientras los que apuestan a la avenida del medio, tienen alta imagen y sueñan con una candidatura presidencial, como Horacio Rodríguez Larreta no han dicho nada hasta ahora. Igual que la sigilosa María Eugenia Vidal.
La propuesta K de un acuerdo puede ser una pelota envenenada para la solidez que hasta ahora tuvo la oposición. Puede terminar en un acuerdo para afuera, pero una división para adentro.
Por suerte, no es un peligro inminente. Mucho antes de que la propuesta de Cristina pueda debatirse seriamente el propio Alberto Fernández debe terminar de descubrir si su jefa tiró la idea para ayudarlo o para soltarle la mano, si la pelota envenenada, más que para la oposición, no es para él.
Obviamente el más político de todos es Pichetto, pero es peronista.......... y responsable de no haberle quitado los fueron a CFK. Los otros dos parecen más rápidos y realistas. Y MM respondió, muy bien, planteó las bases mínimas para que ese encuentro sea posible. Obviamente mal recibida por los peronistas. No hay NI UNA acción de CFK que no esté envenenada. Está en su naturaleza.
Con una ridícula pero muy sonora misiva, Cristina Fernández intentó, inútilmente, despegarse de los innumerables fracasos que ha cosechado, en todos los campos, el más doliente viudo de su marido. Es, precisamente, aquél a quien ella, con un pase de magia que muchos calificaron en su momento como genial, designó por Twitter como Presidente, mientras se reservaba todo el poder. Esa tan despreciable como habitual actitud de la PresidenteVice fue ratificada con su conspicua ausencia –y la de su hijo- en el acto de entronización de la estatua de Néstor Kirchner en el vestíbulo del centro cultural que lleva, impropiamente por cierto, su nombre. El real afectado, acusado de tener un gabinete que no funciona, no tuvo más remedio que apechugar el desaire y tergiversarlo de imaginario apoyo. Aunque muchos de los ministros han sido puestos allí por la Vice, lo real es que son una caterva de torpes e inoperantes, comenzando por el propio Martín Guzmán quien, para intentar frenar el incendio devastador que la cuarentena infinita está provocando en los ya secos pastizales de la economía, sumado a la falta de confianza en la moneda nacional, no se le ha ocurrido mejor idea que emitir bonos en pesos, pero atados al dólar oficial (cuya corrección es necesariamente inminente), que pagarán 15% de interés anual cuando, en el mundo, la tasa se parece a 0%. Tanto se ha escrito sobre el tema de la carta marcada de esta tahúr que no amerita dedicarle mucho más espacio, salvo para referirse al curioso pedido -¿otra orden?- a Alberto Fernández para que convoque a un gran acuerdo nacional a todas las fuerzas empresariales, sindicales, sociales y, llamativamente, los medios concentrados. Con cualquier otra firma, la esquela hubiera debido ser aplaudida sin dudar, pero quien ahora pide tal concertación es la misma persona que tanto ha profundizado la grieta que divide a la sociedad argentina, y que tanto ha perseguido al capital y a la libertad de prensa. ¿Estará buscando que, a cambio, se le ofrezca la impunidad que sus sicarios no consiguen obtener en tribunales? Sin cejar en su batalla contra la Justicia y en su objetivo último de modificar la composición de la Corte Suprema, los soldaditos de Cristina continúan avanzando contra el Procurador General interino, Eduardo Casal, en el Congreso y en la Comisión Bicameral del Ministerio Fiscal. Hasta ahora, el kirchnerismo dice pretender que se designe al actual Juez federal, Daniel Rafecas, para ocupar el cargo; pero muchos sospechamos que, en realidad, están reeditando el proceso que, después del público rechazo a la candidatura del impresentable Daniel Reposo, Cristina Fernández logró su verdadero objetivo: designar a la militante Alejandra Gils Carbó con amplio consenso de la oposición. Quien dice creer que así sería es Elisa Carrió, que se desmarcó de Juntos por el Cambio y propuso apoyar la candidatura del cuestionado Juez, a quien ella misma denunciara ante el Consejo de la Magistratura por haber desestimado, in limine, la denuncia del asesinado Fiscal Alberto Nisman contra la actual dueña de la Argentina por el pacto con Irán; como tantas otras veces, salió a demoler una construcción política a cuya construcción tanto contribuyó, pero ahora parece haber caído en el delirio. Mientras la Corte Suprema continúa discutiendo interminablemente el fallo que deberá decidir la suerte de los tres jueces desplazados por el Senado a pedido de Cristina Fernández, la Justicia finalmente se puso las botas en dos casos peligrosos; por supuesto, me refiero a los desalojos ordenados en las tomas de Guernica y Santa Elena, en la provincia de Entre Ríos. En ambas, tanto como en las invasiones de los 'maputruches' (¡gracias, Jorge Lanata!) en la región de los lagos del sur, quedó al desnudo el auspicio oficial y la participación de altos funcionarios nacionales en los ilícitos; sin embargo, los magistrados asumieron el rol que la Constitución les impone y actuaron con coraje cívico, una virtud que parece faltar en algunos de los supremos. El otro frente de combate es la Cámara Nacional Electoral, para integrar la cual el oficialismo está cerca de designar al Juez federal Daniel Bejas; este magistrado es un lacayo de Juan Luis Manzur, el Gobernador de Tucumán, pero además fue el eterno abogado de José Alperovich, el actual Senador, de licencia por las denuncias de abuso sexual contra su sobrina. Para elegir a Bejas, quien dice ser el Presidente de la Nación lo privilegió sobre Alejandra Lazzaro quien, además de haber obtenido un mejor puntaje en el concurso, hubiera debido ser escogida por ser mujer para respetar la paridad de género que tanto proclama y promueve Alberto Fernández. Una vez más, los principios enunciados ceden ante las necesidades del oficialismo probando que el Presidente es un groucho-marxista de la primera hora. El domingo 8 de noviembre, volveremos a salir a la calle para reclamar por la libertad y la República, por el respeto a la Constitución, la división de poderes, el respeto a la propiedad privada y la garantía de la seguridad ciudadana, y a exigir un justo castigo para la escandalosa corrupción de la asociación ilícita que organizara Néstor Kirchner y que encabeza Cristina Fernández, rodeada de hijos, testaferros y cómplices de toda índole incluyendo, sin duda, a los más connotados empresarios del país.
La pregunta básica es: ¿VALE LA PENA NEGOCIAR PODER CON QUIEN NO TIENE PODER? Asimismo se supone que el presidente DEBERIA HABER EFECTUADO LA CONVOCATORIA, NO CRISTINA FERNANDEZ, quién no VA A ASISTIR A ESAS NEGOCIACIONES Y MENOS AUN ASUMIR COMPROMISOS "AJENOS", ELLA SEGUIRA CON LA SUYA. Pichetto, como PERONISTA sabe que de toda ROSCA algo puede salir. Pero eso es parte de la VIEJA CULTURA POLITICA PERONISTA DE COPTAR AL OPONENTE Y SOLTARLO CUANDO LA TORMENTA PASE. La oposición si es INTELIGENTE y no se "emborracha" de ansiedad viendo como el fracaso de sus detractores está mas cerca que nunca y mantiene la calma, debería tomar el consejo del Peronista Jorge Asis. "DEJEN QUE ALBERTO FRACASE EN PAZ". Es cierto que el que la pasaría mal y muy mal es la SOCIEDAD ARGENTINA, pero lo cierto es que si CAE ALBERTO CAE "EL REGIMEN", pues NI CRISTINA FERNANDEZ PUEDE NEGAR LO QUE FUERA SU "ORGULLO ESTRATEGICO", ¡LA EXITOSA COALICION ELECTORAL QUE LA DEVOLVIO AL PODER! Pero así como festejó AHORA debería asumir como "MADRE DEL EXPERIMENTO" las consecuencias de la PESIMA Y FRACASADA GESTION DE SU UNGIDO! Así como el 2001, esta cada día mas cerca, tambien es cierto que de esa crisis se SALIO INS-TI-TU-CIO-NAL-MEN-TE A diferencia de aquel golpe institucional, el PERONISMO, ahora no permitiría la autodestrucción, por lo que no extrañaría que "negocie" con la oposición una "huida negociada del regimen" con vistas a un gobierno de "Salvacion o unidad nacional", donde seguramente le darán mas prepondenrancia a los lideres opositores, mas afines, como Vidal, Larreta. Todo bajo la premisa "ENEMIGO QUE HUYE, PUENTE DE PLATA", todo en nombre de "terminar con la grieta". En realidad sería para ponerle la lápida al Cristinismo de manera elegante como se hizo con el Menenismo, es decir sin "matar" al referente, (ahí lo vemos en el Senado, condenado, pero "honorable"), pero si dejar de a lado A TODOS los fanaticos acomodaticios K (sobre todo a los frepasistas y Camporistas) y figuras panquequeros como Solá, Massa, entre otros. Es en esta etapa cuando CAMBIEMOS debe estar mas unido que nunca, por mas que algunas de sus figuras queden afuera, como sería el caso de Macri, Carrió, Peña y algun amarillo muy fanatico.
MIs condolencias y saludos para Ud. SIMIONI y para todos los Integrantes de CADENA3 por la muerte del señor MARIO PEREYRA.