Alberto Fernández no tiene el poder que debería tener cualquier presidente. Ni el poder político, ni el de decisión, ni de acción, ni ningún otro. Atado a la servidumbre que le debe a la jefa, es capaz de inmolarse sin recibir nada a cambio.
Esa aptitud quedó expuesta luego de que Cristina Fernández le dedicara una carta que debía haber sido para Néstor Kirchner. La vice lo desmereció y maltrató a su gente, pero Alberto dijo que la carta era de apoyo.
En público y en privado, puntuales referentes del peronismo lo incitan a romper con la ex presidenta, sin embargo el jefe de Estado solo salvaguarda la relación de odio al macrismo que los unió, aunque el asco mutuo les complica la normal gobernabilidad.
Sin embargo, Alberto sigue protegiéndola y pierde cada vez más terreno. La dueña de los votos sigue copando el poder. Ya pasó con la ANSES, cuando salió Alejandro Vanoli y la silla la ocupó la camporista Fernanda Raverta.
Lo mismo sucedió con la salida de María Eugenia Bielsa del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, fue reemplazada por un cristinista de la primera hora, Jorge Ferraresi.
Lo propio está por pasar con la procuración General de la Nación, el primer mandatario propuso a Daniel Rafecas, pero Cristina se lo vetó y busca que sea designada una fiscal de Santiago del Estero, Indiana Garzón, otra que no guarda los modismos a la hora de hablar de su postura Cristinista.
Y así, el Gobierno de Alberto parece estar apagándose, tal como dijo el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno el lunes pasado en una entrevista que le brindó a Viviana Canosa: “Está llegando al final, al menos como proyecto político”, aseguró el ex funcionario.
Es que no es para menos, Cristina le echa la culpa de todo lo malo, y lo dejo expreso en la carta al mencionar que quien toma las decisiones es el presidente y nadie más.
En ese sentido fue también que Moreno mencionó que el mandamás de la Casa Rosada “se llenó la boca hablando de los jubilados, por eso le dije el otro día: 'No tenés perdón de Dios. Les pagaste 19 mil pesos en diciembre de 2019 y, salvo que les des un extraordinario, les vas a pagar con el ajuste 19 mil en el 2020”.
El tiempo que le queda a Alberto para separarse de este matrimonio por conveniencia es cada vez menor, pero sobre todo, lo que se incrementa es el riesgo. Hoy tiene aún gente de peso en el Gobierno, ¿Pero por cuánto tiempo más?
Cristina no quiere a la ministra de Justicia Marcela Losardo, al jefe de Gabinete Santiago Cafiero, al ministro de Economía Martín Guzmán, al presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce, a la secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra; y a tantísimos otros funcionarios que sueña con verlos afuera.
¿Cuánto pasará para que la viuda de Kirchner reemplace a los funcionarios “que no funcionan” por gente propia? ¿Cuánto tiempo piensa perder Alberto para hacerle caso al ex presidente Eduardo Duhalde, quien le dijo “te la tenés que sacar de encima”?
Imposible saberlo. Por el momento sólo tiende a decir que los cachetazos de la jefa son caricias, que los proyectos que ella quiere tienen que ser enviados al Congreso y que las decisiones que ella toma son innegociables.
Y como no podía ser de otra manera, la presidenta del Senado avanza con sus jugarretas políticas, aprovechando el campo abierto para accionar que ostenta.
El ejemplo más claro es el de la postura que presenta frente al proyecto de ley de despenalización del aborto. Mientras ella asegura estar a favor, manda a su gente a oponerse para que su verdadera forma de pensar no quede expuesta. Cristina rechaza de plano la iniciativa, pero no puede hacerlo público.
Pero no es en el único tema que evidencia que avanza en sus maniobras políticas, aún sin importarle quien pueda caer, mucho menos si el que cae es el presidente.
Hace apenas unas horas, el senador nacional y siervo personal de Cristina, Oscar Parrilli, retornó con la idea de que los jueces deben ser designados por el sufragio: “A lo mejor, en algún momento tendremos que ir a que los jueces sean designados por el voto popular” manifestó.
Quien lo dice realmente es la vice, sólo que no personalmente, porque es de público conocimiento que cuando habla Parrilli en realidad habla Cristina.
En definitiva, Alberto participa de los actos, se come las puteadas, y carga sobre su espalda las decisiones que toma su compañera de fórmula y, sin embargo, esta última no parece tenerlo en consideración para absolutamente ninguna decisión.
No hay remate, si Alberto no se separa, pronto será demasiado tarde.
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Nicolasito, no creo que Alberto tenga uñas para guitarrero, asi sepa tocar la guitarra. El no se va a inmolar por un pais que lo desprecia y ni reconoce como tal. Esta mas comodo en esta posicion, y adoptara la misma misera pose que adopto Cobos, Boudu, que siguieron recibiendo sus jugosos sueldos dejandola a ella tocar la orquesta. Mas que ella no se empalague y empache con el poder, que si lo agarra, lo hace en el peor de los momentos y tal vez eso lo vea venir el Alberto y prolijamente se lo deje todo en bandeja a ella. Solo que esta vez la jauria esta como fieros leones, que si no les tiran pronto carne ( bolsones de comida y dineros) romperan los barrotes de las jaulas en que los tienen cautivos por mas de 14 ños, sin conocer el sufrimiento de los trabajos.y CRISTINA LA LEONA EN POLITICA, COMO ELLA SE CONSIDERA, DEBERA JUNTAR FUERZAS PARA MANEJAR A UN PAIS DESQUICIADO, MAL EDUCADO, MAL LOGRADO, EMPOBRECIDO, CON UNA ECONOMIA QUEBRADA DONDE NI LOS GREMIOS NI LA POBLADA LE DEJARAN HACER NI DESHACER UNA VEZ QUE SURJA EL ESCARMIENTO, Y NO PUEDAN CUMPLIR CON NADA. y LA GENTE NO TENGA NI PARA COMER PRODUCTOS ASI SEAN MARCA PINDONGA.Y CUCHUFLITO ALBERTO, YO QUE VOS, ME VOY A LOS BOTES Y SE LA DEJO CALIENTE EN SUS MANOS. a VER QUE TAL LE VA...
Nicolás, para los que YA es tarde es para los laburantes y los jubilados.
¡Alberto NO SE VA A SEPARAR DE CRISTINA! ¿Acaso todavía no se ha advertido de que quienes votaron a los FERNANDEZ, por un "Alberto empoderado y distinto", HAN SIDO ESTAFADOS? Alberto NO TIENE MARGEN DE ACCION, Como si fuese una "Nerona", Cristina tiene la DECISION ULTIMA. ¿No es el caso RAFECAS el mejor ejemplo? La MINISTRA DE JUSTICIA, INTIMA, ALBERTO FERNANDEZ, PIDE AL SENADO QUE TRATE EL PLIEGO PROPUESTO POR "EL PRESIDENTE",....¿Pero que ocurre en el SENADO? Su PRESIDENTA ha decidido hacer caso omiso al pedido y buscar la ALTERNATIVA que ELLA ELIGE a través de una NUEVA LEY de selección del procurador, modificando la vigente. Quedando en claro que el "CANDIDATO RAFECAS" ya anticipó que si NO ES CON LOS 2/3 DEL SENADO no aceptará la nominación. Está mas que claro que LA PRESIDENTA DEL SENADO TIENE SU CANDIDATO, QUE NO ES LA DEL PRESIDENTE. Un ejemplo mas que claro respecto a QUIEN TIENE LAS RIENDAS DEL GOBIERNO. Por otra parte nadie desconoce que si Cristina Fernández, "le chumba los perros" (literal para el caso de Vebitsky), Alberto, ¡NO DURA UN DIA!, total ya sabemos quien es la reemplazante institucional.
Otro pelotudo que repite como lorito lo que dicen en TN.-
Ya lo dijo él: Cristina y yo somos lo mismo. Y aunque ella es mucho más hábil con el discurso, los dos son un fracaso como gobernantes. Déjense se hablar de separación. No va a existir. Las escaramusas son solo puestas en escena para mantener a la tropa alineada. Acá hay un pacto muy sólido. Algo sabe ella de él.... lo tiene en el bolsillo. Si hasta mínimo lo forrea.