Estimo que en octubre, puede ganar el
gobierno, lo que es previsible que ocurra a partir de conductas demostradas en
el manejo del feudo provincial santacruceño, la violación de la Constitución
Nacional y el atentado contra las bases de la República, la persecución de
aquellos que el presidente demoniza, el avasallamiento a la división de
poderes, el atropello al INDEC y otros fraudes a los que nos
tiene acostumbrados. Si así acontece, si hay sucesión, no habrá lugar a
violencia en la Argentina. Pero es previsible que se dé si pierde Kirchner.
El mismo gobierno, en su apogeo, ha estado tratando de que
exista un levantamiento para reprimirlo, y poner en su lugar las huestes de
irregulares que prepara. Este gobierno no logró que los uniformados se
acuartelen para pedir más sueldo, o que hagan un piquete por lo mismo, como lo
hacen diariamente tantos a lo largo y ancho de las rutas. Los acusarían de
desestabilizadores, pondrían en sus bocas la reivindicación de la represión a
través de gente puesta para hablar por ellos, de tal modo que la TV oficial
difunda al país y el mundo la mentira. El Kirchnerismo no da tregua. No da
respiro. Golpea, produce sufrimiento, mete el dedo en la llaga. Se ataca una
comisaría y luego premian con un cargo público al agresor mandado; incitan el
reclamo del uniformado mientras promueven la violencia urbana. Las Fuerzas
Armadas no protestaron, no hablaron, dejaron que los escupan, que los
maltraten, que les paguen mal o que echen de la fuerza a un camarada por
declaraciones de su esposa. Nada los movió a quejarse. Sabían que no podían
hacerlo. El gobierno de Kirchner logró lo que quería, confundir uniforme con
genocida.
El gobierno actúa como una fuerza de ocupación, tiene
todo controlado. No hay posibilidad alguna de rebelarse. Solo esperar a
octubre. Puede el ciudadano recurrir a la Justicia, pero el Consejo de la
Magistratura evitará que el expediente pase a mayores. Solo vale el voto.
La violencia no es el camino, pero puede haber una salida
violenta. La protagonizarían si pierden los del gobierno. Los violentos no
querrán que se los desplace del poder con elecciones. Es por ello que hay
que estar atentos a las urnas y el proceso electoral. Y sería bueno que no
suceda otra vez, que los extremistas violentos del setenta vuelvan a las
andadas.
Angel Luis Bigatti
abigatti@hotmail.com