Luego de postergarlo dos veces, el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de San Martín por fin comenzó el juicio oral contra Gustavo Sancho, su familia y otros miembros de su banda por triangular cocaína entre Bolivia, Paraguay y Argentina. Encripdata pudo saber que el debate empezó el lunes 9 de agosto. Por las dificultades ocasionadas por la pandemia, el hombre que todavía jura ser un próspero empresario de San Martín y sus consortes de causa no se sentaron en el banquillo de los acusados sino que se conectaron al Zoom instalado en las salas de videoconferencia de la cárcel.

En el banquillo virtual, entonces, estuvieron en línea el jefe del clan, Gustavo, sus hijos Alan, Franco y Ayrton y sus socios Gustavo Rodríguez y Pablo Calandria.

El fiscal del juicio es Alberto Gentili. Tiene la misión de sostener la acusación impulsada en la instrucción. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado y el fiscal Fernando Domínguez acordaron arrestar a los miembros del clan el 14 de noviembre de 2017 tras cuatro años de investigación. En ese tiempo, pudieron vincular a los Sancho con cuatro operaciones narco fallidas no solo en la Argentina sino también en Paraguay:

• La del 25 de agosto de 2015 cuando un fiscal de Asunción, apoyado por los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), secuestró 372 kilos de cocaína descargados por un piloto en una estancia de Itapúa que no terminó preso por pocos segundos.

• La del 11 de julio de 2016 cuando policías de Entre Ríos encontraron un Cessna 210 Centurión chocado en la Colonia Margarita.

• La del 9 de septiembre de 2016 cuando otro fiscal de Asunción, apoyado por la Senad, detuvo al piloto brasileño Heitor Antonio Machado luego de aterrizar su Cessna 210 Centurión con 396 kilos de cocaína en once bolsas de arpillera en Las Maricelas, Yasy Kañy.

• La del 14 de diciembre de 2016 cuando un piloto estrelló un Cessna 210 Centurión en los alrededores de un campo de San Jorge.

En cada uno de esos vuelos, la jueza y el fiscal encontraron pistas que lo llevaron hasta los Sancho y sus socios.

A lo largo del debate, el fiscal Gentili detallará los roles de los hijos de Sancho. En la primera audiencia, la del 9, Ayrton parecía rendido. No era para menos. Dos semanas atrás había perdido el beneficio de la prisión domiciliaria porque, como reveló Encripdata, oficiales de la Policía de la Ciudad lo atraparon in fraganti el 28 de julio cuando se movía en un Chevrolet Agile con un kilo de cocaína junto a un cómplice armado.

Los jueces del tribunal le otorgaron la prisión domiciliaria porque les aseguró que necesitaba salir volver a su casa para hacerse cargo de sus hijos pequeños. Aunque la mamá podía cuidarlos bien, Ayrton regresó, pulsera electrónica mediante, con sus pequeños el 3 de septiembre de 2020. Los magistrados fijaron en diciembre la fecha del juicio: 31 de marzo. Luego lo postergaron dos veces. Todo ese tiempo lo aprovechó el menor de los Sancho para traficar siguiendo las órdenes de su papá desde la cárcel.

La segunda audiencia será el lunes 23. Al banquillo virtual, Ayrton volverá más complicado que antes: la jueza federal María Servini lo procesó el 10 de agosto a él y a José Fernando Velázquez, un paraguayo de 40 años, con prisión preventiva por ese kilo de cocaína.

Difícil les será a los Sancho seguir sosteniendo lo que dicen muchos narcos: que son prósperos empresarios que provocan la envidia del resto.