“La comunidad judía le pidió al Presidente
que acuse a Irán en la ONU por la AMIA. Por eso, el representante diplomático
iraní en el país dijo a Clarín que eso se interpretaría como que
'Argentina está a favor de la guerra'. La decisión del Gobierno de llevar la
cuestión AMIA a la ONU ha puesto a la Argentina a las puertas de una escalada
diplomática con Irán. El encargado de Negocios de la Embajada iraní en Buenos
Aires y máximo representante del régimen en la Argentina, Mohsen Baharvand,
advirtió que si el presidente Néstor Kirchner acusa a Irán ante las Naciones
Unidas, 'muchos países entenderán que la Argentina está a favor de la guerra'.
Baharvand recibió a Clarín en la sede diplomática
iraní. En un pasaje de una entrevista de más de una hora afirmó: 'Este es un año
en el que va a haber muchas tensiones en la Asamblea General. Para nuestro país,
esta asamblea es muy importante: va a mostrar qué países están a favor o en
contra de la guerra; qué países están a favor o en contra de Irán. Es posible
que, en caso de que el presidente Kirchner acuse a Irán, muchos países
interpretarán que la Argentina está a favor de la guerra'.
Kirchner viaja este fin de semana a Nueva York para dar su
último discurso como presidente ante la 62ª Asamblea General de la ONU. Su
mensaje lleva un compromiso asumido ante las principales organizaciones judías
argentinas en julio pasado, en los días del 13er. aniversario del atentado a la
AMIA: cuestionar a Irán por su falta de colaboración en la investigación del
atentado.
Kirchner antecederá al presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad,
entre los oradores de la Asamblea. Según el protocolo, ambos compartirán durante
unos minutos una pequeña sala contigua al estrado principal. La AMIA redobló en
los últimos días la presión sobre el Gobierno para que Kirchner cumpla con su
promesa. Y elevó la apuesta en busca de una sanción de la ONU a Irán, según el
modelo que la organización siguió con Libia por su responsabilidad en el
atentado contra el vuelo de Pan Am que cayó en Lockerbie, Escocia, en 1988. 'Reclamamos
que se tomen las medidas diplomáticas que correspondan frente a Irán. Llegó la
hora de que el caso AMIA esté en la ONU', reclamó su titular, Luis Grynwald,
como informó este diario en su edición de ayer. La Asamblea de la ONU, que
arranca el martes, aparece en momentos en que el fantasma de una guerra -otra-
en el Golfo Pérsico amenaza con corporizar en un ataque a escala masiva de los
Estados Unidos contra el complejo militar iraní.
La Argentina y el propio Kirchner en los últimos meses de su
mandato aparecen involucrados de manera inesperada en ese delicado escenario.
'No es necesario que el presidente Kirchner haga algo así',
dijo Baharvand a Clarín por un eventual reclamo del Presidente a Irán.
Desgranaba con destreza un rosario musulmán color ámbar mientras mezclaba
inglés, español y farsi, la lengua persa.
'Hasta donde sé, la política exterior entre los dos países
mantuvo siempre un equilibrio. Ninguna investigación judicial había tenido tanta
influencia en la política exterior argentina. Este expediente, en cambio, la
ha influenciado mucho. Este gobierno observa que se está acusando ante la
opinión pública a altos funcionario de mi país, y esto repercute en la relación
bilateral', agregó.
Baharvand desestimó que su país se esté negando a colaborar
en la investigación del atentado. 'Nunca escuché que el Gobierno argentino
dijera que no colaboramos. Yo he enviado datos oficialmente a la Cancillería
argentina, y si lo desea lo podemos comprobar. Ahora, si nosotros
colaboramos y dirán que no lo hacemos, ¿cuál es el sentido de nuestra
colaboración?', preguntó.
La Justicia argentina sí considera que Irán no ha prestado
colaboración en la causa. Irán apeló una decisión de Interpol, de marzo
pasado, para que se dé prioridad a la captura y detención de cinco funcionarios
-según Teherán- del gobierno iraní por su responsabilidad en el atentado. La
Justicia espera que en una reunión de Interpol en Marruecos, en noviembre
próximo, Interpol ratifique ese pedido.
'¿Qué puede pasar si Interpol confirma las órdenes? Nada. No
va a pasar nada -dijo el encargado de Negocios iraní-. La Argentina ha
subestimado el papel de ese organismo, que es una secretaría, una oficina. ¿Qué
importancia tiene?', agregó.
El diplomático descalificó la investigación a cargo del
fiscal especial designado en el caso, Alberto Nisman, y reclamó un proceso
justo. 'No queremos especulaciones, rumores de la prensa o de la política. Esto
no es el caso Nora Dalmasso, es un asunto entre dos países que hay que resolver
con mucho cuidado'.
Baharvand, además, acusó a las principales organizaciones de
la comunidad judía argentina, la DAIA y la AMIA, de 'chantajear' al Gobierno y
montar una 'diplomacia no oficial' que ha perjudicado la relación bilateral.
'Este pedido que están haciendo al Gobierno no proviene
del pueblo argentino. Hay dos organizaciones pequeñas que hacen una
diplomacia no oficial contra Irán mediante el chantaje. Las relaciones
internacionales están en un momento muy delicado. Argentina es un país
partidario de la paz, pero pueden arrastrarla hacia un lugar equivocado'", esto
es textual de una nota escrita el viernes 21 de septiembre en el "gran diario
argentino", que lleva la firma de Walter Curia.
A pesar del impacto inicial, teniendo en cuenta que la misma
salió en tapa, no hay que olvidar de que en este sitio hace rato que se advierte
sobre el particular. Que gracias a las presión de esas “dos organizaciones
pequeñas”, provenientes de la dirigencia comunitaria judía, Argentina está a
punto de cometer una torpeza diplomática que empalidecería a la finada dupla
Galtieri-Costa Méndez. Los memoriosos seguramente no juzgarán esta comparación
exagerada, cuando evoquen el aislamiento internacional luego de que Argentina se
negara sistemáticamente a aceptar los reclamos del Consejo de Seguridad de la
ONU en abril de 1982.
A lo bonzo
A un mes de las elecciones presidenciales en las cuales
competirá su mujer, el presidente Néstor Kirchner se apresta a incursionar sin
saber en un farragoso terreno que le es totalmente ajeno y desconocido, el de la
geopolítica. Desde este sitio quien escribe estas líneas, y su director también,
han advertido desde 2003 los riesgos que se corren en este aspecto, cuando se
insiste en ser cola de ratón del eje Washington-Tel Aviv inmiscuyéndose en sus
desaguisados a escala global. También se lo ha hecho en el libro de reciente
aparición AMIA, la gran mentira oficial, pero del otro lado solo
hubo silencio y represión.
Pero esta desidia irresponsable es compartida, tiene muchos
padres. Uno de ellos es el oficialismo, tarado y autista hasta los tuétanos.
Otra es la dirigencia comunitaria judía, que aqueja los mismos sentimientos del
kirchnerismo (y esto no es para nada antisemita, ni mucho menos), y se cierra el
cuadro con la corporación mediática nacional, que con su manejo irresponsable de
desinformación no sabrá de que disfrazarse cuando empiecen a llover las bombas
sobre Teherán y la Triple Frontera.
Dicen que del ridículo no se vuelve, así como tampoco se
retorna indemne de la estupidez. Esto es demasiado serio como para tratarlo tan
vanamente como una elección interna, o como bien alegó el citado diplomático
iraní, el caso Dalmasso del cual muchos jetones mediáticos hicieron del campo
orégano.
Empantanado en Irak, el belicista chiflado Bush utilizará,
que duda cabe, la insistencia argentina del caso AMIA para incursionar en esa
zona sudamericana, para proveerse del rico e ingente caudal acuífero guaraní.
Como también, quizá explotará al máximo los vínculos de Chávez con las FARC
colombianas para proveerse de un plumazo la reserva petrolera caraqueña. Total,
tiene tiempo hasta el 2009 para jugar a la guerrita y seguir con eso tapando las
iras de una opinión pública cada vez más iracunda.
Y esto, un aplauso para el asador, con los servicios
prestados de individuos como Kirchner y su esposa, maestros dilectos del engaño
y el doble discurso.
Nos vemos en la Triple Frontera, vayan sacando su entrada que
luego será demasiado tarde.
Fernando Paolella