Se conoció esta semana una noticia que conmocionó a la sociedad en su conjunto: una joven de 16 años llamada Florencia murió como consecuencia de una sobredosis de éxtasis y alcohol luego de permanecer dos días internada en el hospital Santojanni. La joven, cuyo apellido no se suministra por cuestiones legales, horas antes había estado bailando en un local bailable de la localidad de Haedo junto a unos amigos y su novio.
Según contó agencia Télam, "la chica vivía en Villa Lugano con sus hermanos y su madre, ya que los padres son separados. La adolescente había ido a bailar el sábado a la noche con amigos al boliche Bloody Sound que está en el Showcenter de Haedo (...) donde se descompuso y fue trasladada al hospital por su novio.
El director del hospital Santojanni, Alberto Motta, confirmó que la chica ingresó a terapia en la madrugada del domingo y falleció el martes de esta semana. 'Los síntomas y los antecedentes recogidos indican que se trató de sobredosis de éxtasis', indicó". Pronto se supo que la historia no había sido tan así.
El hecho, que debería haber sido un importante disparador acerca del uso de los estupefacientes y el alcohol en los adolescentes, fue banalizado por algunos medios, que sólo cerraron círculo en dos aspectos: la demonización de los boliches bailables y la desinformación respecto a las drogas, en este caso el éxtasis.
Desinformando
La causa judicial por la muerte de Florencia se inició por denuncia de los médicos de la guardia del Hospital Santojanni quienes aseguraron que la chica ingresó en estado de coma, producto de un aparente "cuadro de intoxicación con sustancias químicas". Dicha afirmación fue una de las tantas falacias que se hicieron públicas no bien se conoció la triste noticia de este fallecimiento.
Y es que la historia clínica de lo sucedido ese día demuestra que la joven llegó al nosocomio, no para ser atendida, sino acompañando a una amiga que se había descompuesto. Allí comenzó a descompensarse y sucedió lo inesperado: ingresó a terapia intensiva para finalmente fallecer.
Alberto Motta, director del Santojanni, hizo de inmediato la denuncia pertinente, pero ocupándose de dejar en claro que Florencia había ingresado en estado de coma, a efectos de no ser acusado de "mala praxis". Acto seguido, llamó a la familia de la joven y sucedió algo inesperado: la mamá de Florencia dijo que no se haría cargo del cuerpo de su hija.
A estos datos, que constan en el mismísimo expediente judicial, hay que agregar que la pastilla de éxtasis que provocó el deceso de la joven fue comprada por su novio a conocidísimos dealers de la zona de Villa Lugano.
Surge de la causa penal, la historia clínica de su paso por el Santojanni, donde escribe la Dra. Adriana Coronel (médica de guardia) que "Florencia (da su nombre completo, domicilio y teléfono) ingresó a la guardia del Hospital por sus propios medios en un auto, con el novio y una amiga que fue atendida mientras Florencia esperaba casi una hora en la sala de guardia. Hace un paro cardiorrespiratorio por edema pulmonar - distres respiratorio. La Dra. Llamo por teléfono al celular de la madre, con otro domicilio, habla con la misma (está el teléfono y el nombre) y no da respuesta a la convocatoria, buscan al novio y recién allí este hace referencia a la ingesta de la pastilla".
Estos datos, totalmente comprobables, no han sido tenidos en cuenta por algunos medios de información -por suerte, los menos- que sólo se han limitado a reiterar el erróneo cable de la agencia de noticias oficial Télam.
Comunicado
En las últimas horas, los dueños de la disco Bloody Sound han emitido un comunicado referido a la muerte de Florencia y que reproducimos a continuación:
"Ante el triste y lamentable fallecimiento de la joven Florencia, ocurrido el martes 25 de septiembre, los responsables de la Disco Bloody queremos hacer públicas nuestras condolencias a la familia de la víctima por la irreparable perdida.
Florencia concurrió a Bloody en compañía de su hermano de 19 años, de su novio de 21 años y de 5 amigos, todos mayores. En la puerta de Bloody se piden documentos, esto lo saben los clientes. Pero lo sortean muchas veces con DNI de amiga/os o hermana/os mayores, no decimos que ocurrió con ella, porque venia en un grupo de muchos mayores, con su novio de 21, da para equivocarse.
Figura en la causa penal que obtuvieron las pastillas en Lugano, su barrio de origen. Y a Florencia, que concurría por primera vez a Bloody, una de sus amigas le dio una de las 8 pastillas.
Una de las amigas del grupo, que estaba embarazada, se descompuso y fue a la enfermería de Bloody, donde la atienden también a Florencia porque estaba algo mareada. De la enfermería se retiran compuestas, por la salida de emergencia posterior, caminando perfectamente y sin ninguna ayuda hasta la puerta de ingreso del local, donde toman un remis de regreso a su casa. Esta es la verdad y, además, surge de los medios de comunicación, por declaración del novio y de varios testigos.
Por la descompostura de su amiga embarazada se dirigen al Hospital Santojanni. Florencia esperó sentada en la guardia mientras atendían a su amiga y allí se descompone, vomita en el exterior de la guardia, vuelve a entrar y se descompensa, tiene un paro cardiorrespiratorio. La atienden de inmediato, sin poder salvarle la vida.
En Bloody hacemos cacheo y detector de metales de la concurrencia toda; tenemos un control de ingreso durísimo en cuanto a seguridad y presencia; no tuvimos, en 5 años, un sólo incidente ni denuncia contra la seguridad del local. Somos controlados semanalmente por Municipalidad, Bomberos y Policía.
Bloody es la discoteca con mayor seguridad antisiniestral de todas, no produce impacto ambiental ni ruido alguno con vecinos. No tuvimos que recurrir a ambulancia en los últimos 8 meses, y la última se debió a que una bailarina se lastimara. Esto es comprobable documentalmente".
Éxtasis
El éxtasis, conocido químicamente como 3,4-metilendioximetanfetamina, es una droga psicoactiva de origen sintético con propiedades estimulantes y empatógenas de sabor amargo. Proporciona a sus consumidores una intensa sensación de bienestar. Sin embargo, su consumo provoca diversos efectos adversos e incluso la muerte.
Produce en el consumidor una intensa sensación de bienestar, de afecto hacia las personas de su entorno, de aumento de energía, y en ocasiones, alucinaciones. Los efectos adversos que provoca su consumo incluyen sensación de malestar general, pérdida de control sobre uno mismo, deshidratación, pérdida de peso y pérdida de memoria. Se han comunicado casos de muerte relacionados con el consumo incontrolado de éxtasis y otras drogas relacionadas. El éxtasis se sintetizó a principios de siglo en Alemania, como fármaco psicológico y con propiedades anoréxicas, ha tenido gran uso en terapias psicológicas hasta su ilegalización.
A fines de los 80 comenzó a circular en Buenos Aires como droga "recreacional" y se la ha bautizado como la "droga del amor", a efectos de hacer creer que ayuda a mejorar la sexualidad, lo cual es deliberadamente irreal.
En los últimos tiempos los medios han registrado no sólo un gran aumento en el consumo de esta droga por parte de los adolescentes, sino los graves daños ocasionados por su ingesta, especialmente en su mezcla con el alcohol.
Por tal motivo, es que se hace necesario utilizar este tipo de casos como disparador para instalar el tema de las drogas en la sociedad. Es la única manera de clarificar y poder combatir de manera eficaz semejante flagelo que está liquidando a nuestros hijos y nietos.
Carlos Forte