El lunes 24 de septiembre de 2007, una joven de 16 años llamada Florencia Fleita falleció en el Hospital Santojanni, luego de haber sufrido un paro cardiorrespiratorio ocasionado, según algunos medios de información, por la ingesta de una pastilla de éxtasis mezclada con alcohol. Dos días más tarde, los principales diarios vernáculos dieron cuenta de lo sucedido reproduciendo por completo un cable de la oficiosa agencia de noticias Télam y sin verificar una línea de lo que estaban publicando. De hecho, Clarín y La Nación se arriesgaron a agregar algunos datos que no surgieron ni del mencionado cable ni del expediente judicial por la muerte de Florencia, sumando más desinformación a la cuestión.
Así dieron parte de la noticia los principales medios: "Una joven de 16 años murió luego de ingerir una pastilla de éxtasis en un boliche de la localidad de Haedo, descomponerse y ser trasladada de urgencia hacia un hospital del barrio porteño de Mataderos, según revelaron hoy allegados a la familia (...) todo comenzó en la madrugada del domingo último, cuando Florencia, junto a su novio y unos amigos, fueron a bailar al boliche Bloody Sound, que funciona en el inmueble donde está el shopping Showcenter, en Haedo. Allí, la joven tomó una pastilla de éxtasis y más tarde comenzó sentir mareos, a los que luego se sumaron algunos vómitos".
En el mismo momento en que se hizo público este hecho, debido a la desconfianza de la información suministrada, Tribuna de Periodistas comenzó su propia investigación y logró develar algunas de las mentiras reproducidas por esos medios. El resultado de la indagación, que incluyó la informal consulta del expediente judicial, pudo leerse el 29 de septiembre de 2007 (1) y provocó que colegas de otros medios se sintieran ofendidos con quien escribe estas líneas por haberse supuestamente "mofado" de ellos.
Esto no evitó que apareciera en los medios una segunda parte de desinformación: el martes 6 de Noviembre de 2007, diario La Nación publicó la siguiente noticia: "Dos hombres fueron detenidos en una discoteca de Haedo y un tercero en su casa de San Justo acusados de ser quienes vendieron droga a la joven de 16 años Florencia Fleita, fallecida por una sobredosis en el Hospital Santojanni, tras festejar el Día del Estudiante (...) Dos de las detenciones se realizaron en la disco Bloody Sound, situada en el Showcenter Haedo, en Güemes 417 de esa localidad, en el partido de Morón, donde la chica se descompuso, informó la Policía Federal en un comunicado".
Diario Clarín fue aún más allá el 7 de noviembre, al asegurar que "los tres apresados tenían relación con la disco (Bloody Sound)". Bajo la firma de Fernando Soriano, aparte de aventurarse a vincular a los supuestos "narcos" con el local bailable, el artículo de marras insistió asegurar que Florencia murió "por mezclar alcohol y drogas". Pronto se sabría que esto era falso.
Clarín mete la pata (y van...)
El miércoles 14 de noviembre de 2007, luego de que se demostrara que los vendedores de éxtasis no eran tales, el "gran diario argentino" se vio obligado a aclarar el tema: "No reconocieron al detenido. Estaba sospechado de haberle vendido éxtasis a Florencia en un boliche".
Semejante papelón hubiera podido evitarse de haber sido chequeada la información oportunamente. Por caso, la mera consulta del expediente judicial, arroja resultados reveladores: allí se ha determinado, de acuerdo al testimonio de los amigos y familiares de Florencia, que las pastillas de éxtasis habían sido compradas en la zona Villa Lugano, horas antes de concurrir al local bailable.
Asimismo, en las últimas horas se ha comprobado que, de acuerdo a los estudios médicos realizados sobre el cuerpo de la joven fallecida, no existen rastros de alcohol ni de éxtasis, por lo cual toda afirmación hecha a ese respecto ha sido al menos irresponsable.
Frente a este panorama, Tribuna de periodistas se contactó con el autor de los engañosos artículos de Clarín, Fernando Soriano: "Fernando: Hemos visto que te arriesgaste a decir que 'los investigadores creen que los tres apresados tenían relación con la disco', algo que no concuerda con lo que dice el expediente judicial. Estamos por publicar un articulo de investigación sobre este tema (...) los peritajes han demostrado que no había ingesta de drogas ni de alcohol en el cuerpo de Florencia (...) Vamos a publicar los desaciertos de tu artículo, por lo cual queríamos darte derecho a replica. Te saludamos muy Atte".
Insólitamente, Soriano respondió sin hacerse cargo de sus graves desaciertos: "Yo no me arriesgué a nada. Sólo transcribí lo que me informaron mis fuentes judiciales. Como verás no estoy aseverando nada, si no que hablo de lo que creen o hacen los investigadores".
Como puede verse, el hombre de prensa de Clarín no cumplió con un requisito básico del oficio periodístico: verificar los datos antes de publicarlos.
Si en periodismo existiera una materia llamada "fuentes de información", la premisa número uno sería: "todas las fuentes son interesadas", lo cual nos obliga a ser rigurosos con el chequeo de datos para no quedar en medio de operaciones de prensa o cuestiones similares.
Epílogo
No es la primera vez que diario Clarín comete este tipo de desaciertos, los cuales pueden ser evitados con el simple chequeo de la información que se está por publicar. Peor que esto, es la actitud de no pedir disculpas a los lectores ni publicar la pertinente errata periodística.
Más allá del grave perjuicio que se ha ocasionado al dueño —o dueños— del boliche Bloody Sound, lo relatado perjudica a todos aquellos que se nutren de la información de los principales medios de comunicación del país y que confían en sus afirmaciones.
Y, lo peor, es que perjudican a todos los que hacemos periodismo de manera honesta.
Carlos Forte
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=3212