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La dirigencia política argentina, frente a un intempestivo "baño de realidad"

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El "humor social" se ubica en niveles críticos y referentes no solo del oficialismo sino también de la oposición se exponen a ser abucheados cuando ensayan apariciones en público. Massa coincide con Batakis y admite que la situación es "compleja".
El "humor social" se ubica en niveles críticos y referentes no solo del oficialismo sino también de la oposición se exponen a ser abucheados cuando ensayan apariciones en público. Massa coincide con Batakis y admite que la situación es "compleja".

Debió recurrir a su mejor cara de póquer el flamante ministro de Economía, Sergio Massa, cuando durante una recorrida por Santa Fe fue increpado por vecinos, en ocasión de la reactivación del servicio ferroviario de cercanía entre Rosario y Cañada de Gómez.

 

Massa se topó con ese momento desagradable en apenas su segunda jornada plena de gestión al frente del Palacio de Hacienda, tras haber asumido el cargo el miércoles pasado, en medio de un inusitado clima festivo en el Museo del Bicentenario junto a la Casa Rosada, días después de que el Gobierno resolviera finalmente aplicar cirugía mayor en el área económica como respuesta a la crisis.

El incidente de Cañada de Gómez, donde Massa optó acertadamente por guardar violín en bolsa y alejarse del grupo de personas que lo agraviaban, se sumó en el corolario de la semana a los disturbios que se registraron en cercanías de la Casa de Gobierno cuando el propio líder del Frente Renovador ingresaba para asistir a la ceremonia de jura como ministro: fue abucheado por un grupo de manifestantes que también golpeó su vehículo.

E incluso el martes pasado, cuando el ex intendente de Tigre y ex jefe de Gabinete durante el primer gobierno de Cristina Kirchner renunció a su banca en la Cámara baja, donde fue reemplazado por Cecilia Moreau en la presidencia del cuerpo, otros referentes políticos también fueron airadamente vilipendiados fuera del Congreso, entre ellos, el dirigente social y presunto amigo del papa Francisco Juan Grabois: "¡Andate a Cuba!", le gritaron, además de groseros epítetos.

Si bien existe un límite para todo, y ciertamente se debe repudiar la actitud de quienes entienden, de manera errónea, que tienen derecho a ejercer su libertad de expresión agraviando en términos descomedidos o con insultos a terceras personas solo porque desean manifestar enojo, parece claro que lo que está sucediendo desde hace algunos días es que funcionarios y demás personalidades de la política cuando salen a la calle se están dando un intempestivo "baño de realidad", o al menos corren el riesgo de que eso les suceda, incluido el propio Massa.

La falta de respuestas concretas de parte del Gobierno a los problemas más acuciantes de la gente frente a una situación de crisis que no da tregua, en especial en lo que se refiere a los desaforados niveles de inflación que se registran aquí, da la sensación de que caldeó definitivamente el "humor social" en el país, que se ubica hoy en niveles críticos según un reciente trabajo de medición de la consultora Poliarquía.

El hartazgo cada vez más extendido en la población hacia la administración que encabeza Alberto Fernández en particular, pero también hacia la clase dirigente en general se ha venido incrementando en semanas recientes, lo que por cierto debería encender luces de alarma en filas de la política: a este ritmo, la Argentina se acerca a pasos redoblados a un peligro escenario en el que se pueda reeditar el, "¡Qué se vayan todos!" de hace 20 años. Es decir, oficialistas y opositores; de derecha, de centro y de izquierda: todos, "¡Qué no quede ni uno solo!".

Ocurre que esa explosiva combinación entre decepción y bronca que se registra por estos días en amplios sectores de la sociedad ya no conoce de grietas o, mejor dicho, las trasciende: así como se increpa a un nuevo ministro de Economía, cuya designación debería suponer una luz de esperanza para un Gobierno que no parece tener rumbo, el ex presidente Mauricio Macri fue recibido como una estrella de rock en la recoleta Exposición Rural de Palermo días atrás, pero no la pasó bien cuando se sumergió en la zona oeste del Conurbano bonaerense y terminó regañado por vecinos de Ituzaingó. Una de cal y una de arena.

Da la sensación, en este contexto, de que no será sencillo para algunos dirigentes políticos encabezar recorridas de campaña cuando se largue definitivamente la carrera electoral con vistas a los comicios generales de 2023, en especial en barrios populares e incluso de sectores medios, allí donde la crisis suele golpear con mayor crudeza y el costo de los largos desaciertos en materia de gestión pública nacional, en un país que no crece en términos reales desde hace más de una década, los paga la gente de a pie, los vecinos, el "laburante".

Para colmo, el panorama de cara al corto plazo lejos está de mostrarse alentador: en el propio Ministerio de Economía esperan que los próximos dos datos relacionados con la inflación en el país, es decir, el aumento del costo de vida en julio y en el corriente mes de agosto, sean "los más duros" de la gestión de Alberto Fernández como presidente e incluso advierten que representarán un "shock" para el Gobierno.

 

Un golpe de timón para evitar un colapso anticipado

En términos político, en tanto, con la llegada al Palacio de Hacienda de Massa -vitoreado más como un "mini-presidente" que como un "superministro" por militantes de su espacio durante su reciente asunción-, la administración Fernández echa mano, de urgencia, a su última alternativa de perfil moderado probablemente disponible para intentar tranquilizar a los mercados -blandiendo planes de ajuste- y evitar de ese modo un colapso anticipado de la gestión del Frente de Todos (FdT) en el poder.

En un primer diagnóstico tras calzarse el traje de jefe del Palacio de Hacienda, con Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca ahora también bajo su órbita, Massa coincide con su antecesora Silvina Batakis en que la situación es "compleja" y ya se lo comentó al presidente Fernández durante un almuerzo que ambos compartieron días atrás en Balcarce 50.

Luego de la efervescencia cambiaria que le costó el puesto a Batakis -más allá de que no se termina de entender por qué el Gobierno se empantanó con su designación tras la renuncia, ruidosa, de Martín Guzmán-, sumada a una disparada del Riesgo País y a una caída de los bonos de la deuda pública argentina, ahora será Massa el encargado conducir la nave en medio de aguas inestables en procura de evitar que ese Titanic le pegue de lleno al iceberg en términos financieros.

En lo inmediato, la Argentina se muestra dispuesta a cumplir con el acuerdo rubricado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tantos chispazos generó dentro del FdT entre kirchneristas y albertistas, aunque no se descarta por estas horas que el flamante ministro de Economía plantee ante ese organismo la posibilidad de flexibilizar algunas metas, más allá de que está sumamente claro, por ejemplo, que existe hoy la imperiosa necesidad de robustecer las alicaídas arcas del Banco Central.

De momento, e incluso a pesar del programa de ajuste fiscal que planea llevar adelante, según él mismo aseguró, Massa parece contar con el respaldo pleno de los sectores más duros del Gobierno, después de la foto que publicó Cristina junto al líder del Frente Renovador antes de que tome posesión de su nueva oficina en el Palacio de Hacienda y del abrazo que recibió -para las cámaras- el ex jefe comunal tigrense de parte de Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados el martes pasado.

En el Ministerio de Economía afirman que Massa se siente con "absoluta libertad para trabajar" y que, eventualmente, llegado el caso de que surjan opiniones encontradas en la coalición gobernante "buscará consensuar, como siempre lo ha hecho", según pudo averiguar NA de fuentes oficiales.

Tanto es así que Massa logró incluso -y en apenas su primer día de gestión- lo que jamás pudo Guzmán, aplicar el bisturí en el área energética del Gabinete y prescindir de los servicios del kirchnerista Darío Martínez, que rodó escaleras abajo tras una reunión con el flamante "superministro" para discutir, en principio, detalles del plan oficial de segmentación de los subsidios que paga el Estado a usuarios de servicios públicos (agua, gas y electricidad). Así lo pudo confirmar la agencia Noticias Argentinas el jueves pasado.

Ahora el líder renovador buscará ubicar a un hombre de su confianza al frente de la estratégica Secretaría de Energía, en tanto regresó a una instancia de "análisis" el proceso de designación de un viceministro de Economía, después de que se enfriara la posibilidad de que Gabriel Rubinstein asumiera ese rol: quizá su postura a todas luces crítica hacia Fernández y Cristina en redes sociales generaron ruido en el seno del oficialismo.

Está previsto que en los próximos días se conozca el nombre del número dos de Massa, probablemente a comienzos de la semana que viene, cuando incluso estará por verse qué perfil asumirá Fernández en el marco de una agenda como presidente de la Nación que aún debe llevar adelante, más allá de haber quedado relegado de manera significativa -de momento- tras esta suerte de "relanzamiento" de su Gobierno, que por cierto no es tal: si la primera figura que se devalúa con una decisión gubernamental es la del propio jefe de Estado no existe "relanzamiento" posible.

Lo que sí parece haber sucedido, en cambio, es un golpe de timón de emergencia, tan necesario como irremediable, e incluso con la anuencia del kirchnerismo, al comprobar que en efecto el agua les estaba llegando al cuello a todos y que, de no intentar torcer el rumbo ahora, era muy probable que el futuro político de los actuales referentes de la coalición oficialista en serio comenzara a estar en riesgo, independientemente de lo que pudiera suceder con ellos, juntos o separados, en 2023.

 
 

14 comentarios Dejá tu comentario

  1. El verdadero problema que tenemos, es que los políticos, que supimos conseguir, y que tienen la conducción del Pais, y muchos de la oposición, aun no se han dado cuenta que lo que hay que cambiar es el sistema K de gobierno, es decir el socialismo fascista peronista de los últimos 80 años, el anticapitalismo, sumado al sistema que manejo Cristina y que ha traído solo porquerías. Hace 12 años que no crecemos. Lo único que crece en el Pais, son los empleados del Estado, los déficits en el BCRA, la inseguridad, la inflación, los desempleados, los subsidios, los precios, y la cantidad de papel moneda que cada dia pierde más el valor, como le decía en joda Peralta Ramos a Tato Bores, Argentina es un pais en crecimiento Nuestros vecinos miran estupefactos como la REPUBLICA ARGENTINA, otrora nave insignia latinoamericana, cuna de la libertad y del progreso, cayó en desgracia, culpa de los milicos del año 30 y luego del año 43, quienes se creían con derecho a imponer su sistema de gobierno y tipo de sociedad. Para colmo siguieron después del golpe de los 55 milicos con el mismo carácter peronista, y los problemas de los subversivos. Pero los que quieren vivir sin trabajar, son como el COVID, cambian y /o mutan, hasta conseguimos dirigentes camaleones, fueron de la UCD, como Massa o Budou, después se hicieron peronistas, renovadores, etc etc etc, si hasta el delincuente del ex vice, el que se afano con CFK las AFJP, y que con Massa en el ANSES jubilaron tres millones y medio de personas QUE NO PODIAN JUBILARSE. Mas de la mitad, mujeres que nunca habían puesto un mango. Pero jodieron a toda la clase pasiva que pago regularmente el sistema. La que cobra más de 4 palos al mes lo único que busca es la impunidad, apoyada por las señoras que nunca aportaron, pero le agradecen los 40 mil mensuales y la siguen votando a muerte. Y hay que escuchar al panzón indigno diciendo que estamos en " crisis de crecimiento " exigiendo a privados, como el campo que aporto una cifra enorme y nunca vista a las arcas estatales, llamándolos "especuladores" repito exigiendo vendan lo que tienen almacenado, porque " el país necesita esos dólares ". Es decir, el sistema K, no tolera ni el derecho de propiedad, y estoy pensando que tampoco tolera la libre comunicación, como tampoco la justicia. En fin, mientras los países vecinos han sorteado el mal de la pandemia, la guerra, etc, y tienen inflaciones anuales menores que las mensuales nuestras, ven crecer sus clientes vendiéndoles más cereales, y más carne, y nosotros perdiendo mercado gracias al gobierno peronista-cristinista que solo sabe hacer los deditos. El Estado no solo regla el precio de la moneda, también la exportación y las importaciones, y nos dice que podemos comer y a qué precio. Eso es lo que han conseguido los kumpas votando este engendro desquiciado, lo digo por el kicci en la economía y la atorranta que esta hoy rindiendo cuentas ante la justicia en la conducción.

  2. No entiendo a estos opinadores. Toda la parva de pelotudeces que escriben. -------"Si bien existe un límite para todo, y ciertamente se debe repudiar la actitud de quienes entienden, de manera errónea, que tienen derecho a ejercer su libertad de expresión agraviando en términos descomedidos o con insultos a terceras personas solo porque desean manifestar enojo," QUÉ ES LO QUE ESTE EMILIANO NO ENTIENDE?, QUE LAS PERSONAS NO ESTEN HARTAS DE CHORROS COMO ESTOS, QUE LO PRIMERO QUE SE LES PASA POR LA CABEZA ES INSULTARLOS?. PARA ESTE TAL EMILIANO LOS ARGENTINOS NO TENEMOS DERECHO A GRITARLE LADRÓN HDP A UN LADRÓN???? ------------------- "Tanto es así que Massa logró incluso -y en apenas su primer día de gestión- lo que jamás pudo Guzmán, aplicar el bisturí en el área energética del Gabinete y prescindir de los servicios del kirchnerista Darío Martínez" ---------- ESTA ES PEOR QUE LA OTRA, MASSA NO LOGRÓ NADA!! , FUE LA SITUACIÓN TERMINAL!!, TAMBIÉN GUZMAN HUBIERA LOGRADO YA CON EL DOLAR HABIENDO LLEGADO A 350 QUE RAJEN A QUIEN SE NEGABAN A RAJAR UN MES ATRÁS! .... Mejor no sigo .... da pena leer artículos tan chupaorto de un tipejo como Massa, gran cómplice de la banda desde sus tiempos de intendente de Tigre.

  3. Emiliano Rodríguez, le recomiendo leer la nota de hoy de su colega Martinchuk, “Periodismo y República”, léala y reflexione.

  4. Héroes de Malvinas: no, no está mal, es descriptivo. Hay funcionarios que son imbéciles, ¿Por qué no se les puede decir imbécil? La yarará es CHORRA, ¿Por qué no se le puede decir chorra? Supuestamente ¿habría que decirle 'señora apropiadora del dinero del pueblo argentino?......... Otra cosa es la agresión física. ¿Acaso esos malandras no se permitieron poner fotos de periodistas y hacer que niños y adultos los escupieran? Entre muchas otras cosas, sobre todo cosas más graves todavía como las permanentes mentiras. Reparten mentiras como quien le pone orégano a una pizza.

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