Esta semana, Tribuna de Periodistas se comunicó con familiares directos de varios de los imputados en la causa por la presunta violación grupal ocurrida a comienzos de este año en el barrio de Palermo. Algunos de ellos rompen por primera vez el silencio mediático recomendado por los abogados defensores, brindando coincidentes versiones que apuntan sobre todo a una actitud mendaz por parte de los panaderos, a quienes consideran responsables de la situación. Advierten de una gran cantidad de prueba que podría beneficiar a los jóvenes y que no exhibirán hasta el juicio oral.
En las primeras semanas del desarrollo de esta causa, este periódico publicó una nota en la cuál se resaltó un posible indicio de falso testimonio de la denunciante Rocío: mientras que tanto ella como su amigo Tomás dieron a entender que el grupo le suministró éxtasis de manera oculta para poder concretar el abuso, una testigo dijo haber visto a la joven consumir por cuenta propia.
“Que cerrara la boca y entregara las pruebas”
En entrevista conjunta por vía telefónica, Romina y Jorgelina, madres de Steven Alexis Cuzzoni y de Thomas Domínguez, respectivamente, brindaron detalladas versiones acerca de los hechos narrados por sus hijos. Ambas han concurrido recientemente a medios televisivos. Asimismo manejan páginas en redes sociales donde suben periódicamente información de la causa, sosteniendo la inocencia de sus hijos: @casopalermo y @justicia.injusta_cp en Instagram.
-Ustedes creen que esto fue una relación consentida.
Romina: Sí, algo consentido. Esto derivó en una causa penal por una falsa denuncia de la panadera.
Jorgelina: A mi modo de verlo eran pibes que les molestaban a los del negocio, porque estaban fumando en la esquina, otros estaban en el auto… fue molesta para ella la situación, llama haciendo la denuncia. De hecho en la denuncia dice que estan todos los chicos arriba del auto, en ningún momento se ve que estén todos los chicos arriba del auto, o sea que ella cuando hace la denuncia está mintiendo.
Después ella se acerca con un palos, cosa que se ve perfectamente en los videos, y es ahí cuando se baja del auto la chica. Ahí es cuando se manda a la panadería y ahí le pegan. ¿Cómo no vas a reconocer a la chica si hacés un llamado telefónico donde decís que la están ultrajando cinco personas o seis adentro del auto. Después la empuja y le pega
Romina: Al no poder ella explicar realmente qué era lo que le molestaba porque ya había mandado un aviso al grupo de prevención al cuál ella tiene acceso, se armó una pelicula e hizo lo que quiso y dijo lo que quiso. Nada que ver con lo que se ve en los registros fílmicos.
Toda la secuencia fue de dos minutos. Nunca hubo 3 pibes adentro del auto más que dos minutos, y no fue en el momento en que ella hace la denuncia.
La chica no hace denuncia, le dicen que tiene que denunciar y lo que tiene que decir. Entonces no existe nada de lo que están diciendo. Los médicos forenses dicen que no tiene lesiones.
-¿En qué momento denuncia la chica?
Romina: El día miércoles, y el hecho ocurrió un lunes. La madre primero fue a pedirle a la panadera que baje la denuncia, que entregue todas las pruebas que tenía y que se quede callada. Y la panadera llamó a un abogado y se puso como querellante, y le dijo que no le iba a entregar nada. Y ahí la chica fue a hacer la denuncia. ¿Por qué? Porque la panadera estaba insistiendo en que tenía que hacer la denuncia porque ya no iba a bajar nada. Cuando la llevan para hacer las revisaciones se escapa del nosocomio y la retienen. Y ella dice en el expediente que la hicieron decir terceros que fue violada.
-Entonces Rocío hizo la denuncia dos días después.
Romina: Sí, dos días después. Es como te digo, cuando la panadera le dijo a la madre que no iba a bajar nada, continuaron con todo el circo.
-El caso ya estaba mediatizado para cuando la chica hizo la denuncia
Jorgelina: Claro, ¿qué persona se va a animar después de todo lo mediático que vivieron, a decir que ella estaba teniendo sexo de manera consentida con uno de los chicos arriba del auto? Por eso nosotros creemos que la chica fue una víctima también
-¿Cómo es el tema de la causa por amenazas que tienen los chicos con la panadera?
Romina: La panadera dice que a ella la amenazaron diciendo que sabían donde estaba y que iban a volver. La única denunciante es la panadera. Sus únicos testigos son su marido y el pastelero de ellos. Para nosotros la cosa es así: como la mamá de la chica fue a decirles que bajen todo, ahí ellos presentan la denuncia por amenaza. ¿Por qué no la presentaron antes? ¿Por qué esperaron? Porque no podían decir que solamente los había amenazado la mamá de la víctima.
Según dijo el propio abogado de la panadera, la madre de la chica se le presentó a ella y le dijo que cerrara la boca, que entregara las pruebas y que dejara de mediatizar lo sucedido. Ellos se presentaron e hicieron una denuncia por eso. Luego dijo que se sintió amedrentada por la madre de la chica, pero que las amenazas vinieron de los chicos. Lo raro es que la denuncia no la hizo ni el lunes ni el martes
Jorgelina: El abogado de la panadera, Marino Cid Aparicio, dijo en los medios de comunicación, que la amenaza vino de un familiar “directo, directo” de la víctima, y cuando un periodista le pregunta si se refiere a la madre, él asiente con la cabeza. Y luego, después de todo esto, salieron a decir que las amenazas venían de los chicos. De hecho los chicos fueron embargados por un millón de pesos por ella.
Fragmento de la entrevista en A24 donde Cid Aparicio se manifiesta sobre las presuntas amenazas a la panadera. Ver a partir del minuto 27:09.
-¿Entonces hay una causa penal y una civil?
Romina: Sí. Ahora se unificaron todas las causas. Hay tres: por abuso, por lesiones y por amenaza. La de amenaza, que dijimos que venía de parte de la familia de la chica, como no se podía tomar porque era muy endeble, dijeron que venían de los chicos.
La causa por lesiones es a su pastelero, que la única lesión que tiene es un pómulo en el ojo. Los chicos tienen abierta la cabeza, rotos los pómulos, lastimaduras en las piernas, de patadas, palos y cortes. ¿Quiénes eran los violentos acá? Los chicos pidieron ayuda y llamaron a la policía, entonces no coinciden los relatos.
-¿Domínguez estaba afuera del auto con Retondo?
Jorgelina: Ellos estaban en la suya. Estaban fumando y con la guitarra. Mi hijo no sabe tocar la guitarra, estaban haciendo payasadas. Se dijo que estaban tocando la guitarra para que no se escucharan los ruidos, cuando en los videos se ve pasar gente que no hace absolutamente nada. Si la hubiesen estado violando alguien hubiese hecho algo. Por eso creemos que a la panadera la habrá resultado molesto el comportamiento de los pibes que estaban ahí fumando, tomando cerveza.
-En un momento se acerca un empleado de la panadería al auto…
Jorgelina: Sí, que se acerca. La chica baja del vehículo, abre la puerta, está vestida, los panaderos se acercan al vehículo, no sacan a la víctima sino que est sale por sus propios medios.Se pone al lado de ellos, y la chica estaba como queriendo meterse para defender a los chicos, y ahí es cuando la panadera le pega. Esto está en los videos de las cámaras de seguridad que nosotros publicamos en nuestra página de Instagram. De hecho uno de los chicos, Ciongo Pasotti, la intenta salvar a la chica y la agarra para evitar que le peguen. La chica después se va abrazada a uno de esos chicos.
-¿Cuzzoni estaba afuera del auto?
Romina: Ale no estaba adentro del auto y eso queda demostrado en que Lykan, que estaba dormido, se desploma y queda acostado en el asiento de atrás, porque los chicos dicen “vamos a dar una vuelta”, y el dueño del auto, que es Lautaro dice “No, la verdad somos siete y estamos tomando, no vamos a dar nada”. Él está 40 segundos con la puerta abierta, entra, se sienta y se para. O sea que todo el relato de la panadera es mentiroso. Y en las fotos que la panadera mandó al grupo de prevención tampoco se ven “figuras”, porque no existen esas figuras, estaban todos afuera.
Jorgelina: Los chicos no se conocían todos entre sí, los únicos que se conocían eran Thomas y Cuzzoni y luego por otro lado estaban Retondo, Lykan y Ciongo Pasotti. Se dice que fue premeditado, pero no hay nada, ni siquiera en los celulares, que indique premeditación. Cuando sale el ADN de ellos el mismo abogado dice que se desarma todo lo que habla de una premeditación, porque no hay nada armado. Siempre sostuvieron la hipótesis de que los pibes venían armando un “plan”, pero no hay nada que lo compruebe”.
-Por un lado estaban Domínguez y Cuzzoni, y por otro Retondo, Ciongo Pasotti y Lykan. ¿Y Ángel Pascual Ramos de dónde venía?
Romina: Salía de trabajar él. Trabajaba en plaza serrano como bacero. Van tocando, tomando, compartiendo y van rapeando. Hay videos de hecho en el expediente del celular de Pascual que muestran todo esto.
“Ramos era uno más del grupo, no sospechamos nada”
Entrevistado por TDP, Jorge Ciongo, padre de Lautaro Ciongo Pasotti y dueño del auto en el que habría tenido lugar el supuesto abuso, expresó que a su juicio lo que tuvo lugar fue una relación consentida entre Ángel Pascual Ramos y la joven. Negó que su hijo Lautaro haya tenido acceso carnal con ella, sosteniendo que lo ocurrido entre ambos se limitó a un simple manoseo. Asimismo, consultado acerca del rol de Ramos, el único de los seis que habría tenido relaciones con Rocío y quien no tiene ninguna relación con los otros cinco jóvenes, aseguró no tener ninguna sospecha.
-¿Cuándo fue la primera vez que hablaste tu hijo después de la detención?
Estaba incomunicado al principio, recién pudimos hablar a los 4 o 5 días porque nos llamó él por teléfono. Lo primero que hice fue preguntarle cómo estaba y qué había pasado, él me dijo que “esto no fue lo que están diciendo que hicimos, que sabés cómo soy”. En esa primera llamada prácticamente no hablamos de nada. Cuando fue al penal ya empezó a reconstruir lo que había pasado, y que refrenda justamente lo que se ve en los videos.
-En la medida que puedas, reconstruí la versión de tu hijo
Un poco lo que yo reconstruyo es todo lo que se estuvo viendo en los videos. Estuvieron a la noche en la casa de un amigo, comieron unas cosas. Decidieron ir para este lugar, seguir de joda, hasta que aparece esta piba con unos amigos. Estos no son todos amigos: por un lado están Retondo, Lykan y mi hijo y por otro Domínguez y Cuzzoni.
Estaban todos en la misma, tomaron, tocaron la guitarra, de joda, hasta que deciden subir al auto. Él no tuvo sexo con la chica, ni tampoco tuvo sexo oral. Si hubo besos, toqueteos…
El pibe que estaba atrás, Lykan, estaba totalmente apolillado, fusilado.
Lautaro es el de remera verde, que cuando se arma el quilombo lo primero que va a ver es a los amigos. La piba trata de sacarlo de ahí como diciendo que salga del quilombo, y después él la va a ver cuando la recontra cagan a trompadas los panaderos.
Está claro que ninguno es torcido como para hacer lo que realmente se argumenta.
-Ese movimiento de tu hija que mencionás fue interpretado como un intento de huida con la víctima…
Eso está totalmente descartado. Es más, la trata de separar para que no le peguen y le dice “Qué le pegás”. Y eso de víctima muy entre comillas, víctima de la situación creo que es.
- ¿Y Ángel Pascual Ramos?
Se agrega ahí en la plaza. Fue mi primer reclamo a Lautaro, “¿qué hacía ese tipo adentro del auto?”. Porque el auto ese es mío. No lo tomaron como que era absolutamente nada raro. Jamás imaginaron absolutamente nada. Pero ahora nos parece que es uno más del grupo, no hay tira y afloja contra él, no sospechamos nada (Desde todo punto de vista se ve como lo que es, una noche de juerga. No puedo hablar nada de él porque no lo conozco. Mi hijo dice que está todo bien y que era uno más del grupo.
La piba tuvo relaciones con Ramos, no con mi hijo, él me aclaró que no hubo absolutamente nada. Abuso es cuando alguien no quiere, acá está probado que no hubo lesiones y eso está en la causa.
Fotografía censurada de Ángel Pascual Ramos.
“¿Si vos estás violando vas a pedir que llamen a la policía?”
En comunicación con este cronista, Gabriela, madre de Ignacio Retondo, quien al momento del hecho se encontraba afuera del vehículo con una guitarra criolla, brindó un relato acerca de cómo vivió los días posteriores a la detención. Asimismo, dio detalles desconocidos sobre otra denuncia por un supuesto abuso, interpuesta a partir de este caso.
-¿Cómo te enteraste de la detención?
El primero que se enteró fue mi hijo más chico. Acá en Munro la noticia se viralizó muy rápido por una historia de Instagram. Él se lo manda a mi hija y se viene de la casa de un amigo, casi lo atropella un auto. Mi hijo más chico dice “Ignacio no es un violador”. Yo conocía a Lautaro, Ignacio y Franco, y a los otros tres yo no los conocía. Mis hijos empezaron a recibir amenazas de muerte, pero de a miles. Yo tenía guardias periodísticas acá en la puerta, pasaban los autos a la noche y nos tiraban cosas, no dormíamos, no comíamos… un infierno. Se empapeló Munro y Carapachay con la cara de los chicos sin que haya habido una denuncia todavía, porque la chica no había denunciado. Los vecinos se portaron realmente bien con nosotros y no tengo nada que decir sobre ellos.
-Una chica de Munro acusó a tu hijo de abuso
Giuliana Florenzano se llama. Esa chica se paseó por todos los programas habidos y por haber y en todos hace el mismo discurso, parece que se lo estudió de memoria. Se conocían de vista ellos dos por el club de básquet, ella habrá estado un año en el club. Ella milita en una agrupación feminista llamada Las Rojas, nosotros creemos que aprovechó todo esto e hizo una denuncia falsa para publicitar su agrupación. Esa chica dice que mi hijo la agredió en el pasillo de una casa donde supuestamente había una fiesta, y el dueño de esa casa dice que nunca se celebraron fiestas en el interior de su domicilio y que ni siquiera entraban al baño. Ella en la causa dice que mi hijo, cuando tenía 15 años, la agarró del brazo, le metió la mano por adentro del pantalón y le empezó a tocar la vagina, y la chica le dice “pará boludo, acá no”.
-¿Se inició una causa penal por esta segunda denuncia?
Sí, en esa causa se le hizo un peritaje psicológico a mi hijo, y a nosotros nos hicieron un socioambiental. El psicológico de mi hijo salió perfecto y el socioambiental también, y esta chica se tenía que presentar a un psicológico y no lo hizo. O sea, hizo la denuncia, la ratificó en la fiscalía y nunca más se presentó
-¿No se presentó al psicológico?
Claro, la citaron y nunca se presentó. La fiscal le dijo a Ignacio que no tenía nada y que los testigos que presentó hablaron todos a favor de él, que la chica estaba mintiendo y que iba a archivar la causa (en referencia a la denunciante paralela, Giuliana Florenzano). De esto harán tres meses.
Su relato sobre lo ocurrido en la causa principal es coincidente con el de los demás entrevistados: “Franco Lykan se despierta con todo este despelote, cuando sale la panadera a pegarles. A mi hijo Ignacio lo molieron a palos, él dice que le pegan de atrás y que le pegan en el piso. Yo cuando lo vi a mi hijo casi me muero tenía la cara desfigurada”.
“Lautaro no intentó fugarse. Franco Lykan no se va del lugar, se baja del auto y le pregunta a un policía qué es lo que pasó. Mi hijo Ignacio cuando se zafa va corriendo hasta el restaurante de la esquina, y la camarera le pregunta que pasó, y mi hijo le dice “no se, estaban dos personas teniendo sexo y se armó un despelote tremendo”. Al ratito vino la policía y le preguntó si estaba con ellos, y él le dijo que sí, y ahí lo detuvieron. Si se hubiese querido escapar imaginate que hubiese podido, pero se quedó parado ahí. Es más, le dijo a la chica del restaurante que había que llamar a la policía. ¿Si vos estás violando vas a pedir que llamen a la policía?”, observa Gabriela.
© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados