Se trata de Franco Jesús Lykan (24), oriundo de la localidad de Munro y amigo de Lautaro Ciongo Pasotti e Ignacio Retondo, quienes también se encuentran imputados. Natalia Duarte y Orlando Ibarra, quienes atendían la panadería enfrente de la cuál ocurrieron los hechos, afirmaron haberlo divisado en los asientos traseros del vehículo efectuando tocamientos sobre la presunta víctima. No obstante, ambas declaraciones testimoniales se encuentran plagadas de indicios de falsedad e importantes omisiones, tal como publicó Tribuna de Periodistas.
Lykan, por su parte, sostuvo en su indagatoria que luego de haber consumido una mezcla de alcohol y Clonazepam en las horas anteriores entró a dormir al Volkswagen Gol de su amigo Ciongo Pasotti. Según su versión, durante el transcurso de la mañana no mantuvo ningún contacto con la denunciante y después de ingresar al vehículo sólo se despertó por los ruidos ocasionados por la pelea con el grupo de panaderos. Lejos de ser un mero planteo defensista, la prueba pericial, testimonial y filmográfica parece corroborar su ajenidad a los hechos.
La versión de Lykan
En su declaración indagatoria, Lykan recordó que el 27 de febrero por la tarde asistió a una comida en la casa de un amigo en el partido de San Martín, a la que concurrieron horas más tarde Ignacio Retondo y Lautaro Ciongo Pasotti, también imputados. Alrededor de las 2 de la mañana -siempre según el relato de Lykan- decidieron ir los tres a La Casa de Luca Prodan, un bar que funciona en la antigua vivienda del líder de Sumo, en el barrio de San Telmo. Dicho viaje a Capital se realizó en el Volkswagen Gol del padre de Lautaro Ciongo, en el que posteriormente se concretaría el supuesto abuso sexual. Al llegar al bar se toparon con que el mismo se encontraba cerrado, por lo que decidieron ir a Plaza Serrano, en cuyas inmediaciones estacionaron el auto. Dicho vehículo quedó aparcado en la intersección de Serrano y Cabrera, enfrente de la Panadería “La Familia”, adonde varias horas después regresarían.
Luego de estar circulando por la zona, el grupo habría evaluado comprar cerveza en Ro Techno Bar, pero el precio de la misma los haría optar por comprar un vino en un kiosco de la zona. En ese mismo local bailable se encontraban la presunta víctima y otros dos imputados, Thomas Domínguez y Steven Alexis Cuzzoni, a quienes aún no habían conocido. Luego de estar un rato tocando la guitarra y tomando vino en las afueras del lugar, el grupo se separó, quedando Lykan por su lado y Retondo y Ciongo Pasotti por otro. En palabras de Lykan, fue luego de eso que pensó “qué ganas de tomarme un clona” (SIC), a raíz de lo cuál consumió 1 mg de clonazepam junto con otra bebida alcohólica. Allí es cuando, producto del efecto somnífero, se quedó dormido en Plaza Serrano, siendo despertado por un oficial de policía, quien dio aviso a sus amigos.
Después de esto, le habría manifestado a Ciongo Pasotti su voluntad de ir a dormir al auto, lo cuál terminaría haciendo luego de abrir la puerta por sus medios. Allí refiere haberse quedado desmayado, para despertarse de golpe por un “tumulto de gente” en el exterior, en referencia a la pelea que tuvo lugar entre los jóvenes y el grupo de comerciantes. Luego de ver a su amigo Retondo siendo golpeado, dice haber salido para defenderlo, bajándose del auto para hacer unos pocos metros y luego “agarrarse la cabeza” producto de la resaca.
Este egreso del vehículo fue registrado por el video de la cámara, donde se ve a Lykan ser la última persona en abandonar el auto tras la salida de la joven R.C.U.S., quien llamativamente parece correr a asistir a uno de los jóvenes. En el mismo se observa cómo sale Lykan portando un palo, que estrella contra el suelo, para luego avanzar hacia la esquina de Serrano y Cabrera. Sobre el origen de dicha madera, en la ampliación de su indagatoria dirá que fue levantado por Ciongo Pasotti en una barrera en Carapachay, encontrándose esta en el interior del vehículo desde entonces.
Inmediatamente después de la pelea callejera fue detenido junto a los otros cinco imputados, sin haber podido -según sus palabras- tomar conciencia en ningún momento de lo ocurrido en el interior del vehículo, y sin tener más recuerdo de la víctima que una vista de pasada. La prueba obtenida en la causa corrobora prácticamente punto por punto la versión de Lykan.
Los hechos
-El análisis de orina arrojó un resultado positivo para la presencia de benzodiazepinas y también de THC, principal componente psicoactivo de la marihuana, aunque este último dato podría tener que ver con un consumo muy anterior al hecho. En este sentido, es conocido que los residuos de THC pueden permanecer en el organismo hasta varios días después del consumo de cannabis.
El análisis de orina realizado a Franco Lykan arroja un resultado positivo para la presencia de benzodiazepinas y THC.
-Ignacio Retondo refirió en su indagatoria que Lykan “en todo momento estuvo durmiendo”, y que le insistió a Ciongo Pasotti para que le permitiera ingresar al vehículo a descansar en la parte trasera. Inicialmente, según el relato de este otro imputado, todos se encontraban dentro o en torno al auto, hasta el momento en que de manera sorpresiva la joven R.C.U.S. se subió encima de uno de los jóvenes (parece a referirse a Ramos) y comenzaron a tener relaciones sexuales, momento en el cuál todos se alejaron. Todos, menos Lykan, quien se encontraba durmiendo en los asientos traseros del habitáculo. También Retondo corroboró el episodio del desmayo en Plaza Serrano, refiriendo que “Lykan se acostó en una maceta”.
Pero no sólo los relatos de los imputados respaldan sus afirmaciones: Tomás Agustín Iglesias, amigo de R.C.U.S. al enumerar a los imputados se refiere a uno que “estaba inconsciente en el piso” y refiere que otros miembros del grupo lo llevaban “cargando como peso muerto.
Tomás Agustín Iglesias se refiere a que uno de los imputados estaba inconsciente en el piso width="648"]
El testigo Iglesias recuerda cómo “el Rollinga” (Retondo) y “el de Rastas” (Ciongo Pasotti) cargaban al miembro del grupo que había quedado inconsciente.
-Puede observarse en la cinta de seguridad a Lykan llegar primero al vehículo a las 14:45, momento en el cuál pretende abrir la puerta derecha trasera. Al verse impedido de hacerlo, prueba una por una con las otras. Menos de un minuto después se ve aproximarse a Ciongo Pasotti junto a R.C.U.S., y allí es cuando presumiblemente puede finalmente ingresar. Esta conducta -intentar abrir insistentemente todas las puertas del auto sin contar con la llave- parece ser un indicio del estado de somnolencia en que se hallaba.
Con relación a este punto, el juez de grado efectúa un llamativo razonamiento, recordando que en su indagatoria Lykan había asegurado que entró al automóvil “entre las 13:00 y las 13:30”, mientras que el video lo muestra arribando poco más de una hora después. Esto resulta comprensible, considerando que no se lo observa en momento alguno consultar su teléfono celular para ver la hora y que su declaración tuvo lugar varios días después del suceso. Esta contradicción menor es interpretada por el magistrado como un grave indicio de falsedad que echa por tierra la versión de Lykan.
Análisis del juez Marcos Fernández en el auto de procesamiento
Esta estrictez en la valoración que el juez Fernández hace del relato de Lykan contrasta con su modo de analizar la prueba testimonial, tal como sucede con el relato de los panaderos Ibarra y Duarte. Se trata de dos declaraciones plagadas de falsedades, cambios y contradicciones graves, y que sin embargo son tomadas por veraces por resultar afines a la acusación. Concretamente, en el procesamiento puede leerse lo siguiente: “En el caso de Lykan, su pretendida justificación de haber estado inconsciente o dormido durante la agresión sexual, cede frente a la contundencia de los dichos de los testigos presenciales DUARTE GODOY e IBARRA, quienes lo han sindicado como una de las personas que, en el asiento trasero del vehículo, efectuaba tocamientos a la víctima por sobre su cuerpo (...)”.
Él no solamente fue el primero en llegar, sino también el último en abandonar el auto, siendo la persona que más tiempo pasó dentro del mismo seguido por la supuesta víctima, que se bajó unos segundos antes. En ese lapso, tiene lugar una secuencia que no solo parece avalar los dichos de Lykan con respecto a su alegado estado de inconsciencia, sino que siembra un manto de duda sobre la alegada violación.
Según surge de la filmación antes reseñada, a las 15:06:50 puede observarse a la joven R.C.U.S. abrir la puerta delantera derecha del Volkswagen Gol y volver a cerrarla por sus propios medios, dejando la ventanilla baja.
Teniendo en cuenta que para ese momento se encontraban a bordo dos de los imputados -Ciongo Pasotti, en el asiento del conductor y Lykan, en los asientos traseros-, esta conducta evidencia una actitud colaborativa de la supuesta víctima con los mismos. Resulta cuanto menos llamativo que teniendo la posiblidad en ese instante de huir, no solo no lo haga, sino que prefiera encerrarse por sus propios medios con dos de sus supuestos agresores.