Ficha Técnica:
Origen: Inglaterra
Director: Frank Oz
Intérpretes: Meter Dinklager, Matthew Mac Fadyen, Rupert Graves, Andy Nyman.
Género: Comedia de Enredo
Estreno: 2008
Punto de inflexión y polémica a través del tiempo —ha sido
para los críticos— el tipificar y encuadrar el humor inglés.
Tradicionalmente se considera a la comedia italiana como
etapa superadora del cine de la vieja Europa.
Muerte en un Funeral ha aprendido las lecciones de los
maestros del humor, y con creces. De lado quedó la noche del esplín (humor
sombrío y tedioso), mutando a escenas intelectualmente ágiles, con punch en
los remates y desbordantes carcajadas por parte del espectador cómplice.
El film transcurre —a excepción de la primera escena— en una
bucólica mansión inglesa: la casa de un malogrado patriarca y su funeral. A
la misma, van arribando parientes por doquier, signando la suerte de esta
familia extensa.
A escasos centímetros del rodaje, las antiguas rencillas
domésticas van conformando un clima tenso alrededor del féretro. Disputas de
todo nivel, incluso sobre la lectura del panegírico en honor al difunto que
pugnaban los dos hijos del patriarca exánime.
El entramado de la historia, adquiere fuerza en la intensa
dualidad: inserción dramática-remate de hilarante comicidad. Dicha, es la
característica transversal de la película.
La narración alcanza su madurez cuando entra a jugar un
desconocido y diminuto personaje, el cual dice tener un oscuro secreto que el
fallecido atesoraba. El recurso de signarles a los actores de reparto —y no a
los
protagonistas— los planos y contraplanos de mayor intensidad, es un logro muy
meritorio y da sus frutos: descomprime la tensión en los personajes centrales, y
se roba todos los aplausos y las críticas. Veamos……
1) El yerno del hermano del difunto, que por accidente ingiere un
estupefaciente, se transforma en el hazmerreír de la casa, dotando a
esta comedia de múltiples enredos, de causas-consecuencias: risas-risas.
2) El carismático tío Alphi (transportado en su silla de ruedas), de lenguaje
soez y quejoso, con intervenciones breves y directas, logrará el clímax
del humor a manos abiertas.
Mientras tanto, la familia comienza a tomar drásticas
medidas de contención, para que no fracase el funeral. Es el tiempo de los
protagonistas y de las decisiones de timón.
El ataúd (siempre cerrado) no es sólo la envoltura del
culto. Al abrirse, simboliza la finitud de la vida, la sinrazón, lo bizarro y
las
risas. Como bien lo expresara el poeta: “la vida es una leve
mascarada, por que en la vida aprendemos a reír llorando, y a llorar
con carcajadas.”
Referencias: 5 excelente/imperdible
4 buena
3 correcta
2 regular
1 mala/pésima
Gustavo Contarelli