A pesar que hace seis meses la Cámara de
Diputados logró la media sanción de la Ley de Violencia Laboral y Acoso
Sexual, dicha norma se encuentra congelada en su tratamiento en el Senado.
El argumento que formularon los legisladores oficialistas, se
basó en que "la voluntad del bloque era no dictaminar ningún proyecto de ley
hasta tanto no contaran con la aprobación del Ministro de Trabajo".
Por otra parte, las empresas siguen con atención el trámite
legislativo de esta iniciativa, toda vez que en los últimos tiempos vienen
padeciendo en la justicia innumerables reclamos de los trabajadores fundados en
dicha figura legal.
Asimismo, la Comisión de Trabajo y Previsión de la Cámara
Alta no ha logrado reunirse en las últimas cinco sesiones, para la que había
sido constituida y en las que, en efecto, se iban a tratar entre otros proyectos
laborales y previsionales, la iniciativa sobre mobbing.
Así es como, la iniciativa que regula las figuras de acoso y
violencia laboral, entra en un indefinido impasse, a la espera de que el
Gobierno otorgue luz verde a sus legisladores oficialistas, los cuales
cumplen muy obedientemente y congelan la sanción definitiva de esta ley.
Es evidente que las empresas están alertas y siguen paso a
paso el trámite legislativo de esta iniciativa, porque la preocupación es
constante frente a procesos judiciales que se inician y, al no existir una norma
jurídica concreta, confían plenamente en el rechazo del juicio.
Esta figura de mobbing —acoso laboral, violencia
laboral— es muy reciente en la Justicia y surgieron de la propia doctrina de los
jueces, ya que no están reguladas por la ley y existe un vacío legal. Si bien
no existe una ley definitiva, en muchos tribunales del interior del país se han
dictado fallos a favor de trabajadores/as, que han sentado jurisprudencia para
ser aplicados en otros casos judiciales.
El mobbing es definido como una forma de violencia
psicológica en el lugar de trabajo, resultando imposible trabajar en un ambiente
hostil, que torna imposible la continuación de la relación laboral.
El proyecto establece la necesidad de regular una figura que
ha motivado reclamos en la Justicia, determinando una suerte de "estabilidad
laboral" para todos aquellos trabajadores que denuncien una situación de acoso.
En la práctica, existen importantes estudios jurídicos que se
especializan y asesoran a todas aquellas personas que sufren acoso laboral,
persecuciones, agresiones verbales y desvalorizaciones constantes en sus
trabajos, por parte de jefes o superiores en empresas, tanto a nivel estatal
como laboral. Sin embargo, son pocas las posibilidades de iniciar acción
judicial de resarcimiento o indemnización por estas situaciones que provocan en
el damnificado tensión, stress laboral y enfermedades psicológicas o
físicas, frente a un vacío legal importante de una ley que como otras tantas
están a la espera de ser sancionada por los señores legisladores de la Cámara de
Senadores.
Graciela Catalán Álvarez