El martes 27 de abril se llevó a cabo en el Salón Delia Parodi del Palacio de la Cámara de Diputados de la Nación una mesa de debate sobre "¿Violencia en las escuelas?". El encuentro estuvo organizado y coordinado por la presidente de la Comisión de Familia, Mujer, niñez y Adolescencia, Juliana Di Tullio, y la titular de la Comisión de Educación, Adriana Puigros, junto a los especialistas Norberto Liwski, director de Áreas del Instituto Interamericano de Niñez y Adolescencia de la OEA, y los profesionales Eva Giberti, Carina Kaplán, Miguel Miguez y Luis Cabeda.

La propuesta de la mesa tuvo como principal eje temático abrir una puerta a la reflexión y a las diversas aristas de análisis del por qué de la violencia y cómo ésta puede ser abordada por las instituciones educativas y producir un documento legislativo para el debate.

Se dejó sentado que, "más allá de que el tema sobre la violencia en las escuelas ha sido tratado por los diversos sectores y se ha hecho visible por el tratamiento que los medios de comunicación masiva hacen al respecto, éste sigue siendo un tema relativamente nuevo en lo que se refiere a la investigación y al abordaje".

Remarcaron, asimismo, que "la escuela es indudablemente la institución del Estado que con mayor esfuerzos brinda oportunidades junto con los docentes, para generar permanentemente mecanismos de compensación frente a la violencia estructural que hay en nuestra sociedad".

Finalmente, se aseguró que el tema "de la violencia es abordado por la sociedad y en particular por los medios de comunicación, y es través de los medios que se observa que la cobertura social que se hace sobre esta temática se centra en casos individuales. Sólo en el 2,44 por ciento se relaciona al tema con el marco de políticas públicas, reforzando la idea del perfil criminal de los chicos. Y sólo el 2,27% examina el caso en el contexto familiar”.

Eva Giberti destacó la importancia del uso del lenguaje utilizado para referirse a los chicos y sobre todo a aquellos que son considerados y estigmatizados como niños, adolescentes o jóvenes violentos.

Por otra parte, existió consenso respecto a que los chicos deben ser más atendidos por el mundo adulto, y que hay un reclamo de los los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de ser escuchados y tenidos en cuenta.

A la hora de las definiciones establecieron que existen cientos de "observatorios" en diversos países y que el tema de la violencia entre niños y adolescentes es un fenómeno que no sólo preocupa en la Argentina, sino que es tema de investigación y preocupación en el mundo, pero con la salvedad de que es un tema relativamente nuevo en lo que se refiere a investigación y análisis.

Asimismo no faltaron los datos estadísticos que reflejaron que en una encuesta entre 650 estudiantes de todo el país, se observó que una de las instituciones más confiables y con mayor nivel de seguridad, después de la familia y, junto con los hospitales públicos, es la escuela. Esta encuesta fue realizada por la investigadora Carina Kaplán del Conicet. Y surgió la utilización de una nueva categoría social: alumno violento.

La presidente de la comisión de Educación de Diputados, Adriana Puiggrós enfatizó en que “el tema de la violencia es muy complejo y es obvio que en algunos casos traspasó los muros de las escuelas. Pero no podemos caer en observaciones y opiniones superfluas al respecto porque es un fenómeno complejo que requiere profundizarse en su análisis. Hay una tendencia a culpabilizar a los chicos de lo que ocurre, una manera de no hacerse cargo de lo que pasa”.

Como acuerdo final, los panelistas presentes coincidieron en brindar soluciones y coincidieron en una "obligación de pensar en cómo podemos colaborar desde nuestros lugares a la elaboración de estrategias pedagógicas y políticas en general para prevenir el fenómeno de la violencia en la institución escuela”. Asimismo, trabajar "en forma conjunta con los docentes, con los padres y por supuesto con los propios chicos para resolver los inconvenientes de convivencia y relación que puedan presentarse entre los chicos pero los adultos también deberán hacerse cargo de lo que les toca hacer como adultos”.