"En efecto, la crisis se precipitaba incontenible con un índice de costo de vida que en términos anuales, en mayo, alcanzaba a 80,5%, y en los precios mayoristas, a 75,4%. No obstante, la intensa expansión producida en el primer año del gobierno justicialista a partir de mayo de 1973 aún hacía rendir sus frutos y el desempleo se ubicaba en abril de 1975 en un insólito —para los índices de las décadas siguientes— 3,2%.

    Se devaluó el peso llevándolo de 10 a 26 en lo que hacía al dólar comercial; el dólar financiero pasó de 15 a 30 pesos, y se creó un nuevo tipo de cambio turístico, en 45 pesos. Ya Gómez Morales, en marzo, había llevado el cambio comercial de 5 a 10 pesos y el financiero de 10 a 15. Las tarifas eléctricas subieron de 50 a 75%. La nafta súper, 172% y la común, 181%. Igual otras tarifas. Nunca en la Argentina había habido semejante ajuste de precios relativos, ni tanta inflación y devaluación, más una recesión que acabó con 11 años seguidos de crecimiento. Y todo en un contexto de vacío de poder y una espiral de violencia".

    Parece el futuro inmediato de la Argentina actual, pero no lo es. Es la crónica que ha hecho oportunamente diario Clarín sobre los días previos a la debacle económica del gobierno de Isabel Perón. Así prosigue la nota:
    "Celestino Rodrigo (ministro de Economía) tenía la esperanza de quitar expectativas sobre el dólar paralelo, que subía sin pausa. Sin embargo, ello continuó. Al mes y medio, Rodrigo volvió a devaluar. En tanto, las reservas internacionales se desinflaban y pasaban de 1.400 millones de dólares a fines de 1974, a 700 millones en junio del 75. La perspectiva era una inminente cesación de pagos con una deuda externa de US$ 10.000 millones.

    (...) El sindicalismo rechazó los planteos del trío Isabel-López Rega-Rodrigo que limitaban las subas de salarios por paritarias a 38% y luego a 40%. Los gremios lograban en cambio aumentos de 70% o más, pues desde el sector liberal que ganó el gobierno se alentaba una explosión que terminara de una vez con el anterior control de precios, que rigió en 1973/75.

    La Presidenta consultó con López Rega, que se mantuvo intransigente. Y la CGT decretó un contundente paro general de 48 horas acompañado por los gremios combativos.

    Rodrigo hizo por TV una dramática apelación al país para que aceptara su plan, sin efecto. El 21 de julio renunció, dos días después de que López Rega huyera del país".

    La descripción es tan similar a lo que se vive en estos días, que da miedo. El kirchnerismo pareciera querer emular lo sucedido en los años 70, época a la que suelen hacer referencia incesantemente, ya sea en lo explícito, como en lo implícito.

    Entonces, deben conocer el final de la historia mejor que nadie: "Rodrigo estuvo preso casi 4 años por cargos referidos a irregularidades en el gobierno de Isabel, mientras la Presidenta al final fue al exilio. Rodrigo falleció en 1987 defendiendo su plan pero lamentando que su nombre se asociara a uno de los peores ajustes que recuerden los argentinos".

    ¿Premonitorio?

Carlos Forte