El público del la zona metropolitana
volvió a percibir en la primera mitad de este año que sus condiciones económicas
empeoraron, después de 3 años de sentir mejoras, revela un estudio privado.
El Centro de Economía Regional y Experimental (CERX) informó que el Índice
de Bienestar Económico "bajó 7 por ciento en el primer semestre del año
frente al segundo semestre'07, determinando el cierre de un ciclo de mejora
consecutiva del bienestar iniciado en 2005".
El índice se elabora en base a 650 casos del Gran Buenos
Aires, mediante encuestas a jefes de familia, donde se evalúa la percepción del
público en cuanto a ingresos, vivienda, educación y salud, entre otros ítems.
"A fines de junio de 2008, el IBE alcanzó un valor de 49,9
puntos, sobre una escala de 0 a 100, retomando niveles de vulnerabilidad que,
tras el largo periodo de crecimiento, parecían superados", indica el CERX.
El informe señala que "la pérdida de bienestar se produjo por
el deterioro significativo en los ingresos que generó la inflación y el
conflicto con el campo". "Efectivamente, el efecto combinado de la inflación, el
retraso en salarios nominales y el deterioro en el empleo y la actividad
económica, impactaron negativamente sobre el bienestar", indica el informe.
Según el CERX, la mayor parte de la caída del bienestar en
el primer semestre se registró en el segmento más pobre de la población,
dejando evidencia del impacto regresivo que ha tenido la crisis reciente sobre
las familias. También se indica que "los conflictos desatados plantean la
incidencia directa de la inestabilidad política sobre el bienestar económico".
Según el trabajo, el 76,7 por ciento de la población declara
que su hogar no cuenta con ingresos suficientes para cubrir sus gastos
necesarios, porcentaje que aumentó en 2 puntos frente al segundo semestre de
2007 reflejando el retraso de los ingresos reales.
Se señala que el 52,5 por ciento de la población ocupada
asegura que trabaja más horas de las que debería y 16,4 declara trabajar menos,
extremos que son consecuencia de la precariedad laboral y el estancamiento de la
tasa de desempleo También se indica que el grupo de encuestados que evalúa su
bienestar como 'regular', 'malo' o 'muy malo' subió de 65,7 por ciento en la
medición anterior a 71,2 en la actual.
Miguel Ángel Rouco
DyN