Son las 18:40 hora ridícula y la cámara de
TN muestra que la Plaza de Mayo se va poblando de iracundos empleados de
las AFJP más que temerosos de su incierto futuro. Es que el anuncio presidencia
de que serán absorbidos por el ANSES lo descreen en absoluto, como la inmensa
mayoría del pueblo argentino se toma a risa la promesa del hipotético control
por parte del Estado de las sumas incautadas. En definitiva, en casi todo el
conglomerado económico-financiero, y aún político, no creen el verso retrógrado
de los K&K y dan por sentado esta fundada sospecha.
Termina octubre, décimo mes de este año problemático y febril
(si Discépolo levantara la cabeza….) y otra crisis nuevamente fragmenta en dos a
la sociedad civil innecesariamente. Es dable concebir que al matrimonio
presidencial, además de la obsesión por la guita, les encanta generar
este tipo de disputas bizantinas que a la larga los termina desgastando en
demasía.
A las 19:03, por la misma sintonía, nuevamente sale
hablando CFK en el Ministerio de Salud, feudo irredento de su amiga la
Hormiguita Ocaña. Como siempre desde un atril, con abundancia de gestos y
ante las mismas caras de ocasión de siempre. De inmediato, los aplausos de rigor
y las sonrisas del ministro Carlos Tomada (¿de qué se ríen?).
Y de inmediato, el contrapunto de la Plaza, con carteles que
rezan consignas como Cristina Sakeadora, mostrando la indignación por las
vacías palabras escuchadas. Parece la reedición de los idus del campo, pero a
una escala que puede pudrirse mucho peor.
En defensa propia
Por más que los escribas rentados, los piketeros, las
Madres y las Abuelas cash berreen y pateen furibundos contra el fantasma
del golpismo, en esas jornadas de marzo, abril, mayo, junio y julio, la gente se
movilizó y caceroleó en defensa propia ante el atropello de las ambiciones del
citado dúo dinámico. Y ahora, quienes están ocupando el histórico paseo porteño
no son ni nostálgicos del Proceso, amigos de la Pando o fervientes admiradores
de las AAA. Son gente común y corriente, laburantes que están
aterrados a causa de otra demencial medida que retrotraiga a la Argentina a los
días previos al caos de diciembre de 2001.
La incoherencia de un Estado que hace 14 años alegó que no
podía solventar las jubilaciones, e incitó al pueblo a que se sumerja en el mar
de las AFJP, ahora da un giro de 180° en el sentido contrario y de repente se
vuelve proteccionista; a costa de los ahorros de otros.
Ahora bien, si se les cae el mentado proyecto sobre todo a
causa de alguna otra ave Cobos, ¿cuál será la nueva tragada con que
suplirán este agujero? ¿Los depósitos bancarios de los particulares?
Qué buena pregunta….
Fernando Paolella