Fabián Kirchner, primo del ex presidente
Néstor ídem hizo uso de la marca para que la policía levantara una camioneta
estacionada frente a su casa. Sin motivo, sin prohibición expresa y con enorme
rapidez la policía de Tránsito procedió a secuestrar el vehículo. La portación
de apellido logra estas cosas en Río Gallegos, donde la palabra “Kirchner” aún
dispara actos reflejos que moviliza la obsecuencia de algunos funcionarios
públicos.
El ex Intendente de Río Gallegos Marcelo Cépernic llegó del
campo la semana pasada a bordo de su camioneta para asistir al velatorio de su
tía y permaneció con todos sus familiares en la sala fúnebre de la casa Ilhero
en calle 25 de Mayo de esta capital.
Cuando llegó tuvo que estacionar en las inmediaciones, algo
alejado del lugar, y lo hizo sobre calle Maipú, exactamente en el Nro 260 junto
a una dársena frente a una suntuosa casa que se levanta en esa dirección, a poca
distancia de la controvertida residencia del ex presidente Néstor Kirchner, que
fuera blanco de tantos reclamos durante el 2007 y que hoy luce descuidada, casi
como un reflejo de aquella casa objeto de escraches y manifestaciones callejeras
de no hace tantos meses atrás.
Grande fue la sorpresa de Cépernic cuando llegó apresurado
a buscar su vehículo para unirse al cortejo que ya se encaminaba rumbo al
cementerio local. La camioneta había desaparecido de donde él la dejara unas
horas antes.
Fue allí cuando uno de los deudos les advirtió que la
policía había levantado el rodado y con los precintos correspondientes habían
procedido al secuestro y remolcado al corralón municipal.
Enterado de este contratiempo y obviamente muy ofuscado, el
hombre se encaminó para la División Tránsito de la policía provincial y se
enteró de lo sucedido; en Maipú 260 vive Fabián Kirchner, primo de Néstor, ex
presidente de la Nación y el procedimiento se llevó a cabo precisamente porque
Fabián levantó el teléfono para denunciar que una camioneta obstruía la entrada
y salida de su casa y la policía siempre presurosa y diligente en estos casos,
no tuvo mejor idea que secuestrar un vehículo que de ninguna manera esta
estacionado en infracción, de acuerdo al relato de su propietario.
Imponente casa de Fabián Kirchner en Río
Gallegos
“Mi vehículo estaba estacionado en una
dársena que no tiene ningún tipo de cartel ni restricciones”, dijo Cépernic
desmintiendo al primo de Néstor, y agregó “Es más, averigüé en el Concejo
Deliberante y la Ordenanza establece claramente que las dársenas son de libre
estacionamiento”.
Cépernic entonces, no pudo evitar la asociación de ideas y
acotó “ Estoy convencido que el rápido accionar policial, que puso en
movimiento todo el aparato, fue debido al apellido Kirchner”.
Y no está muy equivocado el ex Intendente, porque cabe
recodar que durante el conflicto del 2007 ésta misma propiedad estaba
resguardada por cuatro policías uniformados, sin que existiera posibilidad
alguna de que la casa fuera atacada o escrachada por parte de los manifestantes,
dado que Fabián Kirchner no tiene actividad política y es una persona con
bajísimo perfil en el ámbito social de esta capital.
“Protesté, muy caliente, en la División Tránsito de la
Policía. Allí, el Jefe, Inspector Mimica, hizo las verificaciones del caso,
consultó con su superior, Subcomisario Lucio Villarroel y al cabo de un par de
horas dispusieron que se me restituyera el vehículo”, relató Cépernic.
Allí el Inspector Mímica, le pidió las disculpas de rigor al
damnificado y reconoció que por un error se había levantado su camioneta, cuando
en realidad no correspondía el secuestro porque no estaba infringiendo ningún
tipo de Ordenanza.
El retiro del rodado desde el Corralón municipal se hizo
mediante la firma de un acta preimpresa, el cual refrendaron un agente de
policía y Cépernic, pero lo insólito de todo esto es que las autoridades se
negaron a entregarle al interesado una copia del documento.
“Tanto el agente, como el Inspector Mimica, como el
Subcomisario Villaruel se negaron férreamente a entregarme copia del acta, que
es un instrumento público, y que yo firmé al momento del retiro” resaltó
Cèpernic.
El reclamo del acta fue aumentando la temperatura de la
discusión hasta que las autoridades policiales le encontraron una salida, le
dijeron que presente una nota pidiendo el acta (¿?); cosa que hizo de inmediato
sin salir de la sorpresa que le produjo este nuevo requisito, hasta ahora
desconocido en la administración pública: pedir por escrito que la copia de un
acta pública le sea entregada a uno de los involucrados, cuando es de práctica
que este tipo de documentación se deba hacer por (al menos) duplicado y cada una
quede en poder de las partes.
La sospecha que pone en evidencia Cépernic es que seguramente
las autoridades policiales intentaron que no quede ninguna constancia del
procedimiento realizado. Asimismo se abrieron algunos interrogantes a raíz de
este suceso, como por ejemplo si la construcción de la dársena frente a la casa
de Fabián Kirchner está debidamente autorizada por el Municipio; o por qué
intervino tan presurosamente la policía provincial y no la policía municipal
como hubiese correspondido.
Cépernic se preguntaba al salir de la Comisaría si muchos
ciudadanos de Río Gallegos habrán vivido una situación de atropello similar por
estacionar en la dársena frente a la casa del primo presidencial; e iba más allá
y manifestaba “si mañana Fabián Kirchner denuncia que yo le pegué a una anciana
¿También la policía provincial correrá diligente a detenerme sin verificar la
verosimilitud de la denuncia?.
Inquietante, que las autoridades no sepan diferenciar los
apellidos de la legalidad de los actos del ciudadano común y crean, como en este
caso, que el solo hecho de llamarse Kirchner, convalida cualquier atropello y
justifica cualquier desatino por parte de las autoridades policiales.
Rubén Lasagno
Agencia OPI Santa Cruz