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CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA

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¿QUIÉN QUIERE SER MILLONARIO?
¿QUIÉN QUIERE SER MILLONARIO?

CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA

Título: ¿Quién quiere ser millonario?
Título original: Slumdog millionaire
Intérpretes: Dev Patel, Anil Kapoor, Saurabh Shukla, Rajendranath Zutshi, Freida Pinto, Madhur Mittal
Género: Drama.
Dirección: Danny Boyle, Loveleen Tandan.
Guión: Simon Beaufoy.
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Música: A R Rahman.
Montaje: Chris Dickens.
Duración: 120 minutos
Califación: Tipo B
Web: http://www.foxsearchlight.com/slumdogmillionair
Origen: Inglaterra - Estados Unidos (2008)

    Conmovedora historia de tres jóvenes adolescentes, en la India de los dos mil. Tras la excusa de un programa de televisión de preguntas y respuestas, se dispara la más ínclita miseria de la condición humana.
    La película toma como punto de anclaje, el libro Q and A, del novelista y diplomático indio Vikas Swarup. Un abogado, con estudios en psicología, historia y filosofía, explorador y conocedor como pocos de las miserias de su país, cimentará las bases de una historia profunda y sin metáforas: la realidad más descarnada se abrirá ante los ojos consternados de los espectadores.
    El eje central del film, narra la vida de un joven en situación de calle de nombre Jamal Malik (Dev Patel). Pasa sus días en los alrededores de la empobrecida Mumbay. Vive de la mendicidad primero, y luego consigue un puesto de cadete en un call center. Por fortuna del destino, participa de un programa de preguntas y respuestas del conocido formato ¿Quién quiere ser millonario?. Jamal, en primera persona, fundamentará cada una de sus respuestas con momentos de su pasado como inspirador teórico. Su partenaire y musa inspiradora, la actriz Freida Pinto, de sugestiva belleza exótica, que encarna a Latika.
    Slumdog Millionaire —literalmente: Perro callejero millonario—, conocida en Latinoamérica como Quisiera ser millonario o ¿Quién quiere ser millonario?, ancla en una estética cinematográfica documentalista. Utiliza el recurso de la tipografía de subtitulados en las escenas matrices desde el inicio. Impacta directamente en el relato, por la sobre exposición visual. Jamal es el encargado de la narración en tiempo presente. El estímulo-respuesta que motoriza al guión, son las preguntas del concurso de marras. Mediante el dispositivo del Flashback —en inglés: escena retrospectiva— como conector del tiempo pasado y presente, ensayará las respuestas acertadas. Esta estética signará los tiempos de cada fotograma de la película. Cada uno tiene su referente en el otro, una modalidad en cadena que se potencia.
    La anatomofisiología del film, divulsiona los distintos trastornos sociales que acarrea la miseria extrema de una sociedad subdesarrollada. Estancada en la ignorancia supina —similar a la medioevo— donde el pensamiento mágico, la resignación, y la inmovilidad social, es fruto del poder que la maneja. Donde sólo el 1 % de la población, está dentro del desarrollo científico-tecnológico sustentable. El resto (como sentenciara el film Casablanca: “espera, espera, y espera...”).
    Es en este contexto, que se juega la historia de amor de Jamal y Latika. Liberadora del determinismo social a que pertenece quiebra las cadenas de su casta, escapando a la exclusión social. Los protagonistas, junto al hermano de Jamal, se visualizan como “los tres mosqueteros”, asociados en dicha campaña liberadora.
    La dupla directora Boyle y Tandan, deliberadamente pone en “montajes alternos”, la dinámica de la reproducción de la mendicidad, y la mafia que la industrializa. Pero ausente está en el lenguaje cinematográfico, la cuestión estructural: la falta de desarrollo científico-tecnológico, como pilar fundante de toda sociedad moderna. Pese a todo, la estética fílmica que visualiza esta problemática, es guiada con sumo cuidado, respeto y ausencia de morbosidad de lo explicitado.
    En cuanto a la estructura del guión, denota planos con fisuras. Su concepción es simple y muy descriptiva, por no decir primitiva. Nos detenemos en este aspecto fundante, ya que muchos críticos de cine, la han colocado, en el Olimpo de las diez mejores películas de la década. Excesivo criterio selectivo sin dudas, ya que si la confrontamos con su contemporánea La duda (Doubt), del director John Patrick Shanley, esta ultima es una oferta ampliamente superadora, desde todo principio estilístico y estético. Es más, ¿cómo puede competir el protagónico Dev Patel (incipiente actor inglés), con el de la magnífica Meryl Streep?
   
Interrogantes sin respuestas lógicas. La realidad, es que en Hollywood como en otros sitios, los llamados “poderes supragubernamentales”, presionan a favor de los negocios y la mundialización de las transnacionales. Curiosamente, la protagonizada por Meryl Streep, ha tenido baja densidad en premios (¿?). De igual forma, El curioso caso de Benjamin Button, es un mejor producto de arte audiovisual, que la ganadora india.
    En fin, era la crónica de la victoria anunciada. Y la narración de la miseria en India, arrasó como tornado. Con un abultado triunfo de premiación —8 estatuillas Oscar— que incluye el de Mejor Película, logró imponerse, no por peso propio como dijimos, sino como un triunfo de la “victoria áptera” (sin alas).

 

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 5 Tribunas – excelente.
Puntaje actor protagónico: Dev Patel (Jamal Malik) 4 Tribunas.

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

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