Ficha técnica:
Título original: Happy-Go-Lucky
Título para Latinoamérica: La felicidad trae suerte / Happy: Un cuento sobre
la felicidad
Dirección y guión: Mike Leigh
Género: Drama, Comedia
Reparto: Sally Hawkins, Elliot Cowan, Alexis Zegerman, Andrea Riseborough,
Sinead Matthews, Sarah Niles, Eddie Marsan, Joseph Kloska, Sylvestra Le Touzel,
Anna Reynolds, Nonso Anozie, Trevor Cooper, Karina Fernandez, Philip Arditti,
Viss Elliot Safavi, Rebekah Staton, Jack MacGeachin, Charlie Duffield, Ayotunde
Williams, Stanley Townsend, Samuel Roukin, Caroline Martin, Oliver Maltman
Web: www.happy-go-lucky-movie.co.uk
Distribuidora: DeA Planeta Home Entertainment
Productora: Thin Man Films, Summit Entertainment, UK Film Council, Ingenious
Film Partners, Film4- Montaje: Jim Clark - Música: Gary Yershon
País: El Reino Unido- Año: 2008 - Duración: 118 mts.
Estreno: 2009
El optimismo de la vida es encarnado por una joven maestra
de grado, que a su paso transforma todo lo que toca en esperanza liberadora.
Un film que combina calidez, inteligencia y humor.
La historia ambientada en una Londres posmoderna, narra en
contrapunto ideal, dos vidas en paralelo: Poppy (Sally Hawkins, de El secreto de
Vera Drake), una divertida y algo ingenua (¿?) docente de primaria, y la de su
huraño instructor de conducción, Scott (Eddie Marsan, de Mision imposible III,
El ilusionista y 21 gramos). Poppy, modelada es un espíritu liberal que se toma
la vida tal cual se presenta. Con actitud proactiva, desea que todo a su
alrededor sirva para darnos felicidad y no su oposición. La primera impresión
estética de ella, es la de una fémina que todo le resbala, todo le da igual, y
que vive en su mundo ideal, sin importarle nada de lo que pasa a los otros. Está
muy centrada en ella misma.
Los quince minutos dorados del cine —léase los instantes
necesarios donde se plasma el sentido de la obra, y la trama despunta su
lógica3, pasan desapercibidos. Demérito significativo de la película. La
narración es atípica, teniendo como ítem lo precedente. Recién promediando la
misma —con un poco de paciencia— remonta la jerarquía de la historia,
redimiéndose de espacios comunes y clisés. Por ende, podemos dividir al guión en
dos partes: la primera, estereotipada y lenta, y la segunda, donde el sentido de
una estética intimista, trasciende en una dinámica interesante e innovadora.
La protagonista Poppy, que vive en un coqueto apartamento con
su amiga inseparable —también maestra de grado—, representa a ese gran nicho de
personas, que viven solas, o “conviven con un otro”, que no es su pareja.
Subordinándolo todo a este principio: la amistad primero, y la vida amorosa en
segundo espacio. Forma un nuevo tipo de ensamble familiar, con una gran carga de
consumo económico. Pero no todo es celestial en este paraíso sui géneris:
colisionará muchas veces, con su entorno social, que le exige cambios en su
actitud ante la vida. (por ej: la discusión con su hermana embarazada, quien le
recrimina su soltería, y su tardanza materna).
Planteamos la segunda parte del guión como atrayente —tanto
para el ojo crítico, como para el público en general—, es el tiempo de la
confrontación dialógica entre Scott y Poppy. El planteo de dos personalidades
opuestas, que se rechazan mutuamente pero se buscan con intensidad. El
instructor le recrimina a su alumna, que todo se lo toma al azar, a la ligera.
Y todo parece ser así. Pero en la conclusión de la trama, Scott, tendrá que
reconocer la profundidad de Poppy, quien será la encargada de asesorar con
inteligentes consejos, a la atribulada vida de este hombre de carácter
irascible.
La amplitud de todo lo jugado, gira en torno a Poppy y Scott.
Son la tesis y antítesis de todo lo jugado. Y en ellos, se funda el éxito y la
legitimación de la película.
El director y guionista Mike Leigh, sírvese de sendos
dispositivos —tanto del lenguaje, como de la imagen— para dar testimonio del
cambio en la narración. La escena de Poppy entrando a un espacio físico lúgubre,
habitado por un vagabundo, instante preciado en la poética del guión. Escucha,
entiende y aconseja a este pobre hombre sin suerte, y trata de infundirle su
optimismo de vida. Otro mecanismo bien utilizado, es el de los espacios muertos.
Tiempos largos, en donde la cámara se queda casi inmóvil, dejándonos un mensaje
de profundidad sentimental que nos conmueve (por ej: en un plano la protagonista
pasea alegremente con sus amigas, y en contra plano, la conversación de dos
hombres de frondosa barba…)
Las frases cristalizadas son de suma importancia, ya que nos
explican el comportamiento a futuro de los protagónicos. Se le recrimina a Poppy
y con razón: “podrías dejar de ser tan buena con todo el mundo” – Poppy
responde: “no hago mal a nadie al intentarlo, quiero que el mundo sonría”. A
tener en cuenta, al momento de puntualizar al film, ella nunca juzga a los
demás. Los otros sí. Dice lo que siente. Es única, políticamente incorrecta. Con
el valor agregado de encontrar humor, hasta en lo más sombrío de las cosas.
Leigh, dice sobre su obra. “Sally Hawkins (Poppy), crea un
espacio, un foro, para que el actor pueda realizarse, y esa es la idea principal
de este film”. El director, se regodea cuando habla de su “chica fetiche”. Y no
es para menos, la protagónica, cumple con creces un trabajo magnífico, incluso
levantando un guión, con una problemática inicial que parece insuperable. Y lo
hace posible, hasta el punto que su personaje fagocita al espíritu de la
narración. Todo un logro para ella, lástima que no la acompaña el verosímil de
la obra.
En fin, desde la crítica, parece difícil el entramado lógico
de la historia, el guión y la narración. Mientras que la conjunción Poppy-Marsan y su contrapunto, le devuelven la fe al espectador.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 3 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Sally Hawkins (Poppy) 5 Tribunas (excelente)
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima
Excelente la crítica. Acabo de ver la película, y sinceramente me parece una película pequeñita pero tremendamente profunda en su contenido y con una protagonista que derrocha calidad y credibilidad en su personaje. Había leído críticas muy desfavorables del film, pero sinceramente luego de verla, comprendí que la infelicidad y la amargura está reflejada en todas partes, hasta en muchos críticos de cine.