Ficha técnica:
Título para Latinoamérica: Che: Guerrilla
Título original:
Che: Part Two
Dirección: Steven Soderbergh
Duración: 131 min.
Género: Drama, Bélico, Biográfico
Reparto: Demián Bichir, Rodrigo Santoro, Benicio del Toro, Gastón Pauls,
Catalina Sandino Moreno, María D. Sosa, Raíl Beltrán, Raíl 'Pitín' Gómez, Paty
M. Bellott, Othello Rensoli, Franka Potente, Norman Santiago, Joaquim de
Almeida, Pablo Durán, Ezequiel Diaz, Juan Salinas, Luis Muñoz, Lorenzo Ariel
Muñoz, Antonio Peredo, Aaron Vega, Giraldo Moisés, Jorge Perugorría, Néstor
Rodulfo, Kahlil Mendez, Rubén Ochandiano, Cristian Mercado, Roberto Guilhon,
Carlos Acosta, Edgardo, Carlos Bardem.
Guión: Peter Buchman, Benjamin A. van der Veen
Web: www.che-movie.co.uk
Distribuidora: Morena Films
Productora: Wild Bunch, Morena Films, Telecinco, Laura Bickford Productions
Año: 2008 - País: Francia, Estados Unidos, España – Estreno: 2009
Conclusión del díptico Che Guerrilla, sostiene la
relevancia y jerarquía de la primera. La obra del director Steven Soderbergh,
centra su núcleo en una antropología ética-ideológica, por sobre la epopeya
militar. Tensión, conflicto, acuerdo-desacuerdo, es la estética manifiesta que
trasciende al fotograma.
Basada en el Diario del Che en Bolivia, la historia está
segmentada día por día, desde el 7 de noviembre de 1966, en que llega a Ñancahuazú, hasta el 7 de octubre de 1967, víspera del combate de la Quebrada
de Yuro, donde es apresado por las tropas del ejército regular.
La lente de la cámara del director, hace un exquisito
travelling (pal. inglesa:”viajando”), desplazándose la misma hacia delante,
hacia atrás y a los lados, otorgándole profundidad de campo, al mítico discurso
del Che en las Naciones Unidas. Legitimando su lucha a favor de un Tercer Mundo
unido, ante las aspiraciones del Imperialismo foráneo. Tras cartón, se inscribe
la ausencia de Guevara en Cuba y en el mundo. ¿Dónde esté el revolucionario de
Santa Clara? Respuesta: preparando su inminente viaje a tierra boliviana.
Mediante una misiva personal a Fidel, su compañero de armas, se produce el renunciamiento personal del Che en cuanto a sus aspiraciones políticas en Cuba.
Su deseo de revolución for export, es su fin último.
Hay una breve escena intimista, donde se ve a Ernesto Guevara
de la Serna Lynch (tal era su nombre completo) en Cuba, jugando con sus hijos,
mientras acaricia con dulzura y amor a su pareja. Llamativamente, no hay ningún
dialogo sobre su futuro incierto en la dinámica de la misma. Luego de este plano
democrático, la cámara se aleja, y en contraplano, se vislumbra la silueta del
Che, rumbo a Bolivia. Una elipsis deliberada en el guión, para descomprimir
dicha carga emotiva.
Hay varias escenas retrospectivas —flashbacks— que son de
invalorable ayuda al espectador, que no conoce el raid del guerrillero
argentino-cubano. El trabajo protagónico de Benicio del Toro (encarnando a
Guevara), es descollante. Al pararnos ante su trabajo, nos coloca sin lugar a
dudas ante el legítimo Che. La construcción “del verosímil” sin fisuras, es
mérito de su protagónico.
La estilización del guión cinematográfico
—es una imagen en
espejo— que refleja en continuo, la deontología guerrillera guevariana. Cuya
didáctica aleccionadora, plasma los diálogos donde el Che, es el contrapunto y
la solución ante el conflicto moral de su tropa. El comandante revolucionario,
reprende a un subordinado, le explica el estado de la cuestión y la norma a
seguir.
Si bien pareciera que nada altera “la homeostasis
revolucionaria del mito”, una situación lo marcará a fuego: la visita al
campamento guerrillero, de Mario Monje —por entonces secretario del Partido
Comunista (PC) de Bolivia—. Se disputan el mando político-militar de la
guerrilla en ese país, y el apoyo por parte del PC a la causa. La negociación
quedó abortada, como el sueño del médico rosarino, de aumentar sus fuerzas
militares. “La teoría del foco” de Guevara, consistía en exportar de Bolivia,
esa experiencia objetiva, al resto de Sudamérica. Para crear una atmósfera tensa
y obsesiva en el discurso, los giros idiomáticos, las frases cristalizadas y los
axiomas, en los diálogos entre el Che y Monje forman una narrativa aparte. Eran
dos proyectos enfrentados —en cuanto a lo metodológico— no en el fin último. El
dogmatismo de Guevara y su intransigencia, versus la postura librepensadora de
Monje. Bolivia no es Cuba, señalará el Secretario del PC. Los campesinos no
apoyarán la patriada en ciernes. Y cierto que tuvo razón. Mediante juegos de
planos y contraplanos, las caras de los pugnantes graficarán el momento
histórico.
El guión de Peter Buchman, apuesta a un atravesamiento
mesiánico fuerte. La mundialización de la revolución es corporizada por el Che.
“Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el
escalón más alto en la especia humana, pero también nos permite guardarnos de
hombros; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estados, debe decirlo y
dejar la lucha” Anteponía todo a inmediatez de la revolución, por sobre el
librepensamiento. Tal obstinación, le valió sendas derrotas en el Congo,
Bolivia, etc. Sólo triunfó la revolución en Cuba. Y aunque las condiciones
objetivas no estuvieran dadas, sacaba fuerzas de las adversidades, pero
adaptando la realidad a sus hipótesis, craso error de lógica científica.
Rebeldía y redención mesiánica, es la idea-fuerza que se
desprende de la historia. El Che, como mensaje propiciatorio de toda empresa
superadora. Mesianismo y fracaso en el ’67 en suelo boliviano, su fusil nadie
volvió a alzar jamás. Pero algo lo superó en el tiempo: su retrato fotográfico
característico, hoy se yergue en el despacho oficial del Presidente Evo Morales
en Bolivia, como continuación de su lucha redentora. ¿Fracasó el idealismo del
Che?
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje actor protagónico: Benicio del Toro (Che) 5 Tribunas
(¡imponente!)
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima