La actividad parlamentaria sobre el sector
pesquero solapadamente profundiza la entrega de recursos nacionales que
garantiza millones de dólares a empresas pesqueras extranjeras, mixtas y
nacionales que desde Ménem-Solá a la fecha dominan el sector. Hoy impulsan un
proyecto de ley que no hace mas que facilitar otra caja a Néstor Kirchner, ya que
autoriza al poder ejecutivo a que “instaure planes de reconversión y subsidios
para desafectar y desguazar a los buques congeladores o factorías que no tengan
permisos de pesca cuestionados o viciados de nulidad”.
Subsidios a las empresas
ilegales que explotan nuestros recursos y se enriquecen. Además de enviar el
pescado argentino como materia prima a sus países, nuestros legisladores quieren
indemnizarlos para que desguacen los buques congeladores o factorías “legales”
depredadores.
¿Buques legales?
El Consejo Federal Pesquero (CFP) y la Secretaria de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA) dan por
“legales” a todos los buques ilegales haciendo caso omiso a los informes
solicitados al respecto a la UBA. El 24 de enero del 2001, el CFP en su ACTA
Nº/2001, aprueba por unanimidad “el proyecto de Convenio de Asistencia Técnica
entre la Facultad de Derecho de la UBA y la SAGPyA para la elaboración de un
proyecto de acto administrativo revocatorio, o en su defecto el proyecto de
demanda judicial para iniciar la acción de lesividad de aquellos permisos de
pesca que se encuentren en infracción al régimen jurídico vigente conforme al
informe final de auditoría que realizara dicha Facultad y la medida cautelar que
en cada caso corresponda”. Entre los firmantes del acta se encuentra el entonces
Subsecretario de Pesca y Actividades Portuarias de la Provincia de Santa Cruz,
Gerardo Nieto que en ese momento también era consejero federal en representación
de su provincia marítima.
Este informe sobre las ilegalidades de buques que hoy siguen
pescando, desapareció el mismo luego que lo entregó la UBA en tiempo y forma en
el año 2002 al CFP. La entrega se hizo dentro de las oficinas del CFP mientras
los consejeros estaban reunidos. Ese mismo día a pocas horas de ser entregado,
fue robado. Cabe aclarar que en las instalaciones de la SAGPyA donde opera el
CFP, la entrada y salida se realiza con la presentación de documentos, hay
policía… A la fecha no se conoce dónde fue radicada la denuncia penal por el
robo del informe ni —claro esta—, las demandas judiciales para la acciones que el
informe habilitaba.
Sin embargo, el 21 de agosto de 2003, la UBA entrega a Gerardo Nieto, ya
subsecretario de Pesca de la Nación, el desaparecido informe reconstituido, “ya
que no consta en nuestros archivos copia del entregado al CFP”. Este escurridizo
informe de la UBA, era conteste a los dictámenes de la Procuraduría del Tesoro
de la Nación, informes de la Auditoria General de la Nación, del propio
Ministerio de Economía y de los servicios jurídicos de la SAGPyA, y respecto a
varios expedientes en juzgados federales.
El contenido de informe de la UBA
La Facultad de Derecho de la UBA, auditó todos los permisos de pesca
preexistentes a la Ley Federal de Pesca Nº 24.922 de 1998 y los otorgados con
posterioridad a la misma. Los permisos de pesca son otorgados por la
Subsecretaría de Pesca, dependiente de la SAGPyA. La UBA analizó todos los
expedientes e informes individuales de la Secretaría de cada permiso desde 1975.
Listó buque por buque, con toda la información de cada uno y su número de
expediente. En el informe consta que ha partir del tercer mes de trabajo “se
suscitaron serias dificultades, las que oportunamente fueron puestas en
conocimiento del CFP”, para auditar los permisos otorgados en el periodo
1991/2000 y aquellos otorgados en le marco de la ley Nº 24.315 que aprueba el
acuerdo sobre relaciones en materia de pesca marítima celebrado con la Comunidad
Económica Europea. El informe de la UBA auditó también los proyectos de pesca y
transferencias de Permisos de Pesca.
Del análisis de los expedientes y del estudio de los informes individuales
surgen graves irregularidades cometidas por los funcionarios firmantes de la
SAGPyA a favor de las empresas del sector. Transcribimos algunas: determinación
arbitraria de antecedentes de captura a los fines de asignar cupos a las
unidades reemplazantes; reemplazo de buques de bandera nacional con permisos
para especies no excedentarias por buques comunitarios a los que se les otorga
permiso para capturas de especies excedentarias; no renovación de la inscripción
de un buque y si el otorgamiento de permisos de pesca; solicitud de renovación
de permisos de pesca estando vencidos los mismos; renovación de permisos
hallándose vencidos los certificados de seguridad de la navegación, de maquinas
o de casco; transferencia de permisos falta de justificación de inactividad de
buques; no se demuestra la participación en el capital social de la empresa
destinataria del permiso, o del buque en los casos de transferencia del permiso
de pesca; falta de presentación de certificados de clasificación de los buques
pesqueros otorgados por una sociedad de clasificación acreditada; transferencias
de proyectos cuando ello no estaba previsto normativamente; concesiones de
prorroga invocando principio de ejecución del proyecto, sin fijar, ni mantener
el criterio uniforme tendiente a dar sustento a tal decisión; utilización
permanente de la figura de “complemento de capacidad de bodega”, no prevista
normativamente, cuestión que dio lugar al desmesurado aumento del esfuerzo
pesquero; otorgamiento de permisos provisorios bajo apercibimiento de caducidad
en el caso de no presentarse el termino fijado la documentación exigida, sin que
tal apercibimiento haya jamás operado debido a la inacción de la administración;
reservas in eternum de permisos de unidades siniestradas o relictas; caducidad
parcial de proyectos pesquero; adjuntar documentación en fotocopias simples sin
autenticar; no se verifica cabalmente la acreditación de la capacidad técnica y
económica para ejecutar el proyecto; falta de agregado de documentación y/o
informes técnicos a los que se alude en las resoluciones y dictámenes;
irregularidades que recaen sobre los procedimientos; otorgamiento de permisos de
pesca definitivos aun pendiente el tramite de matriculación; formación irregular
de expedientes en su orden cronológico; extensión bajo la forma de autorización
para desarrollar sus tareas especificas comunicada a Prefectura, de permisos de
pesca aun antes de su formal otorgamiento; dictámenes jurídicos previos emitidos
respectos de proyectos de resoluciones que nos los anteceden en las actuaciones
y que solo son citados en el mismo tramite o posterior. El informe contiene el
detalle de cada buque y su situación de ilegalidad avalada por la firma de
quiénes otorgaron los permisos. Ilegalidades perfectamente documentadas.
El desaparecido informe concluye respecto a la acción de la SAGPyA:
“incumplimiento reiterado de disposiciones legales vigentes en lo que respecta a
la falta de adecuación normativa de los procedimientos; falta de impulsión de
oficio de los procedimientos; adopción de decisiones en los expedientes que no
se hallaban en estado de resolución; interpretación parcializada del régimen
jurídico aplicable a la actividad; exceso en el ejercicio de la competencia
legalmente conferida por parte de los funcionarios intervinientes;
incumplimiento por parte de los funcionarios intervinientes del ejercicio pleno
de las atribuciones legalmente conferidas”
Todas estas anomalías están en pleno conocimiento del CFP y de la SAGPyA y jamás
aplicaron medida alguna en referencia a las ilegalidades detectadas omitiendo
así la desafectación de buques ilegales del caladero nacional que hoy pretenden
subsidiar.
El proyecto de ley habilita a los responsables de la ilegalidad de los buques, a
decidir que buques son legales para obtener un subsidio para desguace.
El accionar de la SAGPyA
En mayo del 2005, la SAGPyA a cargo de Gerardo Nieto en ese momento, presentó
ante el Juzgado del Dr. Martín Silva Garretón, una acción declarativa de certeza en
contra de la totalidad de la flota pesquera nacional donde solicitaban a la
magistratura que resuelva “si las medidas de administración que para la especie
en emergencia merluza común dicta periódicamente dicha administración… deben
aplicarse efectiva e inmediatamente desde el momento de su adopción…”.
La
asombrosa presentación teniendo en cuanta que el Honorable Congreso de la Nación
ha dotado a la SAGPyA de las herramientas legales necesarias para llevar a cabo
su gestión y control de la política constitucional legalmente encomendada en la
Ley Federal de Pesca, iba acompañada, para mayor sorpresa, de un racconto
pormenorizado del estado de catástrofe al que se ha arrojado el caladero
argentino gracias al avergonzarte inactividad de la propia actora. Dicen quienes
requieren el auxilio judicial para llevar a cabo actos propios de sus funciones
que el Decreto de Necesidad y Urgencia 188/99 declaró la emergencia pesquera
sobre el recurso “merluza común” habida cuenta que la especia “presenta signos
inequívocos de sobreexplotación lo cual coloca al caladero en peligro de
colapso”. La SAGPyA en el escrito presentado reconoce que pescan buques ilegales
“continúan pescando el recurso declarado en emergencia donde quieren y cuando
quieren”.
Esta insólita presentación dio lugar a la causa penal 7333/05 durmiendo en el
juzgado del Dr. Daniel Rafecas, Juzgado Federal Nº 9, Comodoro Py.
Otros aspectos del proyecto de ley
Inicia el proyecto en su 1º artículo declarando “la emergencia pesquera para la
especie merluza común (Merluccius hubbsi) en los espacios marítimos regulados
por el artículo 4 del Régimen Federal de Pesca, Ley 24.922, durante el plazo de
2 años”. Estimados legisladores: hace 10 años que la especie merluza común esta
en emergencia, 10 años. ¿Qué ha cambiado para que ustedes supongan que la
situación de esta especie será revertida en dos años? ¿El accionar del organismo
de control?
El actual subsecretario de pesca de la nación, Alberto Yahuar del riñón de Das
Neves, sucesor de Gerardo Nieto que renunció luego del escándalo de millones de
peces tirados al mar, no bien asumió su gestión permitió transferencias de
capturas de buques fresqueros a buques congeladores prohibida por la Ley Federal
de Pesca y liberó el mar a una más brutal depredación permitiéndoles a los
buques pescar sin dispositivos que impidieran la captura de juveniles. Reconoció
que los dispositivos obligatorios para evitar capturar juveniles que luego son
arrojados al mar no se usaban, y también reconoció que no había control sobre
los buques.
Los legisladores de este proyecto desconocen la normativa del sector. Señores
legisladores, existe un Decreto de Necesidad y Urgencia DNU 189/99 que declara
“la emergencia pesquera para la especie merluza común (merluccius hubbsi)” y “la
emergencia que se declara durará mientras se mantengan las causas que la
motivan”. Las causas que las motivan, aún persisten y esta oficialmente
documentada, en los informes que periódicamente realiza la Auditoria General de
la Nación, que para conocimiento de los legisladores del proyecto, las
auditorias de la AGN se encuentran en el Congreso. Desde esta columna hemos
reiterado hasta el cansancio cada uno de estos informes, el último fue publicado
el año pasado.
En su artículo 2º el DNU establece que “el Poder Ejecutivo Nacional adoptará las
normas que sean necesarias para regular o prohibir la pesca de dicha especie,
teniendo en cuenta la preservación del recurso y, subsidiariamente, las
consecuencias sociales que pudieran derivarse” y que “durante la vigencia de
esta emergencia pesquera, quedan suspendidas todas las normas de la Ley 24922
que se opongan a las disposiciones que se dicten en consecuencia”.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha reconocido la legalidad del DNU
189/99 en el fallo P.394XXXV. “Pesquera Leal SA c/ Estado nacional, SAGPyA,
sobre medida cautelar del 18/10/2000”. La corte sostuvo que “el pronunciamiento
atacado incursiona en el ejercicio de la política estatal de preservación y
aprovechamiento de los recursos naturales y del poder de policía que desarrolla
la secretaria de estado con competencia especifica en la materia. Este decreto
respecto a la especie en emergencia ha puesto en la SAGPyA el ejercicio del
poder de policía, que le permite al poder ejecutivo limitar ciertos derechos
constitucionales a fin de proteger el interés publico en presencia de desastres
o graves perturbaciones de carácter físico, económico o de otra índole como es
el caso del peligro de la extinción de una especie por efecto del esfuerzo
pesquero”.
Señores legisladores firmantes del proyecto: ¿quién les dio el borrador?
Este proyecto de ley que subsidia delincuentes millonarios encima libera el mar
de la protección que hasta hoy ha otorgado la ley de la nación a una especie
sobreexplotada.
El artículo tercero del proyecto reza: “El Consejo Federal Pesquero (CFP) a
través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP)
deberá realizar los estudios que permitan determinar las causales biológicas del
deterioro actual de la especie”. Nunca leyeron los informes del INIDEP, además
de desconocer los de la AGN. Ni conocen el estudio de la UBA. Los estudios no
impiden la depredación, sino impedir que los delincuentes que firman permisos
ilegales avalen la pesca ilegal amparada por los poderes de la Nación, que
tienen todo los informes científicos, legales y técnicos, que demuestran el por
qué de una emergencia de 10 años: la corrupción. Para vuestra información, año a
año el INIDEP aconseja un máximo de captura de captura permisible de la especie
merluza común, que evidentemente no se respeta, la sobreexplotación continua. En
el último informe de la AGN hay un historial de la depredación que muestra las
causas del estado actual del caladero, es corto, se lee en minutos…
A los legisladores
Quienes deberían reclamarle a los consejeros y secretarios por su accionar son
las comisiones bicamerales de mayoría K, las cuales avalan con su silencio la
depredación. Además van a premiar a quienes pescaron ilegalmente depredando
todos estos años hasta llegar a poner en colapso el recurso merluza.
El manejo de la caja pesquera para la compra de voluntades es tan grande como la
impunidad que brinda la mayoría parlamentaria a los funcionarios que destrozan
el futuro pesquero de la Argentina. Deberá la oposición parlamentaria iniciar
acciones tendientes a impedir el voto a este tipo de leyes que son aberraciones
jurídicas que impulsa una justicia absolutamente cooptada por la corrupción y el
pago de favores políticos. La Argentina debe juzgar al Consejo Federal Pesquero en
pleno como así también a los funcionarios pesqueros que emiten resoluciones
internas SAGPyA con rango “superior a leyes” que violan de continuo. Nadie puede
legalmente otorgar cuotas de captura a buques ilegales, pues la Ley de
Procedimientos Administrativos lo prohíbe.
En la Argentina sobran delincuentes muchos de ellos son funcionarios pesqueros los
cuales son “pagos” por poderosos grupos empresarios y/o través de sus
fundaciones…
Mientras esta realidad cotidiana de corrupción K siga instalada en los sectores
de poder y las bicamerales miren para otro lado, no hay posibilidad de
reconstrucción de la Patria.
Por ello serán juzgados todos y cada uno de los integrantes del CFP, pues el daño
que ocasionaron durante años avalando una política pesquera depredatoria será
justiciable cuándo retorne la Justicia al país.
Roberto Maturana
http://www.hcdn.gov.ar/ trámite parlamentario 66, 12 junio 2009:
http://www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=2964-D-2009
http://www.uba.ar/extension/trabajos/derecho_auditoria.htm
www.revistapuerto.com.ar Revista Puerto Nº 20, agosto 2002
http://www.agn.gov.ar/Presentacion_Pesca/index.html
http://www.agn.gov.ar/informes/informesPDF2004/2004_124.pdf