¡Recién Publicado!
cerrar [X]

Medicina antroposófica

0
Otra chantada pseudocientífica
Otra chantada pseudocientífica

  Existen (como en múltiples ocupaciones del hombre) diversas chantadas (valga este neologismo; viene del vocablo chanta) en varios campos del quehacer humano, y una de ellas pretende corresponder al ámbito de los galenos y se denomina medicina antroposófica (de antropo: prefijo que significa hombre, y sofía, del griego: sabiduría).

 

     Dicen los “sabios” antropósofos, por ejemplo, que vacunar masivamente contra las enfermedades graves y suprimir la fiebre, produce incapacidad inmunológica. Con este exabrupto pretenden que debemos dejar a  nuestro organismo en paz y tranquilidad a merced de todo lo nocivo, ya que por sí solo, como por arte de magia, puede defenderse del ataque de toxinas virósicas o asedios bacterianos.

     También dicen barbaridades como que al ser expulsado el YO de un organismo, se impide su estructuración como ser humano de tal modo, que afecta a nuestras células que quedan expuestas a diversas patologías.

     Pregunto con curiosidad: ¿Qué tendrá que ver el yo con un germen patógeno, un virus agresivo o un parásito intestinal? ¡Bueno! ¡Cosas de los antroposóficos!

     Sabemos que la antroposofía se halla muy “metida” en esta pseudociencia médica, y cuando, los que sabemos de medicina incursionamos en ese terreno, no podemos evitar esbozar una compasiva sonrisa ante los disparates que allí se formulan.

     De modo que, para los antropósofos que incursionan en la medicina, vacunar masivamente y eliminar la fiebre, equivale a hacerles un gran favor a los gérmenes patógenos, quienes “saltan de alegría” bendiciendo a los antropósofos que parecen quererlos mucho.

     Anda circulando por ahí, cierto dicho que reza así: “La sociedad actual es cancerígena”. No estoy de acuerdo; siempre hubo cánceres, incluso en nuestros compañeros en la existencia, los animales, y se los confundía con otras dolencias. Antes no se los detectaba a tiempo dándoles lugar a su avance; incluso en los animales silvestres, que no tienen contacto con el hombre como los perros y gatos, de modo que no pueden ser atribuidos a la alimentación que este les ofrece.

     ¿Qué ahora hay más cáncer que antaño? Existe mayor población y por eso saltan las estadísticas. Incluso los niños de corta edad son víctimas de las neoplasias como el retinoblastoma, y sin embargo no tuvieron tiempo para generarlo durante la adultez o la ancianidad, porque fallecieron antes.

     En “medicina antroposófica, también se habla de pacientes con cierta “psique cancerosa” que mantiene a las neoplasias alejadas. (Pura imaginación, pura fantasía).

     También los antroposóficos nos informan acerca de cierto “cuerpo astral” y enseguida se salen con disparates tales como “cierta unión exagerada de lo anímico-espiritual con el cuerpo y de ahí entonces es cuando surge la enfermedad”. Pero existe una receta para hacerle frente y se trata naturalmente de mermar la intensidad de dicho vínculo y… ¡adiós patología!

     También estos esotéricos nos hablan de ciertas autocuraciones mediante el sueño, y de ciertos vínculos ¡sobrenaturales!

     Y como si todo esto fuera poco en materia de fantasías nos pretenden aleccionar acerca del ya citado misterioso “cuerpo astral” sumergido profundamente en nuestro cuerpo cuando gozamos de buena salud.

     Una de las causas por las cuales se enferma la gente, dicen que es un exceso de unión entre lo espiritual con el cuerpo, y para realizar la curación es menester aminorar el grado de ese vínculo, que equivale a exclamar: ¡Espíritu aléjate del cuerpo que te maltrata!

     En otras palabras dicen que, cuando un ser espiritual se desvincula del cuerpo, desaparecen como por ensalmo las enfermedades. Estamos entonces en presencia de un cuerpo vital o etéreo bien sanito.

     Aquí cabe, naturalmente, hacer un poco de hincapié en ciertas afirmaciones por parte de estos chantas con las siguientes preguntas: ¿Quién les informó a los antropósofos  que existen los espíritus? Y el alma, según el mito ¿no es acaso un espíritu? Me he cansado de escuchar la “eterna” frasecita: alma espiritual; más según mis conocimientos basados en la física actual estoy en condiciones de afirmar de que eso del alma es un puro invento de los nescientes del pasado remoto, que hasta hoy se arrastra.

     De modo que, sólo me resta aconsejar a los enfermos que me lean, que cuando se sientan mal acudan a los mejores galenos alejados de toda pseudociencia. (Nada de homeópatas, antropósofos, manosantas, curanderos… y otras yerbas).

     Sabemos que los antropósofos  con veleidades de galenos, se valen de toda una mezcolanza de esoterismos con ciencia experimental, dos cosas que no pegan ni por asomo, pues se hallan distanciadas años luz una de otra. Es como comparar nuestra última tecnología electrónica de la actualidad, con el tiempo de las cavernas con sus figuras plasmadas en las paredes o basarse en la terapia de los hechiceros de las tribus y magos de antaño que “curaban” por ensalmo a los posesos de los tiempos bíblicos.

 

Ladislao Vadas

 

0 comentarios Dejá tu comentario

Dejá tu comentario

El comentario no se pudo enviar:
Haga click aquí para intentar nuevamente
El comentario se ha enviado con éxito
Tu Comentario
(*) Nombre:

Seguinos también en

Facebook
Twitter
Youtube
Instagram
LinkedIn
Pinterest
Whatsapp
Telegram
Tik-Tok
Cómo funciona el servicio de RSS en Tribuna

Recibí diariamente un resumen de noticias en tu email. Lo más destacado de TDP, aquello que tenés que saber sí o sí

Suscribirme Desuscribirme

¿Valorás el periodismo independiente?
Municipio de Moron. Corazón del Oeste
Mokka Coffee Store
Cynthia Gentilezza. Analista en seguros