Un graffiti que podía leerse en algunas paredes de Buenos Aires en los días aciagos de diciembre del 2001 decía: “Nos mean y Clarín dice que llueve”. Eso es lo que hace impúdicamente el Ingeniero Héctor A. Huergo, el principal propagandista del modelo sojero, director de Clarín Rural que el sábado 29 de mayo escribió: “¿Le faltó algo a la fastuosa celebración del Bicentenario en Buenos Aires? No mucho. En la parafernalia de los espectáculos, sólo faltó mostrar el campo. Poca cosa. Es apenas nuestro presente y futuro”
El espectáculo artístico de Fuerza Bruta el 25 de Mayo, organizado por el gobierno nacional, fue televisado por 6 canales. Lo vieron, in situ, más de dos millones de personas. Y a pesar de ello, de existir más de veinte millones de testigos, el ingeniero miente. El acto número 6 se tituló Folklore. Los frutos de la tierra. Entre otras cosas se dijo: “Por la riqueza de sus tierras, allá por el Centenario, la Argentina fue llamada “el granero del mundo”. La expansión de la frontera agrícola, el desarrollo del sistema ferroviario, el alambrado de los campos, y la llegada masiva de inmigrantes para solucionar la escasez de mano de obra permiten la puesta en producción de millones de hectáreas. Cien años más tarde, las tierras de la Patria siguen brindando con generosidad sus frutos. Las economías regionales progresan. La vid, el olivo, las frutas, el tabaco, el azúcar, la yerba mate, el algodón, la horticultura, son fuentes de trabajo y prosperidad. Los colonos y los gauchos de ayer, los campesinos hoy. Hombres y mujeres que nos ofrecen su esfuerzo diario, conservan sus tradiciones, su música y sus danzas.” Si Huergo nos miente sobre un hecho visto por millones, qué pasará cuando nos cuente sobre conversaciones del poder económico. “ Nos mean, y Clarín nos dice que llueve”
Juan José Sebreli y su cría
Hace muchos años que el prometedor sociólogo, autor por entonces de “Buenos Aires, vida cotidiana y alienación”, extravió el rumbo, o tal vez decidió encarnar él mismo una acertada frase de ese libro, escrito cuando coqueteaba con el marxismo y se aproximaba al peronismo: “ Siempre habrá quién no pudiendo cambiar la sociedad de clases, decide cambiar de clase”. Muchos años después se sintió seducido por Ricardo López Murphy y es consultado o escribe columnas en La Nación. En este diario publicó el domingo 30 de mayo bajo el título de “Dejar el populismo para llegar a 2016” la siguiente falsedad, coronación de otras: “El régimen de Videla fue uno de los mayores estatizadores”. Sebreli sabe que miente o en caso contrario ha entrado en una paulatina decrepitud. Salvo la Ítalo, un negociado de Martínez de Hoz, nada se estatizó en materia de economía. No se privatizaron empresas estatales, porque los militares aún conservaban la posición ideológica que las empresas estatales estratégicas estaban vinculadas a la defensa nacional. Sólo tiene razón el desorientado ensayista si considera que la dictadura establishment- militar, como dijo un oyente del programa radial EL TREN, estatizó la muerte y la desaparición de personas.
Un discípulo del autor del brebaje gorila “Los deseos imaginarios del peronismo”, el diputado de la Coalición Cívica Fernando Iglesias autor de ¿Qué significa hoy ser de izquierda? ”, escrito cuando votaba por López Murphy, borronea en la revista Noticias del 28 de mayo bajo el título “Un país sin futuro”, una serie de dislates entre los que sobresale la siguiente mentira: “…y como si los millones de emigrantes que dejaron entonces Europa por la Argentina y la prefirieron como destino entre todos los países de América y los miles que abandonan a diario el país en la dirección opuesta fueran víctimas de una alucinación”. El que está alucinado o enceguecido por el odio, es el verborrágico e insustancial legislador de profesión polemista, quien muy suelto de cuerpo puede sostener que se van argentinos de la Argentina por miles, cuando es exactamente al revés, y hay un retorno de muchos que se fueron con la crisis del 2001 y ahora vuelven atraídos por las mayores posibilidades actuales de nuestro país y la crisis europea.
La interpretación dicharachera de Carrió
El mismo camino, pero ahora interpretativo, recorre la imaginativa dirigente apocalíptica Elisa Carrió, quien sostiene que los 6 millones de personas que se volcaron a las calles del centro porteño lo hicieron porque la crisis incentiva las ganas de divertirse.
Eso es muy claro y preciso: los griegos y los españoles, no dejan de celebrar los despidos con fiestas masivas y multitudinarias, rebosantes de alegría, que todos vemos mediante televisión mediante en las calles de Atenas y Madrid.
El mejor periodista según Noticias, Periodismo Puro
Joaquín Morales Solá, el mejor periodista del año 2009 según la revista Noticias, la misma que sindica a Néstor Kirchner como representante del fachoprogresismo y a la Presidente de bipolar, defiende incondicionalmente la adopción groseramente irregular de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, para lo cual no duda en tergiversar los hechos e instrumentar el derecho. En eso no está sólo. Lo acompaña la casi totalidad de la oposición que tiene en Clarín su eje amalgamador, y en Elisa Carrió, su actriz dramática emblemática. Mientras la imitadora de Casandra afirma con el tono de circunstancias: “Marcela y Felipe deben saber que yo estoy acá” o “ Le dije a Marcela en la Expoagro: Dios está con vos”, el periodista que sin pudor llama a su programa televisivo “Desde el llano” auspiciado por las principales empresas, escribió en el 2002, cuando fue detenida la principal accionista del medio hegemónico: “Una noche fría de ese tiempo ingrato, la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, nos sorprendió con el relato de la adopción de sus hijos. Había también lágrimas, muchas lágrimas, en sus ojos, pero correspondían a las emociones que despierta la alegría. El relato incluía la forma en que esas criaturas habían llegado a sus brazos. Un bebe tenía una hermosa sonrisa y el otro no paraba de llorar, decía. Incluía, también, los farragosos trámites de la adopción entre jueces, médicos y abogados.
Más de 25 años después, la señora de Noble sigue llorando por esos hijos. Su detención dispara una primera injusticia: una madre no debería ser detenida sólo por serlo. Sea cual fuere el antecedente biológico de sus hijos, lo cierto es que los crió con la devoción y el cariño de una madre.” Hoy el mismo escriba afirma bajo el título “Historia de cinismos y persecuciones”: “En ese contexto de un pasado omnipresente debe incluirse el proceso judicial de ultraje y vejación que sufrieron los jóvenes Herrera Noble, hijos de la directora de Clarín. Aun cuando fueran víctimas de las violaciones de los derechos humanos en los 70 (lo que no está probado), ¿por qué los sometieron a un proceso de acoso y persecución propio de victimarios? ¿Por qué la humillación humana a personas que no hicieron nada? El derecho a la verdad del pasado, que existe, no es más importante que el derecho a la intimidad de las personas en el presente, que también existe. La Justicia no está habilitada, además, para ordenar la cacería y el maltrato de ningún argentino inocente.”
Morales Solá, Carrió, y la casi totalidad de la oposición arrodillada ante Clarín, no tienen el menor pudor de ocultar que lo que aquí se está tratando de dilucidar desde hace 9 años, es si se ha perpetrado el delito de apropiación de bebes de padres desaparecidos. En ninguno de esos razonamientos entra la posibilidad que eventualmente los padres biológicos hayan sido torturados, asesinados, arrojados al mar y sus hijos repartidos como botín de guerra. Carrió sabe de derecho y por eso su posición y su actuación son una antología del asco.
El establishment económico y periodístico y sus sirvientes políticos recurren a un sentimentalismo barato para evitar que se llegue a la verdad. Contaron hasta ahora con jueces a los que el poder del multimedio había adoptado. Debería estar claro que la exposición pública desafortunada de los jóvenes, son consecuencia directa del escamoteo alevoso que su madre adoptiva y su grupo de prominentes abogados han hecho en casi una década para evitar realizar una prueba de ADN.
Si no hubiere nada que ocultar, hace 9 años las dudas estarían despejadas
Nos siguen meando, pero Clarín y sus cómplices dicen que llueve.
Hugo Presman