El 35 por ciento de los medicamentos éticos que se compran en la Argentina son adquiridos sin la receta correspondiente, según lo advirtió una investigación llevada a cabo por el Hospital de Clínicas de Buenos Aires.
La investigación surgió porque muchos medicamentos que deberían venderse exclusivamente con la receta médica se consiguen sin la correspondiente prescripción, lo que suele generar una gran confusión entre la gente, que muchas veces no distingue correctamente entre medicamentos de venta bajo receta y los de venta libre.
Entre los datos más relevantes que arrojó la investigación se destacó que una proporción importante de personas que afirmaron tomar medicamentos de venta libre en realidad usaban medicamentos de venta bajo receta.
En este grupo la clase de fármacos más utilizados fueron los antiespasmódicos gastrointestinales y nadie reconoció usar psicofármacos, de acuerdo al informe.
En el grupo que se automedicaba, sabiendo que utilizaba medicamentos de venta bajo receta la mitad usaba psicofármacos.
"Es importante resaltar que no hemos encontrado otros trabajos que mostraran datos similares ya que esta posibilidad de equivocación está relacionada con el hecho de conseguir el medicamento de venta bajo receta con la anuencia o desconocimiento del farmacéutico", determinó el estudio.
En este marco, se han creado varios mitos populares acerca de los medicamentos en la Argentina: que los medicamentos de venta libre son peligrosos; que hay mucha cantidad de ellos en el mercado; que se venden productos falsificados; que la publicidad de medicamentos de venta libre incita al consumo, etc. En este marco: se vuelve necesario distinguir entre la realidad y la ficción.
De acuerdo a la Organización Mundial para la Salud (OMS) los medicamentos de venta libre son aquellos medicamentos simples, destinados a aliviar dolencias que no exigen la intervención médica.
La mayoría de los mismos –como la aspirina por ejemplo- son de efectividad comprobada de larga data, y por su amplio margen de seguridad, no presentan peligros para el consumidor de ser utilizados en la dosis adecuada.
En la Argentina, la autoridad que regula los medicamentos es la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
De acuerdo a esta autoridad, los medicamentos se clasifican de la siguiente manera para su comercialización:
* Medicamentos de venta libre.
* Medicamentos de venta bajo receta.
* Medicamentos de venta bajo receta archivada.
* Venta bajo receta y decreto.
Entre los medicamentos de venta libre están incluidas las aspirinas, los analgésicos, antimicóticos, pediculicidas y antiácidos. Los medicamentos de venta libre constituyen sólo el 11 por ciento en valores y representan el 26 de las unidades -1 de cada 4-, del mercado local de medicamentos y pueden ser promocionados a través de mensajes publicitarios.
A diferencia de lo que sucede con otros productos, las publicidades de estos productos tienen como objetivo proveer información a los usuarios y dar a conocer las opciones disponibles en el mercado que les llevarán alivio, ya que la publicidad de medicamentos por sí misma no consigue vender lo que la gente no necesita.
En estos casos la compra surge de una dolencia o patología. La mayor independencia por parte del usuario, el mayor flujo de información y el cambio en el rol del médico adelantan un escenario en el que los medicamentos de venta libre seguirán creciendo.
Asimismo, las crecientes dificultades en los sistemas de la seguridad social, presagian el fortalecimiento de los medicamentos simples.
Los sistemas de cobertura médica están muy afectados por diferentes factores: la mayor expectativa de vida, la incorporación de tecnologías más costosas, así como la aplicación de nuevos y sofisticados tratamientos.
Al mismo tiempo, esta situación convive con un escenario de desempleo creciente y un menor presupuesto destinado a la salud.
En el país dónde se propicia por parte de un ministro que el uso de estupefacientes, una droga ilegal, no sea castigado penalmente, es dificultoso hacerle razonar a una madre que compra amoxicilina que no lo puede hacer sin la receta respectiva. En el mismo país dónde con una receta verdadera se prescribían remedios oncológicos que en realidad eran truchos, no es posible querer empezar por controlar el tema de la prescripción de medicamentos Es como pretender limpiar una casa y comenzar por colocar la mugre bajo la alfombra
IDEOLOGILINA , Esta causando serios problemas de identidad Lea : http://blogs.clarin.com/jaker2ilustrado/