El sábado los vecinos de la villa turística que están en contra de la construcción de una pista de esquí en proximidad del glaciar Perito Moreno, iniciaron una movida para juntar firmas y presionar a las autoridades municipales y provinciales con el fin de que desistan de la idea. Detrás de la instalación de un complejo turístico dentro de la Península de Magallanes se esconde un negocio. De quién, cómo y cuánto, habla la gente de El Calafate.
Tal como informáramos en nuestra nota anterior, existe la pretensión de instalar una pista de esquí dentro de la Península de Magallanes, parque Provincial que por ley prohíbe la actividad comercial y sobre cuya existencia se han batido rumores de negocios muy importantes, vinculados con personajes de la política local, provincial y nacional que potencian este desarrollo a partir de la excusa de dotar a El Calafate de un atractivo turístico para suplir la baja temporada invernal.
Por este motivo el fin de semana sesionó un grupo de Vecinos Autoconvocados que decidieron anteponer sus protestas a la decisión política de crear un centro turístico que impacte el ecosistema y particularmente pueda quebrar la armonía que existe hoy en el área de contemplación del glaciar Perito Moreno.
Fue precisamente por este motivo que la diputada provincial Gabriela Mestelán generó un proyecto con el fin de que se impida cualquier tipo de desarrollo si no se implementa un Plan de Manejo. En este sentido la legisladora advirtió que desde la Municipalidad se insta a vulnerar la ley, con el pretexto de la necesidad de dar mano de obra a los habitantes de la ciudad.
En El Calafate ya se ha recibido la visita de un empresario Juan Villadomat, inversor de la empresa andorriana Grau Pass que pretende construir un complejo deportivo frente al Ventisquero, lo cual ha sido rechazado y repudiado por un centenar de vecinos que decidieron librar pedidos de apoyo a las autoridades y al pueblo de el Calafate, para impedir que se hagan negocios particulares con el patrimonio de los calafatenses.
El día 23 de mayo de 2008 publicamos una nota bajo el título “Los negocios en El Calafate amenazan el Patrimonio de la Humanidad” y posteriormente el 30 de noviembre del mismo año “Néstor Méndez quiere transformar el Glaciar en una pista de esquí”. Allí ya se perfilaba esto que comienza a concretarse como una seria intención de avanzar con negocios pactados entre operadores locales y extranjeros, en este caso en El Calafate se apunta directamente a Néstor Méndez ex Intendente y actual diputado provincial y las decisiones que se toman en la oficina de Julio de Vido con el apoyo incondicional del Intendente, Javier Belloni.
Méndez soñaba con un desarrollo de estas características en el año 1999, cuando presentó un proyecto que durmió el sueño de los justos. A partir de un trabajo realizado por una consultora propiedad de María Julia Alzogaray, por entonces Secretaria de Medio Ambiente, se realizó un estudio y plan de manejo que incluía el desarrollo turístico frente al glaciar, lo que recibió la reprobación de todo el pueblo, al punto que el mismo debió ser archivado.
En aquel momento la firma Boullón-Oliver-Erize (Licitación Pública número 18/95 (Decreto número 1286/95), propiedad del marido de Marzía Julia, cobró alrededor de 250 mil dólares por planificar el aprovechamiento turístico de los alrededores del glaciar; la propuesta contenía desde la habilitación de una pista de esquí frente al ventisquero, hasta la explotación comercial de las estancias aledañas por parte de sus propietarios, la construcción de hoteles, cabañas y demás infraestructura que ayudaran a fomentar el turismo.
Esto mismo renace hoy y todos señalan a Néstor Méndez como el gran impulsor de este gran negocio inmobiliario que se descarta ya tiene nombre y apellido en El Calafate y todos, los vinculan con gente allegada al poder político.
Rubén Lasagno
OPI Santa Cruz