Las diputadas Cynthia Hotton y Elsa Álvarez acusaron hoy a la oficialista Patricia Fadel y al ministro Julio De Vido, respectivamente, por intentar "presionarlas" para que favorecieran el Presupuesto 2011, aunque sus denuncias fueron rechazadas por los acusados y por la comisión de Asuntos Constitucionales.
Fadel y De Vido se defendieron y desligaron de las acusaciones, al tiempo que una amplia mayoría de los integrantes de la comisión de Asuntos suscribieron a un dictamen que planteó "archivar" la investigación parlamentaria por los presuntos intentos de sobornos, al considerar que no había "pruebas" suficientes.
Si bien había afirmado que no revelaría el nombre de quien la había "presionado" por el Presupuesto 2011 fuera de la Justicia, Hotton acusó a Fadel por el caso.
La diputada de Valores para mi País entregó a la presidenta de la comisión, Graciela Camaño, el mismo escrito que presentó a la Justicia. Acto seguido, Camaño leyó ante los presentes la declaración de Hotton: "El miércoles pasado a las 23:30 aproximadamente, mientras me encontraba en el recinto de la Cámara de Diputados en el marco del debate, comencé a juntar firmas para un proyecto de defensa de la vida".
"Como no se encontraba Patricia Fadel en el recinto la llamé a su celular por ese tema y ella me dijo: `Vos siempre vas a contar con mi apoyo en estos temas´. Luego cambió el eje y empezó a darme explicaciones técnicas de por qué debía apoyar el Presupuesto", continuó Hotton en su declaración.
Además, afirmó: "Le dije que no y me dijo ´Cynthia, no sólo se trata de apoyarte en tus problemas y mejorar tus estructuras, acá hay mucho más`. Le hice saber de mi compromiso con los valores y me dijo: ` ¿Y si te ausentás? Uno siempre tiene una complicación familiar, nadie se va a dar cuenta´".
"Al transcurrir los minutos me sentí conmocionada en mi ánimo y decidí hacer una declaración", agregó Hotton en el escrito. Fadel aguardó su turno en la comisión y remarcó que "no es delito hablar con la oposición para aprobar una ley".
La oficialista mendocina recalcó que fue Hotton quien la llamó y enfatizó: "Ella me llamó a mí. Si ella es la que llama cómo puede ser que yo la haya intimidado".
"Llamarme para un tema que no tiene tratamiento legislativo me pareció extraño. Y después leer (en la versión taquigráfica) que siempre está buscando estructura para hacer cosas, que es lógico, también", afirmó Fadel.
Además, negó "haber intimidado a alguien" y dijo que cuando la llame la jueza María Servini de Cubría llevará "la certificación de los mensajes y los llamados".
"No lo voy a tolerar que se maltrate mi nombre, mi accionar y mi trabajo", se quejó Fadel.
A su turno, Álvarez apuntó contra De Vido y el titular del Sedronar, José Granero, a quien señaló como el autor de los llamados que intentaron presionarla para irse del recinto.
Contó que primero la llamó Granero, a quien dijo conoce de su "pueblo", e indicó que en esa comunicación le preguntó "qué grado de compromiso" tenía con el proyecto opositor y si en todo caso le "causaría mucho perjuicio" ausentarse.
Álvarez relató que, tras responderle que no se iba levantar, recibió el llamado del intendente de su localidad (Puerto San Julián), Nelson Gleadell, que estaba en Buenos Aires y se mostró "preocupado" por el resultado del debate.
"Guarda, porque se pueden caer varias obras para Puerto San Julián", le dijo el mandatario comunal, aunque Álvarez dijo que le explicó que "no es tan así", porque la oposición iba a "votar otro proyecto", por lo que el intendente "se quedó tranquilo".
La radical dijo que el tercer llamado fue de alguien que se identificó como "el secretario privado del ministro Julio De Vido" que quiso comunicarlo con el funcionario, pero la santacruceña dijo que cortó la comunicación.
Álvarez aclaró que "en ningún momento" recibió ofertas de sobornos, pero que sí hubo "perturbaciones" en su ánimo al momento de votar.
Al respecto, De Vido habló en Mendoza y tras negar haber hablado con legisladores, señaló que los testimonios en su contra son "lamentables" y "dan vergüenza".
Las acusaciones de Hotton y Álvarez, además de la cuestión de privilegio que planteó Carrió por la supuesta violación de libertades colectivas, fueron rechazadas por la mayoría de los integrantes de Asuntos Constitucionales.
Los bloques del Frente para la Victoria, el PRO —sólo Laura Alonso es miembro de Asuntos— Proyecto Sur, el Socialismo, Nuevo Encuentro y el GEN avalaron la moción de archivar los tres casos, sin dar lugar a que continúe la investigación interna.
"Yo esperaba pruebas y resulta que fue Hotton la que llamó a Fadel. Esto es un papelón", se quejó el oficialista Gerónimo Vargas Aignasse, que ironizó -imitando la voz de la legisladora opositora-: "Necesito estructuritas para mis proyectitos".
Sobre Álvarez, el diputado tucumano consideró que la radical podría "haber dicho `no´ y apagado el teléfono y no que dijo que `sí´ cuando le preguntaron si la podían volver a llamar".
"Si no estamos preparados para las presiones no podemos ser diputados", enfatizó Vargas Aignasse.
Antes de darle una bofetada al kirchnerista Carlos Kunkel, Camaño otorgó 24 horas de plazo para que los integrantes de la comisión pudieran presentar sus dictámenes.
Al de la mayoría, que superó ampliamente el número de respaldos, se sumaron el despacho de la Coalición Cívica, que pidió "seguir" con las tres denuncias y llamar a nuevos testigos, y la propuesta de la UCR y el Peronismo Federal, que pidieron archivar la moción de Carrió y dejar "en suspenso" las de Hotton y Álvarez.