En junio del 2009 ocurrió un hecho que tuvo a Francisco de Narváez y al periodista de Tres Poderes, Reinaldo Sietecase como protagonistas de un claro episodio de censura periodística.
En plena editorial de unos de los programas políticos más vistos de América, se sacó del aire a Sietecase de una manera estrepitosa. Minutos antes, el periodista le había realizado incisivas preguntas sobre su patrimonio.
Si bien el suceso repercutió mayormente en los medios oficialistas, no tuvo la redundancia que merecía un caso de estas características. Es por eso que aprovechamos a mostrarles qué es lo que pasa cuando empresarios (o gobiernos) tienen a la prensa en sus manos.