Si algo le faltaba al kirchnerismo en su carrera para conservar el poder —y los negocios— esto era apelar a un barrabrava con voluminoso prontuario. El encargado de ese armado es el ex chofer de Néstor Kirchner, el multiprocesado por nacotráfico Rudy Ulloa Igor, quien lleva adelante el armado de “
A esos efectos, el oficialismo ha apelado al reclutamiento de un personaje oscuro: Rafael Di Zeo, quien acaba de ser liberado luego de haber penado tres años en una celda del Complejo Penitenciario de Ezeiza por coacción agravada.
Hay que recordar que el “barra” ha sabido tener otras tres causas abiertas y sin definición, una de las cuales tiene que ver con la “tenencia de armas de guerra”, las cuales fueron encontradas en el domicilio de su madre durante un allanamiento. En aquella oportunidad, Di Zeo escapó por la ventana y con las sábanas como cuerda de escape.
El dato lo habría confirmado a diario
“Di Zeo ya participó como invitado de un acto preelectoral de
"Ellos sabrán qué les puedo aportar", suele decir Di Zeo sobre su relación con los políticos. Mallo amplía a
La zona de influencia de Di Zeo será el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires. Su papel sería reunir militantes. Asistirá a los actos de campaña, pero no se exhibirá en los escenarios ni en la primera fila. Además, Di Zeo ya habría activado su vieja tropa de la hinchada para hacer pintadas proselitistas y colgar pasacalles.
“Para el lanzamiento de la nueva corriente kirchnerista se prevé un acto en el estadio Luna Park antes del 15 de marzo. La puesta en escena costaría unos 400.000 pesos, según las primeras estimaciones. Los organizadores se habían entusiasmado con hacer la presentación el 25 de febrero, día en que el ex presidente hubiera cumplido 61 años, pero la idea no habría convencido en
"Será una línea netamente pingüina, un sector amplio e inclusivo, conducido políticamente por Rudy y Zannini. Será una parte más del Frente para
El logo de este nuevo espacio oficialista lo diseñó Fernando Braga Menéndez, el publicista favorito del kirchnerismo desde 2002. En la ilustración, se observa a un muchacho empuñando una bandera argentina con el rostro de Néstor Kirchner.
Impresentable oficial
Rafael Di Zeo se ha hecho célebre por cobrar 150 dólares a turistas extranjeros para ver partidos de fútbol a su lado y brindar “lecciones” a hinchas de otros países.
“Esto es un negocio, papá. ¿Sabés la plata que da la seguridad en el deporte? Fortunas”, aseguró oportunamente a los medios, demostrando conocer como nadie las reglas de un juego que involucra al poder político.
“No es que tengo el poder, la gente me ve como representativo para hacer cosas. Hoy para parar un quilombo y mañana para otra cosa. Y eso me lo gané por ir siempre a la cancha”, analiza Di Zeo. Aunque un tiempo después desafía y muestra la hilacha: “Tengo los teléfonos del poder”.
¿Cómo conjuga el autoproclamado “progresismo” del Gobierno con la contratación de semejante personaje? ¿Quién tuvo semejante idea dentro del kirchnerismo?
Por lo visto, el ala más radicalizada del oficialismo, con Máximo Kirchner a la cabeza, empieza a aglutinar espacios de poder. En realidad lo viene haciendo desde hace meses, con las decisiones más polémicas que pueden observarse a nivel político (incluida la detención de Gerónimo “Momo” Venegas).
No parecen medidas acertadas en pleno año electoral, pero dejan traslucir cómo será la carrera hacia octubre: sin código ni principio alguno.
Ya mismo puede anticiparse que habrá varios cadáveres —políticos— que quedarán en el camino. Serán del propio oficialismo.
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas