El informe oficial dice que la presidente Cristina Fernández de Kirchner se tomó unos días de descanso en “su lugar en el mundo”, El Calafate. Pero, ¿es realmente cierto?
Tribuna de Periodistas está en condiciones de confirmar las verdaderas razones de la repentina “reclusión” de Cristina en ese lugar.
No es ninguna novedad, a esta altura de las circunstancias, que
Los últimos días fueron realmente duros para Cristina, más duros tal vez que las últimos jornadas de 2010, donde estaba todo el oficialismo con los pelos de punta por los cortes de energía eléctrica, la falta de billetes, el desabastecimiento de combustibles y la toma de espacios públicos.
Pero parece ser que después de la muy mala noticia de que el presidente norteamericano, Barack Obama, no visitará nuestro país en su visita por Latinoamérica, fue un golpe muy duro de asimilar, aunque por todos los medios e interlocutores posibles se esmeren en querer demostrar lo contrario.
A Cristina, el hecho de que Obama no pase por
Si bien ese no fue el factor puntual de la caída anímica de CFK, fue el primero de algunos acontecimientos que se sucedieron posteriormente.
El segundo hecho —que golpeó aún más fuerte a la Presidente— fue la nota de tapa que publicó revista Noticias en su edición 1780 del sábado 4 de febrero último, donde salió a la luz la historia de la amante de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga.
Por último, lo que terminó de desequilibrarla emocionalmente, fueron las últimas encuestas acerca de su imagen para las elecciones presidenciales de octubre, las mediciones verdaderas, las que no se difunden, las que la dan con un porcentaje apenas superior al 20% con intención de voto.
Estas son las verdaderas razones por las que Cristina se refugió, una vez más, en “su lugar en el mundo”, para tratar de recomponerse.
Lo cierto es, en síntesis, que Cristina está medicada y sumida en un profundo pozo depresivo. Pero no nos alarmemos, todos sabemos que esos bajones anímicos son pasajeros, y en cualquier momento la volveremos a ver en actos, haciendo campaña o realizando anuncios tan importantes para los argentinos como el de las “milanesas para todos”.
Pablo Dócimo