"Quiero que sepan que este fenomenal cambio que viene viviendo la Argentina desde hace cuatro años, se va a acelerar aquí en la provincia a partir del 10 de diciembre" dijo Juan Manuel Urtubey después de su triunfo electoral de 2007. A solo un año de haber asumido, el "cambio" propuesto fue un desencanto para la mayoría de los salteños.
A pesar de singulares muestreos de opinión (que lo favorecen), los medios de comunicación de Salta (incluyendo los oficialistas) reflejan, diariamente la decepción ciudadana respecto de la gestión del gobernador Juan Manuel Urtubey desde sus iniciales promesas de "cambio".
Tales promesas, Urtubey las sustentó en el contraste con su antecesor Juan Carlos Romero, a quién acompañó en once de la docena de años de gestión del hoy senador nacional. El joven mandatario, al otro día de haber ganado las elecciones, dijo: "Quiero que sepan que este fenomenal cambio que viene viviendo la Argentina desde hace cuatro años, se va a acelerar aquí en la provincia a partir del 10 de diciembre".
La gente confió en ese "cambio", más como una cuestión de fe antes que una razonable disquisición sobre el heredero de Romero. Ni siquiera los que votaron a Urtubey, recordaron que el joven candidato había sido el más rancio representante y defensor del menemismo romeriano antes de convertirse al kirchnerismo al que aborrecía cuando oficiaba de jefe de prensa de la fórmula Menem-Romero, en 2003.
Qué prometió y qué hizo (o no)
Pero, más allá de sus antecedentes que hacen dudar de su legitimidad como "cambio", Urtubey hizo un rosario de promesas, a saber:
-"Vamos a crear el Ministerio de Trabajo, para eso vamos a regularizar a todos aquellos que trabajen en el Estado". Desde su propio Ministerio de Educación, tras haberlos nombrados, echó a casi un centenar de preceptores y celadores, además de anular contratos a psicopedagogos y psicólogos, dejando con atención semanal y no diaria a las escuelas.
-"A las madres que ven a sus hijos que no pueden asistir a la escuela porque no encuentran docentes que puedan, a pesar del enorme esfuerzo, cumplir dignamente su tarea por sus bajos salarios. Vamos a resolver el problema docente y ese es un problema porque se ha escondido que en el justo reclamo salarial hay una conspiración política". Durante la campaña había prometido un básico docente de $1.500. Hoy, un maestro de grado percibe de básico (luego de varios conflictos) cerca de $800, con un salario de bolsillo cercano a los $1.400. El problema docente persiste y es el más grave que debe afrontar el Gobierno.
-"Aquellos que andan por la sombra que se cuiden porque vamos a garantizar una Salta con justicia, de garantía de los derechos de cada uno de los salteños. Por eso tengan la seguridad absoluta que esa Salta que se va no vuelve más". Durante el primer año de gestión de Urtubey, hubo desalojos y represiones en barrios de la capital y del interior de la provincia. Organismos internacionales denunciaron agresiones y trabas contra periodistas en la cobertura de informaciones, malos tratos de parte del propio gobernador, además de discriminación en el otorgamiento de pautas publicitarias oficiales. Manifestaciones sociales pacíficas fueron desalojadas a la fuerza por la policía.
-"Nuestro plan de gobierno está parado en un principio básico: adonde hay una necesidad hay un derecho, adonde hay una necesidad de un salteño hay un derecho de un salteño". Urtubey continuó con los desmontes que le cuestionaron a Romero, en una clara continuidad de gestión; articuló políticas de salud que produjeron conflictos con los profesionales y hasta hubo despidos injustificados en esa área.
-"Vamos a ayudar a cada uno de aquellos que den trabajo en la provincia, vamos a ayudarlos combatiendo la corrupción, bajando los impuestos. Vamos a ayudar con las herramientas para que los pequeños y medianos productores, las pequeñas cooperativas tengan el financiamiento y la ayuda a través del Fondo Provincial de Inversiones". Los impuestos y los ajustes tarifarios fueron una desmesura cuestionada por toda la población. Ningún derecho ciudadano fue respetado en ese sentido. Los pequeños y medianos productores fueron abandonados por Urtubey en ocasión del conflicto agrario. La lealtad hacia el Gobierno nacional echó por tierra con su promesa. La corrupción fue denunciada en varias oportunidades, entre ellas, los pedidos de informes por los gastos provocados por viajes innecesarios de funcionarios y utilización de fondos públicos para actos partidarios.
-Al margen de estos hechos, prometió irresponsablemente, otorgar el 82% móvil a jubilados provinciales y sólo terminó otorgando un subsidio discriminatorio a una parte de quienes se habían jubilado antes del traspaso de las cajas previsionales a la Nación.
-Implementó una tarjeta social, en reemplazo de otros planes sociales, por un valor de $ 60 mensuales, avasallando la dignidad de las persona, supuestamente beneficiarias de esa limosna oficial, sostenida por una perversa propaganda que resalta las virtudes de esa tarjeta.
-Hizo editar un manual escolar con mapas en los que figuraban las "Falkland Islands" en lugar de las "Islas Malvinas", no autorizados por el Instituto Geográfico Militar (lo que configuraría un delito que no se investigó). El costo fue de $ 7.000.000. Escuelas e institutos de enseñanza necesitaban mucho menos de eso monto para funcionar adecuadamente.
-Hizo renunciar a su ministro de Justicia y luego lo nombró como asesor, con el mismo sueldo. Ese ministro tuvo una asesora cuestionada por organizaciones de derechos humanos. El funcionario en cuestión tuvo entredichos con periodistas a los que insultó por hacerle preguntas "inapropiadas" relacionadas con los lugares de detención de menores de edad.
-Las fuerzas políticas que acompañaron el Frente para la Victoria, comenzaron a alejarse o a cuestionar la gestión del mandatario, entre ellas, Barrios de Pie y el Frente Grande.
-Hace poco, autorizó la suba del boleto de ómnibus en un 25%, luego de una audiencia pública denunciada por ilegítima.
-Cumplió una promesa: vino la presidente Cristina Fernández luego de un primer intento frustrado por una movilización docente en marzo de este año.
La mayoría de los asesores y funcionarios de Juan Manuel Urtubey, pertenecieron a las huestes del romerismo, entre ellos, su propio actual ministro de Justicia, Pablo Kosiner.
Los mensajes de los oyentes en las radios salteñas y demás medios de comunicación, pueden dar una pauta más del rumbo de este "cambio" que, este 10 de diciembre, cumple su primer año. La peluquería, los mercados y las verdulerías suelen ser una buena caja de resonancia, también. Muchos, ya están convencidos de que, más que "cambio", la "continuidad" es la expresión exacta de este gobierno.
Si no, es cuestión de tomar un taxi y conversar con el conductor sobre el tema en cuestión. Obviando algunos enojos, por supuesto...
(Fuente: Agensur.info)
Redacción de Tribuna de Periodistas