Si el objetivo es solucionar un problema, lo primero que se debe hacer es reconocerlo y no negarlo. Si nos duele la cabeza, y cuando llamamos al médico le decimos que no podemos pisar bien, o que el dolor esta en el pié, difícilmente le encontremos remedio, aunque tal vez esté relacionado. De la misma manera que cuando comienza un embarazo que puede parecer una simple indisposición estomacal, cuando deberíamos prepararnos para el nacimiento del bebé.
A qué viene todo esto, a la sistemática negación de la realidad por parte de las autoridades gubernamentales. La sensación de inseguridad, es nada más y nada menos, que el aumento incontrolado de la delincuencia y así con el resto.
Asimismo, el pensar o asociarlo únicamente a la pobreza, es una total falacia, reconozco que la desigualdad social puede ser uno de los condimentos, pero no su principal causa. Recuerdo en mi infancia a muchos pobres dignos que trabajamos y nos esforzamos para alcanzar un nivel de vida mejor, claro que teníamos alternativas, que tal vez hoy no se tengan. Como una de las substanciales causas, el aumento de la drogadicción en nuestro país, que ha pasado a ser de tránsito a ser uno donde más se consume. Asimismo, su no reconocimiento, implica la continuidad y aumento de este vil negocio. Nada más escuchar al Jefe de Gabinete, el cual acepta que es una batalla perdida, y que nos da la pauta de este flagelo.
También escuchar por boca de la propia Ministra de Seguridad, de que nuestra Policía Federal es corrupta, enlaza una absoluta descarga de responsabilidades, siendo que no solo envía hacia atrás la posible culpa, sino que ni siquiera advierte, que fue su propio Gobierno quien la ha conducido en los últimos ocho años, cuando lo más sensato de hacer, es limpiarla de los corruptos; pero lamentablemente sabemos que la corrupción siempre es compartida y se sigue robando para la “corona”.
Tal vez sea una manera de destruir las instituciones, como se ha destruido la confianza en todas nuestras Fuerzas Armadas, conllevando esta conducta conjuntamente con el desconocimiento de las resoluciones judiciales a plantar la semilla del reemplazo de estas por organizaciones civiles armadas que responden políticamente al objetivo de lograr perpetuarse en el poder, presentando “modelos” de políticas no explicitados abiertamente.
Todas las acciones que se aprecian, dan esta visión de lo que se está llevando a cabo desde el oficialismo, y ni hablar de la mal llamada oposición, un fiel reflejo de la continuidad de conductas que se implementarían seguramente de llegar al poder, con sus habituales peleas entre “facciones” distintas o dentro de estas.
Un Secretario General de
Una fuerza de seguridad que actúa de acuerdo al rédito político y no lo dispuesto por la Justicia, que según le convenga o no al Gobierno, desocupa predios o permite su permanencia.
Una lucha de intereses hegemónicos que desconecta la lógica acción temprana, que evita insolubles situaciones posteriores según a quien se le pueda cargar la responsabilidad. Indoamericano, ocupas en las construcciones asignadas a los habitantes de la ribera del Riachuelo que podría llevar a su limpieza con el beneficio acarreado, nos siguen mintiendo como en la época de los 1000 días.
La inclusión de directores juveniles en empresas deudoras o donde es accionaria ANSES sin aparente trascendencia operativa, ya que en las reuniones de directorio, con tener uno o más directores, no van a influenciar en la toma de decisiones, pero sí se cobrarán suculentos honorarios y dividendos.
La enorme diferencia que existe entre las diversas capas sociales, con el aumento del patrimonio de los funcionarios y los directivos de las empresas, que nunca han ganado tanto como ahora, pero que se disimula con la mentira de que se reparte más con los planes de subsidio y asignación por hijos.
La descomposición social de haber sojizado el país, con la desocupación, desertización a plazo fijo, el envenenamiento de los poblados próximos en función de recaudar haciéndonos creer que el campo es el enemigo a quien hay que poner de rodillas mientras se nutren económicamente de él.
El seguir engañando al pueblo con la Ley de glaciares, cuando en realidad no se la reglamenta para continuar con la depredación y envenenamiento de la zona que por cientos de años seguirá matando la vida con el cianuro y la pérdida de cientos de millones de litros de agua, vitales para la subsistencia.
La entrega de la ciudadanía a que te roben, ya sea desde el poder con la alta corrupción, o desde la calle, donde te indican, con buen criterio, si para no perder la vida o salir herido en el mejor de los casos, que no opongamos resistencia frente al asalto y que lo tomemos como algo natural el entregarle a ambos, el Gobierno y el ladrón, lo que seguramente nos ha costado esfuerzo lograr.
El admitir de cualquier manera la indiscriminada inmigración, sin haber antes dispuesto las condiciones para los llegados, no preocupándose si estos toman casas ajenas, predios municipales o aumentan la población en las villas, con el único objeto de lograr un voto cautivo, con los impuestos pagados por los mismos que luego son robados por algunos de estos componentes, esto no significa que debemos se xenófobos con nuestros hermanos latinoamericanos, ya que la mayoría viene con el ánimo de trabajar, pero les resulta muy difícil lograrlo.
El querer hacernos creer que trabajan para la gente, cuando en realidad, todos reman para ellos mismos, sus familias y allegados.
No sé la respuesta, puedo intentar varias iniciativas, pero el resultado será de acuerdo al esfuerzo y la asociación lograda. No nos va a resultar fácil, pero vale la pena intentarlo.
En principio, y fundamentalmente, podría comenzarse por utilizar las posibilidades que nos brinda la comunicación; tomemos como ejemplo lo ocurrido en Egipto y las medidas tomadas frente a esto en China.
No necesariamente tenemos que resultar golpistas o destituyentes, no; tenemos que unirnos para forzar un verdadero y real cambio y no una cosmética para que nada cambie, como estamos asistiendo.
Poner objetivos y hacerlos comunes con la participación y debate, dejando de lado lo habitual, que es partidizar todo en sectores. Pienso que la derecha y la izquierda, son inventos para dividirnos, así como el Boca River, nos idiotiza, mientras Grondona y Asociados hacen sus negocios y el fútbol es cada vez peor, mientras las barras bravas, a las que lo menos que le interesa es el club, distribuyen regalías rompiendo cabezas.
Propongo estas páginas, desde donde muchos participantes y gran cantidad de lectores, con su opinión, presentan ideas y muy buenos artículos.
Pidámosle a Periódico Tribuna que nos modere, tal vez tengamos suerte y nos ayude a implementarlo, después podemos unir las voluntades en busca del representante que realmente nos “represente”, y valga la redundancia.
Walter A. Gazza
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